Bettina Romero sumó una nueva coordinación con rango de Secretaría para dar cobijo a un ex funcionario municipal. Lejos de la promesa de reducir cargos (y gastos) realizada al inicio de su gestión, la Intendenta ahora creó la Coordinación de Acción Comunitaria, que se suma a las de Acción Territorial; de Ambiente, Espacios Verdes y Alumbrado Público, de Intendencia y otras.

A los codazos y haciendo fuerza, finalmente se hizo oficial el nombramiento de Federico Casas en el Ejecutivo municipal a través del decreto 134 de la Secretaría Legal y Técnica.

En la misma norma, se deja sin efecto el Decreto N° 0475/21 por el que Casas había sido nombrado como Gerente de Obras Públicas del Tribunal de Cuentas Municipal. La designación nunca cayó bien entre los miembros del organismo encargado de ejercer el control externo de la gestión económica, financiera y patrimonial de la Hacienda Pública Municipal porque la Intendenta se había arrogado facultades que no le corresponden: decidir a dedo quién irá al Tribunal de Cuentas y firmar una resolución con el nombramiento, competencia que no le corresponde.

Ante el rechazo del Tribunal, la Intendenta hizo lo mismo que con los otros secretarios de Estado que habían dejado su cargo en búsqueda de nuevos aires y, ante el fracaso, buscaron el amparo del Estado municipal protector: crearles una coordinación con rango de Secretaría, algo que en la práctica no sólo implica una superposición de tareas, sino que también tira por tierra la promesa de Romero al iniciar su gestión de “reducir gastos y eliminar cargos”

En resumen, para poder reincoroporar a Casas a la administración, Daniel Nallar, secretario Legal y Técnico, sumó otro “raviol” al ya extenso organigrama plagado de coordinaciones. La de ahora se llama “Coordinación de Acción Comunitaria” y se suma a las de Aroldo Tonini (Coordinación de Acción Territorial); Nicolás Kripper (Coordinación de Ambiente, Espacios Verdes y Alumbrado Público) y otras, como la coordinación de Intendencia.

Las modificaciones (o adiciones) a la estructura municipal y el presupuesto que ello conlleva aún no fueron aprobadas por el Concejo Deliberante.