Gabriela tiene 30 años, es militante socialista, actualmente ocupa una banca dentro de la legislatura como diputada provincial por el Partido Obrero. Desde su lugar en la política y como ciudadana encabeza una lucha contra el capitalismo y todo tipo de violencia, explotación u opresión. (Gastón Iñiguez)

Casi siempre viste de negro y lleva unos auriculares, que junto a los lentes, forman parte de su fisonomía. Fanática del “gothic metal”; su grupo preferido es la banda germana “Lacrimosa”. Prefiere definirse a sí misma, y por sobre todo, como una laburante. Le gusta escribir cosas en su celular que muy pocos leen y sus amigos dicen que es tierna y cariñosa.

Inició el largo camino a la banca en la legislatura provincial hace unos ocho años; militó primero en la agrupación Todo Un Palo (TUP) cuando estudiaba Letras en la Universidad Nacional de Salta. En esa época dirigían el centro de estudiantes de la Facultad de Humanidades y comenzaron a hacerse visibles durante la huelga docente y la lucha por el boleto estudiantil.

Al poco tiempo fue el Encuentro Nacional de Mujeres en Tucumán y Gabriela decidió viajar con sus compañeras para participar de la experiencia. De formación católica como la mayoría de los hombres y mujeres en Salta, Gabriela en ese momento no estaba a favor del aborto pero las charlas del Encuentro le dieron una nueva perspectiva en cuanto a la lucha de género. Ver a las mujeres reunirse, debatir y cuestionar la opresión del patriarcado despertó en ella una nueva consciencia: “Durante el Encuentro pude ver como las compañeras socialistas defendían y daban batalla para tratar las problemáticas de las mujeres; en ese momento decidí que aquel era el lugar donde quería militar; volví a Salta, hablé con mis compañeros de la agrupación y les dije que quería militar con el socialismo”, comenta.

Luego de una militancia intensa dentro de la organización política del Partido Obrero se presenta la oportunidad de una candidatura para las elecciones legislativas del año 2013; el PO arrasa con las votaciones y consigue cuatro lugares en la cámara de diputados provinciales; de esta manera Gabriela, que hasta ese momento trabajaba en un estudio jurídico y como acomodadora en el Teatro Provincial, entre otras changas, pasó a ocupar una de esas bancas convirtiéndose así en una de las diputadas más jóvenes en integrar la Cámara Baja.

La diputada Jorge destaca que la legislatura provincial es un ambiente machista y clasista donde existe el mismo clima que se vive en las calles salteñas. Todos los funcionarios cercanos al gobierno terminan defendiendo a la oligarquía. Según la diputada, existen proyectos que se discuten a “libro cerrado” como el del presupuesto provincial, protegiendo los intereses de los mismos personajes de siempre: Olmedo, Brito y el Banco Macro. Dejando anulada la posibilidad de discutir: “Son realmente unos genios en lo que hacen, en su tarea parlamentaria que es la de impedir que avance cualquier tipo de reivindicación que no sirva a los intereses de su clase. Hay proyectos durmiendo en cajones durante años y comisiones que no funcionan como deberían, como la de Salud donde me encuentro o la agenda de la mujer que ahora está postergada”.

Foto: Daniela Romano
Foto: Daniela Romano

Gabriela cuenta que uno de esos proyectos “cajoneados” es el del aborto no punible o la gran fábrica de abortos, como lo tildaron en su momento, los mismos funcionarios que no quisieron derogar el decreto 1170 implementado por Urtubey en el año 2012. El 28 de junio de 2016 todas las diputadas de distintos bloques se comprometieron a discutir el tema en el lapso de dos semanas, pero no fue así. Sólo lo hicieron para quedar bien ante los medios y las organizaciones que pedían respuestas.

Esto abre la discusión en torno a una pregunta: ¿alcanza con ser mujer para defender el derecho de las mujeres? Está claro que no.

“Desde el partido entendemos que este régimen social obliga a las mujeres a abortar porque las necesita como partícipes del aparato productivo. Nuestra visión de la maternidad no es rechazarla sino permitir que las mujeres que desean ser madres puedan serlo teniendo todo el apoyo por parte del estado. La intención es luchar codo a codo con nuestros compañeros contra el capitalismo que es la cuna de todos los males”. Culmina Gabriela.

Los diputados del PO estuvieron trabajando en la creación de un espacio plural con el nombre de Consejo Autónomo de la Mujer (CAM). La intención es conformar un organismo con mujeres de TODA LA PROVINCIA, que estén empadronadas para poder elegir, votar y revocar a sus representantes. El objetivo es que a través del mismo se puedan seguir las causas de violencia de género, femicidios y tenga poder para revocar a los jueces y fiscales en caso de que obstaculicen la causa o no sean competentes. El proyecto se presentó a nivel Provincial y Municipal, ante la gravedad de la situación de violencia que viven las mujeres en la provincia.