Ante la falta de agua potable, las comunidades originarias y criollas de Santa Victoria Este se ven obligadas a beber de la misma represa de la que beben los animales. «Es agua turbia, la gente se enferma» comentan. (Mirá el video)
El drama del agua en Santa Victoria es más que acuciante. Las familias de monte adentro y de algunas misiones cercanas al pueblo se ven obligadas a beber de la misma represa de la que beben los animales. Se trata de agua turbia y estancada, que representa serios riesgos para la salud de los habitantes; quienes, por cierto, tienen serios problemas para acceder a medicamentos y asistencia sanitaria.
Cuarto Poder estuvo en Santa Victoria y dialogó con referentes de comunidades de la zona. «La gente que vive monte adentro toman agua de represas, donde pueden tomar también animales. Las comunidades indígenas y los hermanos criollos también sufren de agua. Donde toman agua ellos, toman también los animales», comento Hugo González de Misión La Paz, ubicada en el límite con Paraguay.
Una de las voces calificadas para dar testimonio de esa realidad es Pedro Lozano, originario de Misión Cañaveral y actual concejal de Santa Victoria. «Es así. Cuando llego donde no hay agua tengo que tomar junto con los animales el agua de la represa. La comunidad el Quebrachal está tomando junto con los animales de una represa. No hay pozo, no hay nada. No tenemos agua. Hay muchísimas enfermedades, realmente es triste de ver».
Las comunidades más alejadas del pueblo son las que peor la pasan. En Misión Quebrachal, llevan años pidiendo que al agua llegue hasta sus casas. «Ya nos hemos cansado de pedir un pozo. Tenemos una represa de donde toman los animales y ¿Qué vamos a hacer si no hay agua? Tenemos que tomar juntos», cuenta Julio Campos de Misión Quebrachal.
«Se enferman porque se debilitan. Es agua turbia. El animal cuando toma agua después ¿que hace? Mea y caga. Y si nosotros no tenemos agua, a la fuerza tenemos que agarrar porque estamos distanciados de Victoria y de Rancho el Ñato. No hay ayuda», concluye.
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