Recibos duplicados, resoluciones que se pierden, sobreprecios y, sobre todo, plata que tiende a desaparecer. La obra pública es la caja que hace de botín de funcionarios: recursos que ingresan por montos que superan los dos millones pero se gastan uno. Cuestiones que explican por qué Orán está en caída libre. (DOM)

 Las 167 páginas de la auditoría realizada al municipio de Orán, bien pueden leerse como parte de una desopilante comedia de equivocaciones, plagadas de personajes ineptos; pero también semejan a un policial negro, en donde la ineptitud no es más que una máscara, una cortina de humo destinada a ocultar los pequeños y cotidianos crímenes perfectos. El informe financiero abarca cuatro años: 2008, 2009, 2010, 2011 y 2012 y es algo desesperante comprobar que las observaciones realizadas en 2008 no han sido, en su mayoría, subsanadas en el último período analizado y a eso hay que sumar nuevas irregularidades y un ocultamiento sistemático de documentación.

La torpeza no es ilegal, pero sí explica en qué medida la voracidad de los funcionarios termina repercutiendo en otros aspectos sociales: los funcionarios de un municipio pobre, devastado, sólo pueden captar adeptos sumando empleados públicos de una manera irresponsable. De los 778 trabajadores que había en 2008, ya se podían contar 1039 a comienzos de 2012. El promedio da algo así como un empleado municipal nuevo por semana. Es por eso que en Orán, el 60% de los gastos municipales corresponde al pago de sueldos de los empleados. Y son tantos los empleados que tal vez se molestan entre ellos, pues de lo contrario es difícil entender cómo ha hecho el municipio para perder resoluciones completas. Faltan: Nº 249/08, 264/08, 264/08, 298/08, 308/08, 367/08,  373/08, 392/08, 394/08, 418/08, 459/08, 480/08, 483/08, 519/08, 619/08, 651/08,  658/08, 659/08, 667/08, 672/08, 676/08 y 731/08. El archivo está sin encuadernar, es llevado en un bibliorato que no está foliado ni presenta otro tipo de resguardo para evitar la pérdida de sus elementos.

 Todo parece indicar que el municipio ha sido así de caótico en estos cuatro años. Ese caos tiene una razón. Si bien los adolescentes pueden confundir desorden con rebeldía, los funcionarios saben que desorden significa impunidad. Un ejemplo claro se da en el inventario de bienes: en 2008, los investigadores detectaron que éste no se encontraba actualizado y que el Reporte de Altas y Bajas resultaba incompleto, ya que no se informaron las bajas ocurridas de los bienes, que componían el Patrimonio del Municipio. Al no realizar las numerosas modificaciones y no registrarlas, no se puede saber qué falta ni por qué; si se descartó por viejo o si desapareció apenas llegó. Al respecto, el Municipio, mediante informe escrito, explicó que recién los empleados estaban cargando datos de 1990 en un nuevo software. Como quien se pone al día, contrataron de manera directa dicho software “para Gestión Administrativa Municipal”. El costo fue de $439.000; pero tres años después no habían terminado de cargar los datos así que todavía no se podía hacer un inventario real de los bienes.

Lo que sí se pudo constatar fue que esa contratación directa no cumplió con ningún requisito legal: “Los antecedentes presentados por la Municipalidad a esta Auditoría contienen además de la propuesta de la empresa contratada, los proyectos de servicios de otras dos empresas (una de ellas no contiene referencia alguna al costo del sistema), no menciona fecha de presentación, ni firma de los responsables de las empresas, como así tampoco cualquier otra referencia, que permita constatar la oportunidad en que dichas propuestas fueron requeridas, con lo que no puede afirmarse, que sean previas a la elección del proveedor”.

 El día a día

 Después están los saqueos cotidianos. Podríamos llamarlos robos hormiga, pero en realidad serían hormigas atómicas o semiatómicas: los faltantes son, siempre, por arriba de los 50 mil. Por ejemplo, no se sabe bien qué pasó con $ 135.011 por la Orden de Pago Nº 2946, pues no se adjunta comprobante respaldatorio.

 Otro ejemplo. “La OP Nº 2784 emitida en fecha 14/09/09, acredita el pago de $ 25.000 por contrato de Comercialización de Espectáculo Deportivo Campeonato de Supermotard Argentino, cuyo comprobante respaldatorio es un contrato firmado con una persona distinta de quien recibe el pago, sin acreditar representación suficiente, y lo hace mediante la entrega de un recibo informal elaborado a mano”.

