Integrantes del  Colectivo de Varones Antipatriarcales de Salta reflexionan sobre el después de la movilización “Ni Una Menos”. ¿Qué (no) lugar ocupa el hombre? ¿Cómo se aborda el feminismo desde la masculinidad? ¿Qué es ser un varón antipatriarcal? (Andrea Sz)

El Colectivo de Varones Antipatriarcales de Salta junto al grupo Heraclítoris y el espacio de género de corriente universitaria La Mella, realizaron una mesa panel en la UNSa sobre “Los avances y desafíos después del 3 de junio. NiUnaMenos en debate” que tuvo el objetivo de analizar y discutir cómo vivió cada uno la movilización y cómo seguir después de esa convocatoria.

Todos coincidieron en que lo ocurrido aquel día fue producto de una toma de conciencia social y una acumulación política que provocó que la sociedad saliera a las calles. Además coincidieron en decir que “Ningún varón nace violento”, y apuntaron a redirigir la mirada a la educación no tan solo de los niños y adolescentes sino de los propios adultos.

Camilo, rosarino y Lucho, cordobés, se encuentran hace un tiempo viviendo en Salta y decidieron armar este Colectivo de Varones Antipatriarcales que sería el primero a nivel provincial, aunque a nivel país otras provincias ya poseen uno. Al igual que el Encuentro Nacional de Mujeres, los colectivos de otras provincias hace tres años que convocan a un Encuentro Nacional de Colectivos de Varones, que este año se realizará durante el mes de octubre en Rosario.

Respecto a lo que dejó la movilización de Ni Una Menos en Salta uno de los integrantes mencionó: “Vimos muy pocos varones en la marcha del 3 de junio. Eso significa un llamado de atención y alerta. Un parate y una toma de conciencia. La marcha nos convocó a decir basta. A decir no, a decir acá estamos. Lo posterior que nos invita a hacer es a transformar. Se dio un encuentro con diferentes colectivos donde apareció una cuestión que nos aúne que es que hay una causa injusta de opresión a seres vivos independientemente de sus identidades. Pese a eso, hay que abordar las problemáticas. Con los varones muchas veces hemos planteado la cuestión de ¿quién labura con el varón violento? ¿Dónde están puestas esas políticas? ¿Quién está laburando con varones que han ejercido violencia, que están penados, que están presos? ¿El estado? ¿Algo? Si, ¿cómo? ¿Nosotros qué estamos haciendo ante eso?”.

(Des)Acostumbrarse

Los integrantes reflejaron que la marcha también les sirvió para hacerse visibles como colectivo. Aunque se encuentran en pleno estado de debate y autoreflexión sobre su propio grupo, surge una pregunta: cómo es la reacción del afuera. Camilo comenta que el espacio que han conformado con el Colectivo “todavía desde afuera no se entiende mucho. En mi caso lo que vengo experimentando es que en algún punto parece como en joda. Por la misma lógica patriarcal”.

Es así que aprovecha para explicar el concepto de “varones antipatrarcales”, al que considera subversivo desde el mismo nombre: “Si analizamos el término varones antipatriarcales es revolucionario en sí mismo. Llamarse antipatriarcal no es lo mismo que llamarse varones antipatriarcales, porque plantea un hecho revolucionario entre dos términos, justamente porque si sos varón la lógica demanda que seamos patriarcales”.

Aunque aclara que el nombre sigue en discusión interna, explica que “en el entorno inmediato no hay mucha referencia de grupos de varones. Lo miran de lejos no se involucran, pero creemos que es parte de un proceso”.

Lucho, por su parte, expone un punto de vista sobre la recepción social de su Colectivo: “A veces está eso de no comprender y nosotros tratamos de poner en discusión hacia afuera, pero proponemos un espacio de construcción y deconstrucción también hacia dentro, necesitamos identificarnos y conocernos. Hay interés, pero hoy por diferentes motivos no están presentes, será un desafío, tendrá que ver con diferentes modos de participación. Nosotros nos animamos a tener diversidad de opinión, porque si nos homogeneizamos corremos peligro de naturalizar nuestra concepción”.

¿De dónde viene esa conciencia de género, conciencia de igualdad? Camilo comenta que si bien viene de la experiencia misma de la vida, hay situaciones concretas que lo han hecho reflexionar: “Hace un tiempo a una parte tomo conciencia y recapitulo que la sociedad donde vivimos tanto a varones como mujeres nos pone en un lugar estanco a los cuales tenemos que responder. Varones con determinadas cuestiones y mujeres con otras. Siempre tuve esa sensación de opresión en el sentido de tener que responder a cierta normativa, que tiene que ver con que el hombre debe ser por ejemplo, más fuerte o menos sensible. La conciencia más concreta hace unos años atrás en Rosario de donde soy a través de haber participado de un taller de teatro del oprimido, en ese taller surgen unas chicas queriendo trabajar las problemáticas de género desde la mujer. Cuando se plantea esto, entre varios que habíamos participado dijimos ‘nosotros no podemos no trabajar con esto desde la problemática de la masculinidad’”.

