El denunciado abogado Matías Sanz Navamuel fue beneficiado por el juez Antonio Pastrana, en un nuevo capítulo de la justicia patriarcal.
El peligro que corre una de las tres mujeres que denunció al abogado con aceitado vínculos políticos y judiciales parece no importar a la Justicia salteña que en un nuevo capítulo pasa por alto la prevención de las violencias contra mujeres.
La peligrosidad de la medida dictaminada por el juez de Garantías 3, Antonio Pastrana, que aceptó que Sanz Navamuel con arresto domiciliario, con requerimiento de juicio por violencia de género, salga tres veces por semana a hacer ejercicios, atenta contra el salvaguardo de la mujer que lo denunció. Sobre todo teniendo en cuenta los exámenes médicos que señalan que el el acusado tiene una patología crónica con muchos años de evolución, con recaídas y discontinuidad en los tratamientos y que en otra oportunidad no respetó la medida perimetral y se encontraba acechando a la mujer en su lugar de trabajo.
«En julio del año pasado él estuvo a medio metro de mi trabajo, acechando y hostigando. Las cámaras lo capturan restringiendo la perimetral, por eso motivo va preso un mes y después le dan prisión domiciliaria. Después los médicos señalan que el está enfermo. Somos tres las mujeres que lo denunciamos, cómo puede ser que la justicia mire para otro lado», mencionó una de las denunciantes.
Los abogados defensores del abogado, Fernando Teseyra y Nicolás Silvestri solicitaron que las salidas fueran de dos horas y presentaron certificados del psicólogo Diego Martín Dutto y del psiquiatra Ignacio Crespo, quienes están tratando a Sanz Navamuel y mencionaron que presenta una respuesta favorable al tratamiento.
«Cuestiono el sistema de privilegios, sabemos que el no está en sus cabales. Es sumamente peligroso. Me quiso matar», recordó una de las mujeres.
La fiscala María Luján Sodero Calvet se había opuesto a las salidas solicitando que la medida de seguridad se cumpliera de forma estricta.