Es más que sabida la dura puja por la intendencia capitalina. Dos esperanzas blancas van al choque, en el intento por captar el voto VIP, y un tercero va por la vía popular. Romero, Suriani y Leiva aseguran que captan la intención mayoritaria.
Bettina Romero, con su atuendo en rojo pasión y sus convicciones casi verdes, por un lado. Y David Leiva, con su negro característico, en antagonía absoluta con “la niña”, promete polarizar la elección a pesar de la gran diferencia de votos que hubo en las PASO entre los dos. Si Macri logró acercarse a Alberto de una forma inusitada, que nos hace pensar que el ex líder de Los Juveniles Panda no podría hacer lo mismo?
La aversión por las políticas romeristas y la posibilidad de que vuelvan a instalarse en este terruño, causan escalofríos a más de un salteño. El desafío es duro. Las posibilidades lógicas son pocas, pero en política todo puede ser.
Pero desde otro ángulo de la puja está Andres Suriani, un amarillo de pañuelo celeste, portando el estandarte de ser el defensor de la vida y la familia. El que le llegó más cerca a la Betty en las PASO, pero que nadie está teniendo en cuenta demasiado. Él también va por todo… o no, pero hace muy bien el trabajo de embarrar bien la cancha para que los Manolo Blahnik de “Betty” no duren demasiado en el piso
“Las diferencias entre Bettina y yo son dos: una, ella es verde y yo celeste. La otra es que ella viene de una familia que concentra poder hace más de 35 años y yo vengo a renovar la política con un grupo de hombres y mujeres abierto al dialogo, al consenso y sobre todo, a la democracia”, dijo Suriani, resumiendo en sus palabras lo que podría ser el gobierno de una Romero en la ciudad más importante de Salta.
Todo el apoyo del Frente TODOS no alcanza para equiparar la cantidad de votos que obtuvo la niña Romero en las PASO, pero si a eso le sumamos el voto de la mayoría de las listas del Frente Gustavo Saenz Gobernador, el panorama se torna más alentador. Y si a ese apoyo le sumamos el que podría obtener de Suriani, el triunfo es color negro. Los compromisos en caso que todo salga bien, están establecidos y todos tendrían un lugar asegurado. Pero en caso que la situación ser adversa, el Concejo Deliberante va estar tan repartido que fácil no le resultar gobernar a la dama de rojo.
Todo puede ser en este valle de paz y tranquilidad… la suerte está echada.