Superadas las discusiones administrativas y ya reconfirmado el diputado Nanni como titular del Comité Provincia, el indómito radicalismo salteño dirimirá en las urnas la conducción del Comité Capital.
Una carta abierta firmada por un nutrido grupo de históricos dirigentes radicales y difundida en las últimas horas asegura que “las listas que competirán en el comicio interno, están conformadas por personas de bien a quienes no se descalifica, son radicales probos, con vocación de servicio y un alto compromiso ideológico” y, lo más importante, enfatiza que “estamos todos los radicales juntos”.
El texto lleva las firmas de Néstor Salvador Quintana, Osvaldo Camisar, Alberto Espeche, Carlos Saravia Day, Juan Carlos Castiella y Ernesto Solá entre muchos otros radicales salteños y concluye con un explícito apoyo a “la gestión del actual presidente del Comité Provincia, diputado nacional Miguel Nanni, a quien se le ha confiado un nuevo mandato partidario” y a la candidatura “del correligionario Héctor Chiban y quienes lo acompañan para que conduzcan los destinos del Comité Capital los próximos 2 años”.
Pero es mucho más que una proclama de adhesión a un candidato o a un dirigente, es la confirmación del renovado brío interno en la UCR. En las urnas, como corresponde, el siempre indómito pueblo radical salteño dirimirá este domingo sus diferencias. Superadas las discusiones administrativas (incluso judiciales) y ya reconfirmado el diputado Nanni como titular del Comité Provincia, la disputa está centrada en el Comité Capital.
El oficialismo lleva como candidato al titular de la Gerencia de Empleo del Ministerio de Trabajo de la Nación, Héctor Chibán, en la lista “Un Nuevo Camino” y enfrentará al concejal Alberto Salim de la lista “Morada” y a la dirigente de la Organización de Trabajadores Radicales Paola Borgatta de la lista “Yrigoyenista”.
“Esto demuestra que el partido recobró vigor y discusión interna” explican desde el entorno de Nanni y Chibán y descartan, en consecuencia, que la actual conducción tenga un “perfil autoritario” como aseguran algunos dirigentes opositores. “Éramos una fuerza invisible, sin ningún tipo de gravitación política, a punto de desaparecer en toda la provincia” reconoce el propio Nanni y asegura que “esta vez, en cambio, hay un radicalismo consolidado para que la gente independiente diga apostemos por esta fuerza que nos va a sacar de la hegemonía en la que vive Salta desde hace 30 años”.
Ése es, en efecto, el desafío de la conducción partidaria: consolidar el liderazgo del dirigente cafayateño y proyectarlo a la sociedad salteña para los próximos procesos electorales. “Cuando asumimos hace 2 años el partido no tenía ninguna presencia y hoy tenemos representantes en varios Concejos Deliberantes y en la Legislatura y hasta tenemos un intendente y un diputado nacional”, subrayan en el oficialismo.
Sin negar esa realidad, numerosos dirigentes sostienen sus cuestionamientos al personalismo de Nanni y al alineamiento del partido con el gobierno nacional de Mauricio Macri. Exigen mayor participación en las decisiones locales y mayor nivel de crítica a las medidas gubernamentales. “Nanni no estuvo a la altura de lo que el partido demandaba” acusan el diputado provincial Humberto Vázquez y el dirigente universitario Rubén Correa y denuncian la mirada acrítica al gobierno “de derecha, que ahondó la crisis económica y social heredada del kirchnerismo”.
Y con un análisis crítico de oficialistas y opositores, el joven dirigente Agustín Farizano asegura que “el domingo habrá para elegir entre 3 listas pero yo no lo veo como una demostración de libertad y democracia interna sino como una señal de que seguimos sin poder demostrar una genuina y fuerte unidad”.
“Me encantaría ver el mismo entusiasmo que muchos correligionarios gastan en las internas cuando se compite mano a mano con las otras fuerzas políticas” añade y se esperanza en llegar a un consenso “que nos unifique y nos haga ser una oposición fuerte, preparada y con la capacidad de generar cuadros políticos poder ser gobierno”.
En eso están los radicales, tratando por enésima vez de consolidar el partido en la provincia. “Hasta hace algunos años la UCR era una fuerza totalmente intranscendente, objeto de burla, sin presencia territorial en ningún lugar, pero desde el año pasado hemos hecho mucho” dice Nanni y confía en un triunfo que ratifique su liderazgo y ubique al partido en una situación favorable para las inevitables negociaciones con los aliados del Frente Cambiemos el año próximo.
“Queremos seguir creciendo, siento que hemos hecho las cosas bien y que merecemos la oportunidad para seguir administrando el destino de nuestra fuerza ya no para hacer radicalismo con los radicales sino para ofrecérselo a la gente” asegura el dirigente cafayateño y confía en el apoyo de sus correligionarios para encarar los procesos electorales de 2017 y 2019.