El diálogo político que inició el Ministerio de Gobierno, y que se desarrolló hasta ahora con pocos invitados, generó celos internos y una reacción insólita de un grupo de legisladores y dirigentes, se autodenominan los “éticos”, que quieren preservar el sistema electoral de PASO y los privilegios que al Estado Provincial le cuestan más de $1.000 millones.

 

En búsqueda de imponer una postura dentro del saencismo, Ricardo Villada avanzó con charlas en las que el patrón común fue sostener las PASO. Miguel Nanni, el grupo intervencionista del PRO, Manuel Santiago Godoy, alias «el Indio» y su séquito familiar, y Sergio Leavy, alias «el oso» por el Partido para la Victoria, coincidieron en que “todo” está bien y que, con los impuestos que pagan todos los ciudadanos, Salta debe seguir solventando las campañas de los actores políticos de turno.

En la Cámara de Diputados apareció un proyecto aislado del diputado Albeza que se valoró intencionadamente como “oficialista”, más unas conversaciones paralelas que los “éticos” tomaron como poco serias generaron una decisión transversal de golpear por los medios con una declaración con el fin de preservar el status quo. No solo quieren dietas, pasajes de avión, sueldos para familiares y algunas concesiones por hacer favores desde sus lugares de incidencia. Con las PASO insisten en sangrar un escuálido presupuesto provincial.

Las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias están devaluadas porque hace rato que no definen nada importante. Los partidos políticos no las usan para dirimir el postulante a la Gobernación –que es el epicentro-  y la ciudadanía está fatigada de que se las convoque para una encuesta de opinión que agrede cada dos años los ambientes familiares con publicidad y propaganda pagada en blanco o en negro por las arcas estatales.

Una elección primaria, que por definición es obligatoria, impone cada dos años la contratación de la logística de voto electrónico (este año podría implicar más de 800 millones de pesos), a los que se suman afectación de establecimientos y personal docente de 300 escuelas que deben abrirse el domingo de elecciones, como también servicio de reparto y custodia de máquinas que se paga al Ejército Argentino, con más el clearing de documentación electoral que se le paga a OCASA, y el adicional de sueldo para 3.000 policías que deben asegurar que las elecciones se desarrollen pacíficamente.

Desde los pasillos de Grand Bourg son varios los que se mostraron sorprendidos por el nivel de cinismo que profesan varios de los dirigentes firmantes de una solicitada que –dicen- redactó Federico Hanne, pareja de la diputada renovadora-kirchnerista Cristina Fiore, quien busca reeditar una alianza del PRS con el urtubeysmo recidivo. Esta dupla que mira de cerca el ocaso de la dieta y ya explora la gastronomía logró convencer a Baltasar Lara Gros de que participara de la maniobra.

La coincidencia de los firmantes constituye el primer episodio en el que Juntos por el Cambio y el Frente de Todos se aliaron para mantener un sistema que los beneficia al solventarles gran parte de los costos de campaña. Pero leyendo con más detenimiento las causas de la repentina aglomeración, cada uno de los que han acompañado la solicitada muestra los hilos de titiriteros que desde la trastienda atizan el fuego para que se cuestione al gobierno.

La presencia de Pablo Kosiner y Francisco Marinaro Rodó encubre una orden impartida por el ex gobernador Juan Manuel Urtubey, a la vez que Carlos Zapata y Roque Cornejo Avellaneda son la punta del iceberg que representa Alfredo Olmedo, quien amenaza con reeditar su incursión electoral el año que viene. El actual partido olmedista –Ahora Patria- y los anteriores, jamás habilitaron una interna para definir candidatos, ni lo harán.

La firma de Juan Romero no está en el documento pero su figura política es el nexo que comunica a tropa propia con radicales, olmedistas y los camaradas del PRO. Nada se hace sin que el senador nacional apruebe previamente. La habilitación del matutino familiar para difundir gratuitamente el parte y hasta un par de notas de opinión constituyen una clara adhesión al sabotaje mediático. Sus hordas de Lesser piden que se preserven las PASO, pero en la intimidad del poder piden que el dedo ordene la reelección de Bettina Romero como candidata exclusiva para el principal sillón capitalino, negando la competencia en internas a Bernardo Biella y Emiliano Durand en la Capital.

La participación de los “dirigentes” más autoritarios –aunque coherentes con su ideología- provocó mayor sorpresa en el espinel político. Los del PRO han propiciado un proceso intervencionista que proscribe a los dirigentes que no se someten a la línea dura de Patricia Bullrich y normalmente definen las candidaturas en un sótano. Su dirigencia en las encuestas mide sus expectativas con guarismos similares a los de la temperatura de Groenlandia. Son los mismos que por falta de pago de los aportes partidarios han dispuesto negar derechos electorales internos o de cargos electivos por dos años sin ponerse colorados.

El discurso cambia según la cancha donde juegue. Por eso, los bloques de diputados nacionales que integran Virginia Cornejo y Miguel Nanni apoyan a nivel nacional la reforma electoral que propone Florencio Randazzo y que incomoda al oficialismo y en especial a Sergio Massa. Es en Buenos en donde consideran que hay que modificar las reglas de juego a un año de la elección, mientras que en Salta sostienen todo lo contrario.

Otro que se subió al colectivo que le quedaba bien fue el diputado nacional Emiliano Estrada, quien dijo que por tratar el tema electoral los gobernantes están divorciados de los salteños. El discurso del legislador, que resultó electo de una boleta apoyada por el saencismo, coincide con los que firmaron el manifiesto y que informan que prefieren hablar de salud, seguridad, educación y economía. Sin mucho esfuerzo puede afirmarse que al margen de algunas denuncias verbales, no tienen proyectos que contemplen alguna solución.

El estrépito, la hipocresía y el disimulo de los vicios propios son las herramientas con las que trabajan a diario para combatir a un gobierno que también tiene fallas y defectos. Quizás la manifestación más clara de su falta de calidad es que no logran imponerse sobre un gobierno que acredita pocos logros –casi todos concentrados en su líder- y que exhibe en las encuestas una moderada imagen positiva del 50%. En contraste, el bastión romerista capitalino habla de una imagen negativa de Bettina Romero del 73% y escasas posibilidades de conservar su cargo si de la pureza de un sistema electoral dependiera su destino.

La política de los cómodos sigue vigente, y el manoseo de la palabra “ética pública” se lleva puesto el sentido común del ciudadano que sabe de prácticas contradictorias de muchos de los que les dirigen mensajes. Por nepotismo o amiguismo la mayoría de los firmantes ingresó a los cargos colgados de las figuras de Mauricio Macri, Alfredo Olmedo, Sergio Leavy o Juan Urtubey y su peso específico según denuncian las encuestas es casi nulo.

Varios de los firmantes siguen cobrando sueldos del Estado Provincial de manera directa o a través de sus familiares. En el bando de los “éticos” también hay concejales que operan intereses inmobiliarios, senadores e intendentes que hacen culto del nepotismo, dirigentes que depredaron tierras fiscales en Anta, nacionalistas de etiqueta que apoyan al FMI, descendientes de dictadores, peronistas renegados que también asaltaron la caja pública y periodistas que abusaron de la publicidad oficial. Todos ellos caminan con un rebaño integrado por muchos/as que no tienen profesión ni oficio conocidos pero que viven del Estado desde siempre. Como dijera Cervantes, “cosas verás, amigo Sancho, que harán hablar a las piedras”.