En el municipio se hace imposible conocer a cuánto asciende su deuda o el estado de sus bienes. En las cuentas nada es exacto y una auditoria recientemente publicada advierte que se utiliza dinero de las arcas municipales sin ningún tipo de control. (F.P.)

Apolinario Saravia tiene un municipio signado por el desmanejo de la administración pública. Una auditoría publicada a fines de este mes y que evaluó la gestión municipal durante el año 2009 así lo demuestra. Leer completo el relevamiento de control (Expediente Nº 242- 2732/11) es tedioso, sobre todo por las incansables faltas en las que recayó la intendencia. Son tantas y repetidas que cualquiera dejaría de leer una nota periodística con tantos puntos redundantes. Sin embargo, conviene prestar atención al contenido de las advertencias que se realizan. Todas llevan a sospechar que hacer la vista gorda en los municipios de la Provincia es la norma, no la excepción. Un botón de muestra de la desidia de los gobiernos municipales en el interior.

Los objetivos del informe están centrados en analizar el uso del Presupuesto 2009 y “evaluar si los estados integrantes de la Cuenta General del Ejercicio 2009 (…) presentan razonablemente la situación financiera”.

Nadie puede saber a ciencia cierta los números de la comuna. El relevamiento señala que “en la elaboración del presupuesto no se observó el principio de la “exactitud”, respecto a que las estimaciones de los recursos (…) y cifras ciertas para gastar”. En ese sentido, especifica que existen cálculos “que reflejan un desvío importante en su ejecución”. Una alarma que se enciende en varios aspectos del esquema municipal como: Recursos Corrientes, Ingresos Tributarios, Ingresos no Tributarios, Transferencias Corrientes, Transferencias de Capital, Total de Gastos, Gastos en Personal, Bienes de Consumo, Servicios no Personales y Bienes de Uso.

Llama la atención también por las consideraciones graves en las que se detienen: advierte que “durante el año (2009) se realizaron operaciones que excedieron los límites autorizados” y precisa que se realizaron “modificaciones a las estimaciones originales y reconocidas como tales en un único instrumento (Resolución Nº 023 del 27/01/10) de fecha posterior a la ejecución de los gastos del ejercicio analizado”. Un dato de la discrecionalidad y arbitrariedad con la que se utiliza el dinero de los ciudadanos la localidad del departamento de Anta.

Y agrega: “El Estado de Tesorería, no responde a lo solicitado por Nota Nº 625/11, y que consiste en indicar los ingresos (Recursos Corrientes y Otros Ingresos) y egresos (Egresos Corrientes y Otros Egresos) detallados por conceptos. Dicha información detallada es necesaria para su confrontación con los registros contables, detectar cuentas extra-presupuestarias y para la comprobación de la información relacionada con los otros estados contables que se analizan”.

Otra cuestión imposible calcular es la deuda real del municipio. “El Estado de la Deuda Pública, expone deuda no contabilizada, al inicio como al cierre del ejercicio”. Tampoco el estado de Bienes ya que no detalla “altas y bajas” por lo que no se ajusta al Régimen de Contabilidad y Control del Patrimonio del Estado.

Este municipio tiene casi 7000 habitantes y que es reconocido por los beneficios de su suelo sobre los que se puede explotar una amplia producción agrícola, destacándose el de los porotos y la soja, se encuentra ubicado a más de 240 kilómetros de la capital y su actual jefe comunal es Samuel Cabrera. En el último periodo, a éstas desprolijidades se sumaron los conflictos laborales con los empleados municipales, quienes en marzo realizaron un duro paro en reclamo de la reincorporación de 10 trabajadores despedidos.

A pesar de estos puntos críticos, tiene una buena relación con el gobernador Urtubey. Tal es así que los festejos oficiales por el 9 de julio, el año pasado, se realizaron en la plaza de Apolinario Saravia. Ese día el gobernador sonrió en el acto de la Independencia Nacional junto a los intendentes de localidades cercanas y ni se acordó del desfalco que reina por esos territorios.