Tomemos más ejemplos al azar. Observación N° 49: El beneficiario de las órdenes de pago, según consta en la base  de datos de la página web de la Dirección General de Rentas de la Provincia de Salta, no registra inscripción en el Impuesto a las Actividades Económicas (beneficiario DNI Nº 23.395.054). Otra: en la Orden de Pago Nº… la imprenta “Horizonte Papelero” que imprimió el talonario con fecha Noviembre de 2009, según se informa en la constancia emitida de la página web de la AFIP, tampoco registra impuestos activos, al momento de las tareas de campo. En 2011, observación Nº 124: “Se evidencia un desdoblamiento de facturas, en las siguientes Órdenes de pago: Nº 1595, 1991, 2833, 3075, 3240, 3371, 3780, 3934 y 5146, lo que contraría las disposiciones de la Ley N º 6838-Sistema de Contrataciones de la Provincia”.

Hay afanos que atentan contra el sentido común. Probemos con un test relámpago para los lectores de Cuarto Poder: ustedes tienen que comprar dos camiones, y por los mismos una concesionaria les pide $ 491.782; otra le pide $ 507.880 y hay una tercera que apuesta por $ 551.856. Repetimos: son los mismos camiones. Una persona que tiene que poner de su bolsillo agarraría la primera oferta, es decir la más barata. Pues en la Orán de Lara Gros, hay otra lógica: pagaron $ 551.856. Los intentos de justificación por haber tomado esta decisión son bochornosos.

Y eso no es todo. Quizá el mayor acto de magia, en el que se evaporan fondos -ahora los ven, ahora no los ven- tiene que ver con las obras ejecutadas con el “Fondo Federal Solidario”. Las obras estaban financiadas con fondos nacionales, con destino específico, que no fueron contempladas en el Presupuesto General del Municipio. De acuerdo a la Ejecución Presupuestaria, los recursos ingresados por este Fondo sumaron en 2009 $2.155.478; pero sólo se gastaron $ 940.430. La diferencia, nada soslayable, es lo que no se encuentra. Un par de años después, fueron más sutiles, aunque no tanto. Observación Nº 145: No fue puesto a disposición, documentación que justifique la diferencia de $ 245.487 entre el importe informado por obras del Fondo Federal Solidario y el registrado en la Ejecución  Presupuestaria.

 En un municipio rico, no se entendería esta voracidad por el saqueo. En una tierra en donde todo parece estar cayéndose a pedazos, en donde chicos deben tomar clases en aulas-establos, no tiene nombre.

 Basura

Algunos especialistas aseguran que se puede conocer el progreso de una sociedad según su relación con la basura. Y en este caso Orán se encuentra aún alejada de la modernidad. Los funcionarios mintieron descaradamente. Aseguraron que el procedimiento de gestión consiste en la quema de la basura, depositados en las cavas o trincheras ya existentes de las cortadas de ladrillos, compactándolos con una topadora, a efectos de disminuir los volúmenes. Incluso llegaron a decir que luego de completar la trinchera de residuos, se procede a su cubrimiento con material térreo de 1,00 metro de espesor aproximadamente, para su recuperación.

 Pero cuando los inspectores fueron al basural, no encontraron trincheras ni el cubrimiento de la basura. Todo era un gran foco infeccioso. “La falta de material impermeabilizante en el tratamiento efectuado, permite la contaminación de las napas de aguas subterráneas. De la inspección ocular efectuada, se observó trabajos de nivelación y quema de residuos… Los residuos son depositados a cielo abierto, sin clasificación alguna y sin que se efectúe el tratamiento correspondiente, no observando lo dispuesto por el art. 105° de la Ley N° 7.070,  Protección del Medio Ambiente y su Reglamentación y art. 28º de la Carta Orgánica Municipal”, dice el informe.

 No hay nivelación y compactación de los residuos sólidos, sin la previa impermeabilización y esto repercute en la contaminación en los acuíferos de la zona. Los inspectores tampoco encontraron a los famosos recicladores. Entre otras cosas, porque la gestión de los residuos sólidos implementada por el Municipio, no contempla mecanismos, que fomenten el reciclaje de los materiales, la disposición y tratamiento por separado de los residuos biodegradables, ni el manejo cooperativo de los procesos de tratamiento, tal como lo prevé el art. 110° de la Ley Nº 7070 y su Reglamentación. “En el predio del Basural, se realizan actividades de selección de desechos por parte de personas ajenas al mismo, como así también, la alimentación de animales”, dice el informe.