Camioneros junto a las dos CTA, organizaciones sociales, de derechos humanos y partidos de la oposición esperan hoy una importante concentración para repudiar la política económica del Gobierno.
La marcha en Buenos Aires contra las política de ajuste del gobierno promete ser multitudinaria. En la esquina de las avenidas Belgrano y 9 de Julio, con la imagen de Eva Perón desde el edificio del Ministerio de Desarrollo Social como compañía y respaldo,hablarán Hugo Yasky y Pablo Micheli de las dos CTA, el bancario Sergio Palazzo, un representante de los movimientos sociales y el cierre quedará a cargo de Hugo Moyano. No será la primera movilización contra el gobierno de Cambiemos pero abre una nueva etapa político sindical de mayor confrontación contra la política económica que ahoga a trabajadores con la inflación, precariza e incrementa el desempleo.
Las diferentes columnas comenzarán a llegar cerca del mediodía y los discursos se escucharán a partir de las 15. La idea es que las diferentes organizaciones se acomoden hacia el sur de la avenida 9 de Julio. Si se quiere, la zona más olvidada de las diferentes gestiones macristas en el gobierno de la ciudad y el conurbano sur, una de las zonas donde más se expande el desempleo y la precarización laboral.
El gobierno de Mauricio Macri ha intentado por todos los medios desmerecer las razones de la convocatoria como una forma de reducir el caudal de participación. Por caso, el gobernador de Mendoza y presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, consideró que “es una movilización de Moyano que busca cubrirse de un embate judicial”. Tal vez esa serie de declaraciones no consideraron suficiente porque ayer se viralizó a través de las redes sociales un mensaje enviado a los productores del canal América para que durante la marcha los camarógrafos se concentren en mostrar imágenes que transmitan la idea de que “los camioneros son todos borrachos”. El mensaje sostenía que era “orden de los de arriba”.
Por otra parte, el número de gremios que decidieron no participar de la movilización fue difundido por los grandes medios de comunicación a modo de presagio negativo de la magnitud de la marcha. Si bien es cierto que hay sectores sindicales que se sienten cómodos con el nivel de diálogo y negociación que mantienen con el gobierno, entre ellos los conocidos gordos, independientes y la poderosa UTA (colectiveros), lo real es que las razones de mayor peso hay que buscarlas en las viejas rencillas que mucho de los sindicatos, incluso algunos muy poderosos, mantienen con los camioneros y desde un tiempo a esta parte hay que sumarle la disputa por la renovación de la conducción de la CGT. De todos modos y más allá de esta situación gremial, lo real es que el grado de desmoronamiento de la economía llevará no solo a partidos de la oposición, organizaciones de Derechos Humanos sino también a gente sin una afiliación definida a participar de esta concentración.
Consciente de esa realidad, el triunviro Juan Carlos Schmid no solo estimó que la marcha será “masiva” porque las demandas exceden al reclamo original de Camioneros, sino que también consideró que las ausencias sindicales se deben fundamentalmente a las “miradas egoístas, ambiciones personales y desconfianzas” que existen en otros sectores con los que no se llegó a “una síntesis” de coincidencia en las acciones. “Si le preguntás a los dirigentes, están de acuerdo con el diagnóstico acerca de la situación de los trabajadores, pero a la hora de reaccionar, empiezan los problemas”, aseguró el titular de Dragado y Balizamiento.
En cuanto a cómo debería ser la reacción del gobierno ante esta manifestación, Schmid indicó que “debería tener una predisposicion distinta para escuchar y visualizar los reclamos porque no alcanza con manifestar repetidamente que están abiertos al diálogo. Hay que tener voluntad de cambiar, si no termina defraudando a todo el mundo”, dijo.
La titular de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, reiteró su adhesión y convocatoria a la marcha. “Vamos a la marcha por todos, estamos en la pelea cuerpo a cuerpo con el Gobierno, que nos asedia”, dijo Hebe. Aseguró también que “habrá médicos, maestros, madres de pibes que matan en los barrios y piden justicia, queremos que se hable de los niños con hambre”. Esto es lo que llevó a afirmar que la movilización trasciende al movimiento obrero organizado porque “la marcha es de todo el pueblo”. Incluso consideró que “la CGT está caduca y Moyano no es el único que convoca” y lo diferenció de dirigentes como Hugo Yasky y Roberto Baradel, “que pelean hace años”.
A la marcha también llegarán los partidos de izquierda, el Movimiento Evita y el justicialismo bonaerense, que encabeza el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez. En tanto, el presidente del PJ nacional, José Luis Gioja, ratificó su apoyo a la movilización. “El peronismo siempre va a estar del lado de los trabajadores, de los jubilados, de los combatientes de Malvinas y de los más humildes”, indicó el también diputado nacional. Por caso, los diputados que integran el Frente para la Victoria, que conduce Agustín Rossi, se concentrarán a las 13 en la puerta del Congreso para desde allí caminar hacia la concentración. “Lo hacemos en defensa de los puestos de trabajo, por paritarias libres y en contra del ajuste del gobierno de Macri”.
Fuente: Página 12