El periodista Daniel Murillo aclaró: uno de los funcionarios no lo amenazó, sólo expresó a un amigo en común que tiene muchas pero muchas ganas de cagarlo a trompadas al periodista, pero que no hay intención de concretar ese deseo.

 Ayer el periodista Daniel Murillo comentó en el inicio de su programa que un amigo, que a su vez es amigo de uno de los funcionarios de Enreja criticados por Murillo, le había dicho que se moría de ganas por romperle la cara a piñas.

Murillo hoy dijo que no quiere victimizarse, ni llamar la atención con esto, y dijo que ni siquiera lo tomó como una amenaza porque Mendoza (ése es el apellido del funcionario del Ente Regulador de los Juegos de Azar) si bien ha expresado sus deseos de pegarle (ad nauseam) jamás ha dicho que tiene pensado materializar ese deseo.

Murillo insistió en que no se siente amenazado, aunque en su programa de la Am 840 dijo que bueno, que si un día aparece con la cara toda golpeada, seguramente el culpable será Mendoza.