En una misiva contra la «presencialidad criminal», la Tendencia altamirista del Partido Obrero, emparentó a Del Plá y López con la UIA, el episcopado y el gobierno de Sáenz. 

La interna trotskista atraviesa uno de sus puntos más álgidos desde la crisis de 2019 y tiene como principal eje de discusión la vuelta a clases presenciales.

El fin de semana pasado, se publicó un artículo en el órgano de difusión de la Tendencia del P.O. (sector encabezado a nivel nacional por Jorge Altamira y Marcelo Ramal; y en Salta por Gabriela Jorge y Violeta Gil) en el que se acusa a Claudio Del Plá de «capitular» en la lucha contra el inicio de clases y promover una «vuelta segura» a las aulas. Esto, según interpretó la Tendencia altamirista, lo ubica en la misma vereda que la UIA, la iglesia y el gobernador Gustavo Sáenz.

Rápidamente llegó la respuesta por parte de uno de los integrantes del sector aludido. Pablo López (que integra junto a Cristina Foffani y Del Pla el grupo liderado a nivel nacional por Nestor Pitrola, Romina Del Pla y Gabriel Solano) se preguntó en un escrito «¿Para quién trabajan los falsificadores del grupo que se hace llamar ‘de Altamira y Ramal’?»; en el que acusa a Gabriela Jorge y Violeta Gil de incurrir en «falsificaciones e infundios» y de ser «funcionales a la división de los trabajadores». En ninguno de los dos bandos se ahorraron las acusaciones por «electoralismo».

La contraofensiva a la respuesta de López no se hizo esperar y las referentes de la Tendencia cargaron nuevamente contra sus ex-compañeros:

«López se autojustifica con un dislate que insulta la inteligencia más primitiva, al defender la presencialidad contra la virtualidad, cuando el asunto es la pandemia, los contagios, la salud, la vida y la muerte. No vimos a López reclamar la reapertura de escuelas en todo el año; lo hace ahora para sumarse el ‘clamor’ del capital, de los medios de comunicación y el clero, a iniciar una ‘nueva normalidad’ capitalista», afirman Jorge y Gil en un nuevo escrito.

El cruce de acusaciones se da en medio del intenso debate que la docencia viene llevando a cabo en relación a las condiciones de los establecimientos educativos y los protocolos presentados por el gobierno en el marco del denominado «Plan Jurisdiccional de Retorno a Clases».

«López asegura que siempre denunciaron el derrumbe educativo, pero se ve que esas denuncias han dejado de convencerlo a él y sus acólitos, porque la ‘presencialidad’ que reclaman tendrá lugar en medio del derrumbe educativo», continúa el comunicado.

El debate, además, se da en un contexto de asambleas llevadas a cabo en toda la provincia para definir medidas de lucha vinculadas al salario docente. Recientemente, los delegados autoconvocados del norte definieron en Orán el no inicio de clases; lo propio hicieron en Rivadavia, Iruya y Santa Victoria Oeste.

«El sector de delegados docentes afines Sáenz, que boicotean la lucha por el no inicio que están dando los sectores más combativos de los autoconvocados, dice que el no inicio depende del gobierno, a sabiendas de que éste no podría revertir el derrumbe educativo y la escalada del covid. Tomado en su conjunto, el intento de ‘presencialidad’ ya muestra señales de crisis, lo que explica el reacomodo discursivo de los delegados de la docencia pro-gubernamentales y el de López-Del Plá», concluye el comunicado.