Una de cal y una de arena, como se dice una cosa se dice la otra, y cuestiones por el estilo en tiempos en los que todo lo sólido se desvanece en el aire, como ya advertía en 1982 el avivado de Marshall Berman. En los días que transitamos, el revoltijo de noticias que llegan intercala lo apócrifo con lo exacto, aunque también la necesidad al determinar un caso u otro.
Por un lado, el Ministerio Público Fiscal recibió la confirmación que la fiscal de Embarcación, Gabriela Souto, se ocupará de indagar en torno a una noticia falsa y alarmista sobre un caso de COVID-19 que no era tal. En tanto, en la ciudad anteña de Las Lajitas un periodista fue imputado por desmentir una información falsa. Habrá que aunar criterios al respecto.
El asunto en el norte provincial surgió este lunes, cuando se le dio circulación a un supuesto caso de activación del alerta frente a una sospecha de un caso por coronavirus en Embarcación. Hasta trascendieron detalles como el pasado reciente de aquella paciente en la región más caliente por esta pandemia que se registra en la provincia de Chaco, junto con una aparente confirmación de análisis de laboratorio que supuestamente lo certificaban.
En cambio, la fiscal Souto pudo contrastar que dicha situación sanitaria había sido desbarrancada por autoridades del Ministerio de Salud salteño. Por ello, ordenó girar a esa Fiscalía la información oficial de la Unidad Regional 4, dado que la “fake new” fue confeccionada hasta con el membrete que utiliza esta dependencia para sus partes internos.
Luego de obtenida la refutación, por parte del Ministerio de Salud provincial, de todas maneras se activó el protocolo de actuación que es usual en casos sospechosos de COVID-19.
Por esta razón, Souto reiteró que la redacción, edición y divulgación de noticias falsas es delito de persecución por el Código Penal, por lo cual aconsejó utilizar fuentes oficiales o medios de comunicación formales para informarse sobre esta pandemia. Lo cual recordó una recomendación en tal sentido dada por la propia Fiscal de Embarcación a la Municipalidad local, organismos oficiales provinciales y nacionales con dependencias en ese municipio y medios de comunicación, para que sólo compartan, publiquen y se remitan a la información sobre la pandemia, con datos oficiales.
Una contra denuncia
En el reverso de la moneda, el abogado lajiteño Tomás Flores cuestionó a la justicia provincial por reprender al comunicador Fabián Leiva. El letrado relató que la presentación contra el hombre de medios anteño surgió, paradójicamente, luego que desmintiera una “fake new” sobre un caso de coronavirus en esta localidad.
La información falsa había circulado durante la jornada del domingo pasado, contó Flores y recordó que su defendido lo único que hizo fue chequear tal dato con el gerente del Hospital de Las Lajitas, quien le desmintió de plano tal versión. El profesional recordó que una situación de “paranoia” entre los pobladores se dio con aquella información sin ningún asidero.
Pero más allá del pánico que generó tal información falsa, Flores comparó como un hecho más grave lo que consideró como persecución judicial al comunicador, la seguir “desmintiendo la información de que había un caso de covid 19 positivo en nuestro pueblo, llevando así tranquilidad a Las Lajitas y a toda la comunidad”.
Por otro lado, Flores trajo a colación el artículo titulado “La información accesible y veraz es esencial durante la pandemia del coronavirus”, publicado recientemente por Naciones Unidas, como también la posición de la CIDH por el “aumento de la criminalización y hostigamientos contra periodistas, activistas y artistas que ejercen la libertad de expresión”.