Una empleada de casas particulares debió renunciar ante los acosos sexuales y tocamientos impúdicos a los que la sometía su empleador, de 49 años.

El oranense Romualdo Raúl Álvarez fue condenado a la pena de ocho meses de prisión de ejecución condicional, por ser autor material y penalmente responsable del delito de abuso sexual simple mediando abuso coactivo.

La víctima trabajaba como empleada de casas particulares y se vio obligada a renunciar ante los acosos sexuales y tocamientos impúdicos a los que la sometía su empleador.

El acuerdo de la pena fue presentado por las partes. Durante la audiencia de juicio, el acusado aceptó la participación en el hecho, y la víctima, por su parte, prestó su consentimiento.

El juez Edgardo Laurenci de Orán dispuso, además, que una vez firme la condena se proceda a la realización del examen genético del imputado y su posterior incorporación en el Banco de Datos Genéticos.