Fuera del ritmo electoral, la última sesión de diputados dejó poco y tal como se esperaba el principio fue jugoso. Sólo el tramo de manifestaciones tuvo algo de interés y el foco estuvo en el tema de la enseñanza religiosa. (Aníbal Roldán)
“No tenemos que tener miedo de nuestras creencias; es más, arriba del presidente de la cámara tenemos a Cristo crucificado, para algunos puede significar nada, para mi es el dios vivo que se hizo hombre y fue crucificado para salvarnos. Pedimos que se respete el derecho que desde nuestra constitución se emana para todos nosotros los creyentes”. Las palabras no salían de la boca de un vocero de la iglesia sino del diputado Baltasar Lara Gros. Lo decía con orgullo pueril y despojado de cualquier prevención como si estuviera defendiendo algo justo.
Lara Gros fue la aparición que faltaba luego de que el concejal Andrés Suriani se manifestara a favor de la enseñanza ante la Corte Suprema de Justicia y le mandara una carta al papa Francisco. El joven oranense, cercano al círculo íntimo de Urtubey, no realizó una elocuente intervención pero sí dejó manifestado su postura respecto a dios y la iglesia católica. El oranense dijo que la enseñanza religiosa equivale a enseñar “teorías sobre buenos valores para una convivencia social más sana” y resaltó que en la constitución provincial, en su artículo 2, se “promueve el culto católico” y que en el artículo 49, a los padres que habitan el suelo de Salta se les otorga el derecho a que sus hijos reciban educación religiosa.
“Aquellos que se llaman progresistas y quieren proscribir la religión en la escuela, les digo que los progresistas de este siglo tenemos que abrir la cabeza, el corazón y el alma a la tolerancia entre los distintos credos y al bien común. Quienes la rechazan se pasan hablando de cómo sacar la religión y no en sacar la droga de los jóvenes”, agregó. Y para terminar consideró que “un porteño no entiende” la idiosincrasia salteña que naturalmente se caracteriza por ser un pueblo con “una cultura religiosa”.
La entenada
La reunión en un lugar poco frecuente pero que últimamente se convirtió de interés para varios funcionarios como Javier Montero, quien aportó algo a la minucia política cotidiana. Ocurre que la semana pasada se realizó en Vaqueros una reunión entre miembros del gabinete de Urtubey y el intendente Daniel Moreno y por un “descuido” voluntario o involuntario, quedó afuera la diputada de La Caldera, Rosana Guantay: “Siempre acompañamos lo que manda el ejecutivo por eso nos sorprende la desconsideración que hubo”, dijo enojada la legisladora quien resaltó que “la gente no entiende de internas”. Un cronista parlamentario comento que en el Gran Bourg dijeron que “la ignoraron porque el círculo de los que planifican en un lugar que aspira ser residencia clase media alta tiene que ser cada vez más chico”. No sería una novedad que el gobierno quiera tener mayor injerencia en un pueblo con potencial turístico como lo es Vaqueros, que dicho sea de paso se continua poblando de jipis con OSDE.
Escuela con parque botánico
La semana pasada, cuando las máquinas de una empresa constructora volteaban los alambrados de la Escuela Agrícola, padres y alumnos encendieron la luz de alerta manifestándose en las puertas del establecimiento. Nadie conocía bien qué pasaba y se escuchaban varios rumores sobre el futuro de estas preciadas tierras donadas por la familia Güemes hace más de 70 años. Se decía que el gobierno quería un uso ajeno a los cargos de la donación y algunos fueron más lejos señalando que se quería construir centros comerciales, casinos y un posible traslado de la institución a Rosario de Lerma.
El gobierno negó estas posibilidades pero lo cierto es que hoy la Agrícola alberga a la escuela de policía y hasta a un “Corsódromo” en su interior, generando toda clase de suspicacias. En este marco ingresó por mesa de entradas el último martes un proyecto importante para la creación de un parque botánico autóctono en la escuela agrícola, en la zona lindera a la calle Gato y Mancha.
El proyecto plantea la administración del predio a cargo de la escuela, contando para esto con recursos provinciales fundamentalmente. La iniciativa impulsada por el diputado de izquierda Arturo Borelli en sus fundamentos señala que la ley busca conservar el lugar no sólo para el estudio sino también como espacio de esparcimiento, pulmón verde y punto de apoyo para el fortalecimiento del corredor biológico por el que se desplazan aves y otros animales.