Macri le propone cambiar el nombre al Museo que se llamaba del Bicentenario. Quiere que se llame Museo Casa Rosada. En el Gobierno aducen que es una recomendación internacional para los museos de sitio.
Macri le cambia el nombre al museo del bicentenario El ala más dura del oficialismo no se pudo dar el gusto de cambiar el nombre del Centro Cultural Kirchner (CCK). “Enviaremos un proyecto de ley al Congreso, restaurando lo mismo que Néstor Kirchner propuso que era que se llamara Centro Cultural del Bicentenario”, proponía Hernán Lombardi días antes de la asunción de Mauricio Macri. El pedido del titular del Sistema de Medios no tuvo eco. Marcos Peña convenció a la plana mayor del Gobierno sobre la inconveniencia de granjearse un problema innecesario y de atacar al por entonces ex presidente con mejor imagen según sus encuestas. Los dirigentes más antikirchneristas de Cambiemos tendrán su premio consuelo: el Museo del Bicentenario que Cristina Kirchner inauguró en 2011 en los cimientos de la vieja aduana Taylor, en la parte posterior de la Casa de Gobierno pasará a llamarse Museo Casa Rosada.
En el Gobierno esgrimen razones históricas. “El Museo fue creado en 1957 como Museo de la Casa de Gobierno dependiente de la Casa Militar de la Presidencia. En 1984 por el Decreto N° 709 se transfiere a la Secretaría General con igual nombre. La denominación “Casa de Gobierno” hace referencia a la Casa Rosada, por lo cual resultaría un sinónimo inequívoco llamarlo Museo Casa Rosada. Igual nombre recibe orgánicamente la Dirección dependiente de esta Subsecretaria General”, se explica en la resolución que ya tiene preparada la secretaría General de Presidencia que conduce Fernando de Andreis. El cambio se haría efectivo el 9 de julio, en el bicentenario de la independencia.
En los hechos, el cambio de nombre representa un golpe a la iconografía kirchnerista que el Ejecutivo se ha propuesta erradicar de Balcarce 50. «Es un orgullo presentar este maravilloso espacio que recupera la historia, con sus claros y sus oscuros», sentenció Cristina Kirchner al inaugurar el museo el 24 de mayo de 2011.
En la Rosada insisten en que según las recomendaciones de la UNESCO para los “museos de sitio”, se sugiere que éstos lleven precisamente el nombre del lugar que evocan. “El Museo de Bicentenario es un nombre de fantasía, no hay norma que lo regule. Vamos a seguir un criterio internacional. Será como el Museo del Louvre, que está en el palacio del Louvre”, se desentienden en el Ejecutivo. Sin embargo, tampoco niegan que existen razones políticas. El único argumento a favor del nombre que eligió la ex presidenta es que el museo ya es conocido como del Bicentenario. “De todos modos, solo pasaron 5 años, no es tanto”, minimizan.
El director del museo, que permanece cerrado desde el 9 de mayo para “deskirchnerizarlo”, seguirá siendo el profesor Juan José Ganduglia, el mismo que durante la anterior administración. Sin embargo, la curaduría de la exhibición quedó a cargo del nuevo director de Programas Culturales Luciano Privitello. “El guión tendrá tres ejes: la historia de los presidentes, la vieja Aduana Taylor y el mural de David Siqueiros Ejercicio Plástico”, relata este investigador del Conicet. La permanencia de la obra del muralista mexicano no obedece a ningún criterio, solo a la dificultad de removerlo. El nuevo Museo Casa Rosada tendrá además exhibiciones temporarias para poder enseñar -de a 1.500 por vez- las 5 mil piezas que componen su patrimonio: la camiseta de Racing de Néstor Kirchner difícilmente regrese del depósito. Privitiello además tuvo un rol fundamental para reorganizar la visitas en el interior de la Casa Rosada y para ordenar los bustos de los presidentes por un orden cronológico y eliminar a los tres de facto -José Félix Uriburu, Pedro Ramírez y Edelmiro Farrell- que completaban la galería de bustos.
Entre los últimos cambios se cuentan las refacciones del Salón de los Pueblos Originarios, inaugurado por Cristina Kirchenr en 2014. El nombre por ahora permanecerá, pero ya no quedan rastros de las infografías dispuestas en sus paredes. Se colocarán algunos objetos para recordar el bicentenario. ¿Y en el lugar de los cuadros de la galería de Patriotas que el Gobierno mudaron a la ex ESMA semanas atrás? “Volverán a pintarse y ponerse en valor: no habrá nuevos cuadros. A veces las paredes son nada más que eso: paredes”, explicaron en la Casa Rosada.
“El cambio nombre del CCK no va a ser nada crucial. Lo crucial va a ser lo que ocurra ahí adentro», decía Lombardi sobre el viejo Palacio de Correos. En la Casa Rosada, el criterio fue otro.
Fuente: Clarín