Lucho, en tanto, explica que el hecho de venir trabajando en el recorrido que tiene que ver con la recreación y con la educación popular le propone planteamientos que en esencia intentan problematizar la injusticia y la opresión.  “Como el problema de la autonomía que tienen que ver con condicionamientos que el hombre y la mujer, el ser vivo, tienen por ser un engranaje de producción de un sistema, toda una cuestión que deriva en el tema del patriarcado. El patriarcado marca un gran condicionamiento en una lógica social aceptada o criticada sobre todo en especial a lo que hace a los varones”.

Otras de las situaciones que le hicieron tomar conciencia, recuerda, tiene que ver con lo familiar “el lugar donde me crie, que empezás a ver esta cuestión de las asimetrías, de las desigualdades, del malestar que aparece y que no se le puede poner palabras, porque bueno es la costumbre. Aparece lo naturalizado, lo que no está visto como algo que no es correcto, que está visto como algo de la costumbre o forma de ser. A mí me empezó a movilizar en lo personal cuestiones que vienen atravesadas por el sistema patriarcal, después trate de ir reflejándolo en lugares en donde transitaba, con amigos, compañeros, el barrio, talleres, instituciones. El recorrido de lo no formal costó pero constantemente te está invitando a revisar lo que haces. Es como una puerta para pensar en romper con la figura de opresor, es analizar relaciones de poder con ese supuesto saber. Cuestiones que tienen que ver con el propio paradigma desde donde uno parte, concientizarse para poder concientizar y al mismo tiempo ese mecanismo hacerlo recíproco. El espacio de varones antipatriarcales nos permite sensibilizarnos, encontrarnos, posicionarnos, debatir y discutir, revisar nuestras propias cuestiones que vamos poniendo como estandarte. Es espiralado, hay un montón de cuestiones que no tenemos claras, pero hay cosas que sabemos que no. No a la violencia de cualquier tipo, que en lo más integral puede ser expresada en el femicidio, desde la violencia obstétrica hasta la violencia cotidiana del acoso callejero. Violencia hacia la mujer, hacia el hombre, hacia la diversidad, y hasta la misma violencia entre hombres, porque esa la que más aceptada está”.

 Animarse a la sensibilidad

Ambos reconocen que el espacio de varones antipatriarcales debería superar la cuestión antipatriarcal o sólo de varones para pensar espacios de convergencia y diversidad a favor de. Para ello apelan a la construcción de “nuevas masculinidades” y a la concientización que se cimienta con un dialogo constante, con acciones concretas, con desaprender modismos y con incorporar estas “nuevas masculinidades” no solamente en el discurso sino en acciones y cotidianamente cada uno en sus vidas.

“Sabiendo que estar en contra de, es estar a favor de algo o viceversa. A favor de algo, visibilizar, construir un proceso de nueva subjetividad. También es en contra de la alienación, de la normalización, de la cosificación, es un proceso que si bien es interno requiere del afuera, de proyectos, de acción, de estrategias con las instituciones para incorporar acuerdos, para ver hacia dónde ir y a no ser ingenuos y saber que la identificación requiere de la visibilización”, menciona Lucho.

Los integrantes del Colectivo de Varones antipatriarcales hicieron foco en la exploración que el hombre debería hacer de su sensibilidad y el animarse a saberse sensible, también en la redefinición de los conceptos. “Repreguntarnos. Vamos a construir otra cosa, vamos a transformar algo diferente. Debatamos sobe los sentidos y sobre los significados y no sobre las palabras que le ponemos al lado. ¿Por qué no podemos reconstruir el término feminista? ¿Por qué no podemos redefinir el término humanismo y revolución? Tenemos que empezar a redefinir para dejar el simplismo, no es simpleza, bienvenido el problema si nos hace reflexionar, ahora si el problema es un dramatismo no es problema.  Pensarnos en que la identidad es mucho más plural que singular y que justamente en el registro del otro, en el reflejo del otro, es cuando el otro a mí me interpela y cuando yo permito alojar al otro es cuando me permito humanizarme”.

Frente a la pregunta si para ser un varón antipatriarcal, poner en prácticas las nuevas masculinidades y luchar contra el machismo, es necesario que el hombre renuncie a sus privilegios, Lucho reflexionó: “Hay que saber en dónde uno está parado para saber si uno está parado sobre alguien, pensar en privilegios que tienen que ver con estar parado sobre alguien o sobre algo que oprime a alguien es el primer paso de la concientización. Me ha pasado estar en lugares donde el anhelo de lo oprimido es pasar a ser opresor. Podes pensar ‘me corro de ese lugar’ y está perfecto, ahora decir ‘me corro de ese lugar y hago algo para que eso cambie’ y ahí estamos, tratando de corrernos de ese lugar donde está el ego, el consumismo, el exitismo, las competencias. Un paso es correrse, es valedero, es valiente, sí, es necesario pero no es suficiente. La idea es corrernos y empezar a tender manos, redes, estrategias que nos permitan vías, otros caminos. El tema es si esa concientización es estanca o es móvil”.

foto: facebook dos tipos y una mina.