Con apenas cinco meses en el poder, el Presidente acaba de perder la mayoría de aprobación. La causa es la inflación, la percepción de que no sabe qué hacer y el desempleo.

Por primera vez desde el inicio de su mandato, los que opinan mal o muy mal del presidente Mauricio Macri superan a los que opinan bien o muy bien. El saldo negativo es de más de cuatro puntos. Ahora cuando se pregunta sobre la gestión del Presidente, sus aciertos y errores, los números son aún más desalentadores para la Casa Rosada: el saldo es negativo en más de nueve puntos. Estas evaluaciones adversas se asientan principalmente en la economía ya que nada menos que la mitad de las personas tienen un amigo o un familiar que perdió su trabajo en los últimos meses. Y, además, la inflación es considerada en la actualidad el problema más grave –tarifas, precios– dado el recorte del salario real que significa.

Las conclusiones surgen de una amplia encuesta realizada por el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), que lidera el sociólogo Roberto Bacman. En total se entrevistaron 1.200 personas en todo el país, respetándose las proporciones por edad, sexo y nivel económico social. La encuesta fue realizada por vía telefónica la semana pasada.

Uno de los datos llamativos es el cambio que se produjo en este mes: la imagen negativa de Macri está por encima de la positiva. En abril seguía habiendo una leve ventaja de los que opinaban bien o muy bien sobre el Presidente. En mayo, se dio vuelta la tendencia.

Es la economía

Bacman analiza que “con la economía instalada en el centro de la escena desde hace más de cuatro meses y con un país fuertemente preocupado por la inflación y la desocupación, es lógico que la imagen positiva del presidente siga en descenso. Lejos quedaron los días felices del inicio de la gestión, cuando Mauricio Macri poseía una ponderación que remataba en un saldo neto positivo de más de 21 puntos. Al día de hoy la realidad es una imagen positiva de 46,5 por ciento, negativa de 50,8 con un saldo neto negativo de 4,3 puntos. Es la primera vez desde que asumió que tiene mayor imagen negativa que positiva. En forma concomitante también se observa un descenso de más de cuatro puntos en la aprobación de gestión del gobierno nacional, de 48,4 por ciento a 44,2. Dado que la desaprobación trepó al 53,3 por ciento, el saldo negativo es de 9,1 puntos. El principal factor es el alto nivel de rechazo que produce la falta de políticas antiinflacionarias del gobierno”.

Que la economía impacte de forma tan directa en la imagen del Presidente y de su equipo indica que se está agotando el argumento de la pesada herencia. Es cierto que Macri sigue teniendo porcentajes aceptables, pero a sólo cinco meses en la Casa Rosada cayó en forma rápida. El Ejecutivo confía y repite que las mejoras vendrán en el segundo semestre. Si eso no se produce, el costo en la imagen puede ser muy alto.

Precios y despidos

La semana pasada, este diario publicó las opiniones de los consultores sobre las principales preocupaciones. Las distintas encuestas tienen distintas metodologías. Por ejemplo, ante la pregunta cuál es su principal preocupación, algunos consultores aceptan una sola respuesta y otros más de una, como Bacman. En cualquiera de las variantes los temas económicos aparecen a la cabeza de las preocupaciones, pero cuando se admite una sola respuesta, la desocupación y los despidos ya encabezan las posiciones.

Una idea del impacto de los despidos –tantas veces negados por el gobierno de Macri– es que el 51,2 por ciento de los consultados dicen tener un familiar o un amigo que fue despedido en los últimos tres meses. Es una proporción altísima y exhibe el nivel de dramatismo con el que la población toma el tema.

En el trabajo de Bacman lo dominante es la inflación y un concepto más general, la mala marcha de la economía: “Se han convertido en los dos principales factores que definen de manera más palmaria el mal humor social y en el imaginario colectivo se internalizó una significativa percepción de una crisis de empleo. Ambas variables están asociadas entre sí y al mismo tiempo se relacionan con el nivel socioeconómico del entrevistado. La preocupación por la inflación y la desocupación crece notablemente en los sectores más bajos y por ende más vulnerables. Una percepción de tan alto impacto con relación a la posibilidad latente de la pérdida del empleo no es una cuestión puramente individual: pesa la realidad y el clima de época generado, las redes sociales y los grupos primarios que comienzan a alarmarse por el desempleo”.

La cuestión de la imagen presidencial y la evaluación de gestión tiene mucho que ver con el éxito o el fracaso de las políticas que se aplican. Por eso uno de los puntos de relevancia de la encuesta es que hay una desaprobación de lo realizado. “Respecto de la política anti-inflacionaria –explica Bacman–, los datos obtenidos a lo largo de los últimos meses son más que contundentes: entre el 82 y el 85 por ciento de los argentinos se manifiestan insatisfechos. El valor de mayo se ubica exactamente en el 82,1 por ciento”. En cuanto a las políticas para evitar mayor desocupación, también hay una evaluación crítica, porque el dato categórico es ese 51 por ciento que dice que en su familia o entre sus amistades hubo algún despido en los últimos tres meses.

La Casa Rosada se empeña en desmentir los datos sobre despidos y desocupación, pero se ve que, al menos en este aspecto, su prédica no tiene credibilidad.

Fuente: Pagina 12