¿Por qué los que no le creían a Olmedo en 2011, cuando decía que le ganaba a Juan Manuel Urtubey en la gobernación, deciden creerle ahora? El gobierno agita un supuesto crecimiento de Olmedo en las encuestas. Los datos truchos como una forma de romper la veda.

El 11 de marzo de 2011, un medio salteño tituló: “Olmedo dice que aventaja en las encuestas a Urtubey y que el gobierno ‘está nervioso’

Los datos, incluidos en la nota, también eran difundidos, ad nauseam, en las publicidades que hacía el hombre de la gorra amarilla en El Tribuno: “Olmedo tenía 38 puntos de intención de votos, mientras que el actual Gobernador solo 32”.

Todos se reían de esos datos, especialmente los medios oficialistas. Y hacían bien: en abril las urnas destrozaron ese mundo ficticio en el que Olmedo se había refugiado.

Ahora Olmedo ha vuelto a sacar de la galera unas encuestas infladas, a tal punto que son inverosímiles.

Dos años después, los medios oficialistas que tanto se habían burlado de la táctica efímera de Olmedo, ahora lo respaldan y se hacen eco de estos datos sobre la disputa a Senador Nacional. Estos son los datos que se difunden: Alfredo Olmedo tiene el 33 por ciento de los votos; segundo está Rodolfo Urtubey con el 26 por ciento y tercero Juan Carlos Romero con el 24 por ciento.

Todos estos medios están ahora ensalzando la figura de Olmedo, con tal ceguera que ni siquiera notan ciertas incoherencias del trabajo de Cisem Argentina, realizado a pedido de FM Aries y a la medida de Alfredo Olmedo.

Por ejemplo, en otro ítem del trabajo de Cisem, se consulta sobre los principales dirigentes políticos provinciales. El primero es Juan Manuel Urtubey, el segundo Isa; el tercero Alfredo Olmedo y cuarto estaría Juan Carlos Romero y quinto Andrés Zottos. No figura entre los 15 primeros Rodolfo Urtubey; aunque después, por arte de magia, sí se posiciona segundo en la categoría a Senador Nacional.

De todos modos los medios gubernamentales insisten. Tratan de levantar la figura de Olmedo y de su precandidata hindú. Hasta sus disparatados proyectos son alabados.

No saben que pueden estar creando un monstruo.