En el marco de las Fiestas del Milagro, la historiadora Telma Chaile dialogó con los medios sobre la historia de esa celebración religiosa que en algún tiempo, precisó, incluía bailes.

Chaile es licenciada en Historia egresada de la UNSa, doctora en Historia de la Universidad Nacional de La Plata, docente universitaria e investigadora asistente del Conicet. Es autora del libro “Los cultos religiosos en Salta” y dio una entrevista al diario El Tribuno para ahondar sobre las fiestas religiosas que se avecina.

Después de detallar la forma en que las imágenes llegaron a Salta, reveló algunos detalles importantes de las procesiones de otros tiempos: “En algunas circunstancias especiales y por razones de fuerza mayor se pudieron haber postergado [las procesiones] pero siempre se realizaron. Hubo variaciones con el tiempo, por ejemplo antiguamente se acostumbraba a realizarlas de noche y acompañarla de otros eventos como un baile. Estas devociones tuvieron gran presencia en la época de la colonia y hay registros incluso de la llegada de peregrinos, a fines del siglo XVIII, provenientes de la provincia de Jujuy. Hay una relación muy íntima entre las imágenes y los peregrinos. La gente viene desde muy lejos por el Señor y la Virgen del Milagro”.

Consultada la académica si en algún momento hubo una retracción en el culto del Milagro, Chaile respondió lo siguiente: “Es posible identificar algunos momentos en que pareciera ser que ha retraído y que se ha dado más importancia a otras devociones. Esto se puede observar en 1813, donde la Virgen de las Mercedes cobra importancia después de la batalla de Salta, ocurrida el 20 de Febrero. Pero luego, en 1844 hubo un nuevo terremoto y esto hizo que cobrara fuerza nuevamente la devoción por el Señor y la Virgen del Milagro”.