Lejos del temor por esta material para papelera de reciclaje, como también de lo que difícilmente pueda ser rescatado, uno que sorprendió fue el alcalde mercedeño. Al cabo que ni quería o como sea que lo haya imaginado, Javier Wayar no dudó en poner en riesgo su gestión, su integridad como autoridad comunal y la propia carrera que lo llevó hasta el sillón de la Intendencia.

Este viernes, JW propaló muy orondamente su predisposición para acompañar a los recolectores de residuos que desde el alba anduvieron casa por casa prestando el servicio. Una reseña de su oficina de prensa aseguró que los vecinos de esta localidad metropolitana “desayunaron con la imagen de un intendente corriendo y levantando la basura de sus casas”. Y ni qué hablar de sus asesores de campaña, quienes seguramente podrían haberse atragantado con el bollo casero de las 6 AM.

De acuerdo con este relato pastoril, Wayar “como si fuera un trabajador más, se acondicionó y salió al ritmo del resto, pasando por zonas que le correspondía a su equipo y San Agustín”. Una movida de marketing con resultados bastante módicos, si hay que atenerse al resumen girado a los medios de difusión, especificando que en realidad fueron “pocos vecinos que transitaban” en este primer día de Toque de Queda Nacional.

Luego de esta jornada, a puro freno y acelerada, Wayar argumentó que el día anterior «no salieron a levantar la basura, así que (los recolectores) necesitaban una mano”. El Intendente de La Merced admitió que con esto había dado rienda suelta a su determinación de “experimentar en carne propia el esfuerzo que se hace en esta área día a día”. Aunque, confió en que “la gente ya sabe que vengo de abajo, que si tengo que paliar (SIC), manejar o levantar basura, no se me cae nada”.