Mujeres autoconvocadas realizarán un “Siluetazo” en ciudades de todo el país como protesta ante los casos de femicidios. Durante 2014 en la Argentina, 277 mujeres murieron víctimas de la expresión más extrema de la violencia de género. En Salta, que es la segunda provincia con más cantidad de femicidios a nivel nacional, las mujeres también se movilizarán.

Históricamente “El Siluetazo” fue una acción colectiva que se produjo cuando las artes visuales comenzaron a alejarse del silencio propio de los primeros años de la dictadura militar (1976-1983). Se realizó por primera vez en la plaza de Mayo en la tarde del 21 de septiembre de 1983, con un registro fotográfico y documentación sobre las siluetas de los desaparecidos.
Ahora ante los numerosos casos de femicidios en todo el país, las mujeres usaran esta técnica del “siluetazo” como forma de protesta. “Porque nos indignamos, nos duele y estamos cansadas, le ponemos el cuerpo a la lucha y decimos que si nos tocan a una respondemos todas”, señalaron para invitar por las redes sociales a movilizarse este sábado a la tarde cuando la actividad se realice en todo el país.
“Más que hartas de que el machismo asesino siga arrojando cadáveres de mujeres todos los días, decidimos que este sábado vamos a empezar a llenar las calles de la ciudad e invitar a que esto se replique por todo el país, con siluetas de mujeres en las veredas, cercadas de las leyendas justificadoras de los asesinatos: «usaba shorcitos», «se maquillaba demasiado», «fue a una entrevista de trabajo a la noche», «lo engañaba con otro», «volvía tarde de bailar», «caminaba sola por la calle a la madrugada» y los largos etcéteras que condenan más a las víctimas que a los asesinos”, escribió una de las mujeres.
Las salteñas se concentrarán este sábado a partir de las 16 horas en la Plaza 9 de Julio. Invitan a todas a sumarse. Para más información podés entrar al evento del Facebook
Salta ocupa el segundo lugar con más cantidad de femicidios ocurridos durante el año pasado, según el relevamiento que lleva a cabo la ONG La Casa del Encuentro.
Foto: Gato Fernandez