Aunque debería ser un trabajo con bases científicas, quizá acertarían más si leyeran la borra del café o tiraran las cartas. Por qué las consultoras le pifiaron tan feo con los boca de urna.
Los boca de urna, de consultoras como RBA, fueron el gran papelón de las últimas elecciones. El papelón, además, lo padecieron funcionarios públicos, como por ejemplo el encargado de prensa del gobierno, Juan Pablo Rodríguez, a quien se le desfiguró el rostro cuando empezó a ver los resultados oficiales.
“Estamos arriba con 10 puntos”, dijo Pablo Kosiner en la tarde del domingo porque confió en esos datos que decían que Romero se quedaba afuera y que Rodolfo Urtubey había obtenido casi 34% de votos. Todo el oficialismo celebraba además el supuesto segundo lugar de Alfredo Olmedo, segundo puesto que nunca llegó.
El Tribuno aprovechó hoy para atacar a quienes hicieron que se les helara el upite por tres horas. Dicen –con razón- que estas encuestadoras “evidenciaron que las operaciones políticas para influir sobre los votantes, primaron sobre la lectura numérica de los acontecimientos.”
Uno de los criticados fue el director de la consultora RBA, Ramiro Barón, quien parece ser el doble del humorista Alacrán; aunque cuando habla ostenta aún menos gracia que el otro patético hacedor de chistes.