Lo afirmó el procurador general Abel Cornejo en relación a la ruptura de los protocolos en la previa del acto en homenaje a Güemes.
El desarrollo de los actos en homenaje al bicentenario de la muerte de Güemes sigue trayendo repercusiones impensadas. A la inesperada renuncia del presidente del COE, Francisco Aguilar, se suma ahora una investigación por parte del Ministerio Público para determinar quién dio la orden de dejar pasar a militantes al Hotel Sheraton, donde se encontraba el presidente de la Nación.
En diálogo con el programa Interactiva (FM Pacífico 92.9), el procurador Abel Cornejo manifestó que se ordenó la apertura de una averiguación preliminar sobre lo ocurrido en la noche del 16 en el monumento a Güemes. «Las imágenes son contundentes, más allá de las palabras», sostuvo.
«Son episodios que no pueden volver a ocurrir nunca más, la situación pudo tener implicancias mayores, la seguridad presidencial estuvo en riesgo, sin olvidar que estamos en un contexto de pandemia», añadió.
Por otro lado, tomó distancia de la excusa del ministro de Seguridad Juan Manuel Pulleiro, quien declaró que levantaron los vallados por orden de funcionarios nacionales. «Estamos en un estado federal donde todas las provincias tienen poderes no delegados a Nación. La seguridad provincial tiene un delegado, un titular».