Se realizó la Jornada de Identidad, Memoria y Derechos Humanos en el Instituto de Educación Superior Nº 6.053, que desde ayer se llama “Abuelas de Plaza de Mayo”. Estuvo Estela de Carlotto y hablo sobre la coyuntura electoral. (Franco Hessling)

Junto a Carlotto, estuvieron otras dos abuelas, una de ellas parte de las doce fundadoras de la organización, Delia Giavanola, y la otra Berta Shubaroff. El centro de atención, sin embargo, fue la primera que también opinó sobre la coyuntura actual: “En estos momentos de decisión, tengamos en cuenta quiénes quieren volver al pasado, abrir las cárceles para que los genocidas vuelvan a caminar entre nosotros”, además exhortó a tener “cuidado con los que dicen que los derechos humanos son un curro y con los que quieren pagarle al Fondo Monetario Internacional”.

“Es un honor que esta institución lleve nuestro nombre, sobre todo para las que fuimos docentes, y también a todas las Abuelas que seguimos haciendo docencia”, expresó la referente, quien al recibir la petición de las autoridades del terciario para bautizar con su nombre al establecimiento, sugirió, empapada de humildad, que prefería que se la denominara Abuelas de Plaza de Mayo.

“Cuando recibí la carta que me informaba la intención de ponerle mi nombre a esta escuela, es cierto que aconsejé que el nombre sea el que nos nuclea a mí y a todas mis compañeras”, confesó y añadió que “en soledad nadie puede hacer nada, es en grupo como se consiguen las cosas”.

La presidenta de Abuelas reconoció que “fuimos ingenuas” ya que “la iglesia, oprobiosa, más que ayudarnos, nos sacaba información para seguir secuestrando”. Hizo mención también al rol de los medios en la última dictadura, citando titulares del gran diario argentino, y luego actualizó su posición asegurando que “la prensa sigue mintiendo, ocultando la verdad de nuestra historia y perturbando la aplicación de la ley de comunicación”.

Luego de una emocionante reseña sobre palabras de su hija Laura, Carlotto finalizó: “La muerte de nuestros hijos no ha sido en vano, porque la sangre derramada nunca se negoció, porque usamos bastón ya que nunca nos arrodillamos, y porque vamos a seguir juntas. Nunca más”.

Di(s)putado

A la ceremonia asistieron varias figuras de la política local como el presidente de la Cámara baja, Manuel Santiago Godoy, la diputada nacional Evita Isa, el presidente del Concejo Deliberante, Ricardo Villada, el Secretario de Derechos Humanos, Martín García Cainzo, y el diputado nacional, que acaba de renovar su banca, Pablo Kosiner.

“Hoy se disputan dos modelos diferentes, por eso este tipo de actos ayudan a mostrar las diferencias y el compromiso que asumimos con profundizar la pelea por más memoria, más justicia y más verdad”, subrayó Kosiner.

Ante la consulta de cómo conquistar los votos de los indecisos de cara a la segunda vuelta por la presidencia, el legislador sostuvo que es “con el discurso de la proyección y profundización de un modelo económico, ni siquiera con el de la continuidad, porque eso es conservador, tenemos que ir por más inclusión”.

En cuanto a Estela de Carlotto, remarcó que “es una persona que sobrepasa al peronismo, lo mismo que las Abuelas de Mayo en su conjunto, no representan a un partido político sino que representan la lucha de asumir el desafío de recuperar la identidad y pelear contra la impunidad”. Concluyó que “son símbolos de una amplia mayoría del país que respeta la memoria en cuanto a los derechos humanos”.

Al respecto del último discurso de la primera mandataria, Cristina Fernández de Kirchner, recalcó que “la presidenta nombró claramente cuál es nuestro proyecto político, no queremos que vuelva la destrucción del tejido social”, también agregó en cuanto al enfoque de algunos medios sobre que no mencionó explícitamente al candidato que “si hubiese nombrado a Daniel Scioli hubiesen dicho que Cristina lo maneja”.

La Jornada

Del encuentro Identidad, Memoria y Derechos Humanos, participaron unas 350 personas que se dividieron en siete mesas de trabajo, todas avocadas a las vinculaciones entre los derechos humanos en perspectiva histórica, y las relaciones con las identidades y la educación.

Las siete mesas de trabajo fueron: Género y derechos humanos, Memoria y derechos humanos, Políticas y participación, Educación en clave emancipadora en el siglo XXI, Educación en la construcción de subjetividades, Identidad y diversidad cultural como derechos humanos, y Consumos problemáticos desde la perspectiva de los derechos humanos.

En la fundamentación de los organizadores se lee que el encuentro “tuvo como objetivo principal pensar y repensar, problematizar y reflexionar respecto del concepto de identidad desde una perspectiva de derechos humanos, partiendo de las categorías de género, memoria, políticas y participación”.

Por otra parte, enfatizan que “creemos que el conocimiento es la herramienta que hace a los pueblos libres y hacedores de su presente y futuro; el respeto por los derechos humanos es la base para la construcción de una sociedad más igualitaria; todo proceso de educación para la transformación es posible sólo si se trabaja desde la pluralidad de voces, y el reconocimiento de nuestras potencialidades”.

En algunos de los paneles, más allá de la impronta teórica del encuentro académico, se hizo inevitable la discusión en torno a la coyuntura nacional. Ante las propuestas y posiciones de Daniel Scioli y Mauricio Macri en materia de derechos humanos, además de las disidencias de los convencidos de uno y otro bando, surgió cierto consenso sobre sus políticas represivas, a-históricas, y colmadas de clichés de estigmatización.

Se citaron casos como la represión del hospital Borda en Capital Federal, a manos del gobierno del PRO, o el deceso de Luciano Arruga, responsabilidad exclusiva de la Policía bonaerense durante la conducción de Scioli. Asimismo las diferencias estuvieron más claras en cuanto a la concepción en torno a la educación, ya que el modelo empresarial de Macri encarna valores disímiles al encuadre de la pedagogía crítica que, según algunos de los participantes de la Jornada, se ha venido sosteniendo en los últimos años.

De igual manera en la cuestión de la perspectiva de género y la noción de identidad, se volvió a mostrar las rispideces entre los proyectos políticos de los candidatos del balotaje. Se acordó, según consta en los balances de algunas de las mesas de trabajo, en que se avanzó mucho en la era kirchnerista en materia de integración de las múltiples autoconcepciones de género. Se arguyó en contra de esto, desde la óptica opositora, que semejantes cambios significaron la inclusión solamente de minorías.

En los intercambios sobre el abordaje de los consumos problemáticos y de la diversidad cultural, se adoptaron discusiones más generales, sin ahondar en demasía sobre el escenario político actual, y más bien se apuntando maneras en las que deberían tratarse ambas cuestiones. En cuanto a las adicciones, se abogó por un abordaje integral, mientras que sobre la diversidad cultural se centró la discusión en la variopinta identidad nacional, abonada por diversidad de etnias e inmigrantes.