La situación social de extrema pobreza sucumbió como noticia hasta diciembre pasado frente a mil doscientas millones de razones. Hasta que la dimensión del drama en las comunidades originarias fue encauzado por vías normales. El tapón y la agenda noticiosa marcada durante la gestión anterior, tendrá continuidad en la actual? El engranaje que faltaba poner a la luz e hizo posible semejante silencio por las muertes en el norte.

Por: Federico Pérez.

 

En los últimos días, algo se dijo del multimillonario malgasto publicitario con el que la gestión Urtubey mantuvo apaciguadas las noticias sobre los casos extremos de desnutrición. Sin embargo, absolutamente nada trascendió del siguiente engranaje para la bajada de línea a medios de prensa, sobre todo locales, a un costo de $ 1.200 millones. De lo que se encargaron Troka S.R.L. y/o Juan Pablo Rodríguez, su ex (¿?) socio gerente, luego multiministro y asesor político U.

Las miradas sobre la muy posible manipulación de cifras relativas a desnutrición, en la administración provincial anterior, fueron hacia Salud y Primera Infancia. Sin embargo, faltó señalar la articulación de este “no pasa nada” con los medios de comunicación realizada por la dupla mencionada en el párrafo anterior, encargados de seleccionar quién ejerce (y quién no) el periodismo en toda Salta. A partir de su gravitación en la pauta publicitaria provincial, si cabe aclararlo.

Troka y su ex gerente y ex ministro Rodríguez contaron –¿o cuentan?- hasta acá con la incidencia directa en el monitoreo de contenidos de medios y en base a eso en los que  anuncian prácticamente los tres poderes del Estado salteño. Desde el Ejecutivo provincial en su cuerpo principal que para el común de los salteños está integrado por el Gobernador y los Ministerios, Secretarías y Direcciones, hasta el Ministerio Público Fiscal, el Poder Judicial, la Cámara de Senadores y la publicidad de todos los partidos políticos en cada elección.

En el primer coto antes señalado están contenidos otros apartados significativos, como la empresa rebautizada SANATEA (SAETA) y Autoridad Metropolitana de Transporte, con la misma dinámica control-recomendación-aviso. En cada una de las dependencias oficiales puntualizadas hasta aquí, la dupla tiene a su cargo esas funciones: audita y otorga a empresas periodísticas. Semejante despliegue es realizado con un personal de sólo 12 empleados (*).

 

Rubio, alto, ojos claros y magnánimo. 

 

 

Si la imagen actual del ex gobernador Juan Manuel Urtubey está en medio de la polvareda, luego del hallazgo lacerante de los niños macilentos fallecidos en la región norte -y las familias de las que provinieron- se debe a que cayó este velo informativo. Durante los años 2018/19, en los que la hambruna fue tan aguda como hasta 2020, en la agenda informativa del esquema de medios “allegados” las trivialidades más increíbles sustituyeron a los temas de fondo.

Esta práctica, delegada por el ex mandatario a Troka/Rodríguez, encuadra con los mecanismos de censura indirecta (**) que describe el catedrático Francisco Barbosa Delgado: “censura indirecta, es decir, aquella que realiza el Estado con el propósito de controlar e impedir la información, y con ello evitar cualquier tipo de afectación a su poder”. E incluso, la indicación sobre censura –lisa y llana- enarbolada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos: “violación radical tanto del derecho de cada persona a expresarse como del derecho de todos a estar bien informados, de modo que se afecta una de las condiciones básicas de una sociedad democrática”. Dos hipótesis temibles.

 

 

“En general, la censura se considera como el acto a través del cual se impide, obstruye y evita la circulación de información de cualquier índole sin consideración de frontera”, (Barbosa Delgado).

 

 

 

La constante negativa o bien el retaceo del auspicio estatal a periodistas y medios “tachados”, entre quienes se incluye al autor de este artículo (si bien hay lista extensa), es la contraparte exacta del montaje mediático y el desprecio por la información que marcaron los años finales de la administración U. Desde el enlace Urtubey-Macedo en el tramo final de 2016, los temas sugeridos para cobertura fueron: Luna de miel del matrimonio provincial, elecciones 2.017, ascenso de Salta Basket a La Liga, embarazo de la Primera dama salteña, supuesta proyección nacional del titular del Ejecutivo salteño y el Plan AlimenDar (octubre de 2018). Haciendo un repaso fugaz.

Al verano siguiente, luego de los “crocs” de Roberto Lavagna en la cumbre de Cariló con Miguel Pichetto le siguió el armado de Alternativa Federal, con la inclusión de Urtubey y Sergio Massa como socios menores; el lanzamiento-despecho de Urtubey en el Centro de Convenciones de Limache (con adhesión de funcionarios, periodistas y dirigentes); la foto de Gustavo Sáenz con Stornelli en Pinamar; y la testimonial que desligó al actual gobernador de aquel caso.

Luego vino un acto en Cerrillos que ungió a Macacha Güemes como la pionera en mediación (¡!); Acto de JMU en el Delmi -30 de mayo- en el que se reivindicó como continuador de “Andresito”; conformación del binomio Lavagna-Urtubey; firma de un convenio con tarjeta Su Credito; campaña para detectar langostas; medidas contra la caza furtiva en Morillo (departamento Rivadavia); las PASO que consagraron como posibles sucesores de JMU a Saénz y a Leavy; triunfo de Alberto Fernández en las presidenciales; año y medio de Belita; y consagración de Sáenz como el nuevo Gobernador.

La distracción de los problemas estructurales en la provincia de Salta, con pauta oficial y la excusa en voz baja de no aventar nada que pudiese mancar el salto del Gober a la política nacional, alcanzaron a marcar la agenda oficialista de noticias. Pero lejos de aquellos artilugios, trapisondas y censura a medios y periodistas no oficialistas, hoy la voz de los famélicos se hizo escuchar. Y en este caso, sí, ha tenido repercusión en el resto del país. También en el mundo.

 

 

(*) Comunicación organizacional, Universidad Católica de Salta, 16 de febrero de 2.019.

 

(**) Barbosa Delgado, “La censura indirecta dentro de los sistemas de protección de derechos humanos: La cara oculta de la libertad de expresión”, Revista CEJIL, Año IV, número 5.

 

2019 fue campaña a pleno, tutti frutti en aplausos y resultados magros.