En el programa Día de Miércoles, J.C. Romero evitó hablar de los tiempos en donde Urtubey era uno de los funcionarios predilectos de él y su poderoso secretario personal, Ángel Torres: “No hay que culpar a los maestros por los alumnos…” declaró y admitió que las elecciones no serán fáciles.

“No hay peor astilla que la del mismo palo” dice el dicho y, con cierta cintura política, Romero se remontó al pasado en el programa televisivo Día de Miércoles al destacar que “no hay que culpar a los maestros por los alumnos, ni a los padres por la conducta de los hijos, cada uno debe hacerse cargo”, mientras criticaba la falta de gestión del gobierno y le consultaban sobre el camino político elegido por “Juan”, quien supo ser no tan solo uno de sus “discípulos predilectos” sino también el “niño malcriado” de Ángel Torres, que por aquellos años diseñaba las estrategias políticas en las altas esferas del Grand Bourg y se dedicaba a formar a los “jóvenes brillantes”.

Sin dar vueltas, Romero admitió que las circunstancias políticas lo ponen en un proceso electoral que “no será fácil”, pero como en el 95 se mostró confiado en que ganará la elección con el apoyo del electorado, proyectando un amplio triunfo en la Capital, Orán y el Valle de Lerma.

Fiel a su estilo, Romero sorprendió cuando en una parte del reportaje dijo “no queremos que en esta provincia los candidatos sean de dos familias o tres, si no lo cortamos siempre va haber un Urtubey o un Isa”, olvidando que en Salta siempre se habló del poderío económico y político de los “Romero”, a lo que el precandidato a gobernador se preguntó “dónde están los Romero, nunca tuve un familiar en el gobierno, nunca fueron candidatos conmigo”. Seguidamente, sostuvo enfáticamente “ya me comprometo que ningún Romero va a estar en el gobierno, como lo hice la vez pasada, con la diferencia que Urtubey lo prometió y no lo cumplió. Lo voy a volver a cumplir en los cuatro años de mandato que voy a tener”.