Cuál es tu tumba tu tumba
Un sondeo específico en el sector de los entendidos en la cuestión de planificar camposantos, cementerios y mausuleos, en lugar de aclarar trajo más dudas acerca de un anuncio hecho por el oficialismo capitalino. Fosa común para 1500 vecinos que podría dejar como saldo la actual ola de contagios de coronavirus, y que a poco de echada a rodar activó alertas ambientales, junto con interrogantes ligados a si la gestión capitalina sabrá de lo que se encuentra hablando.
Desde la administración de dos empresas ligadas a servicios funerarios coincidieron en señalar que no hubo ninguna consulta desde el Ejecutivo municipal. “No sabía nada, che”, le respondió un empresario del sector a este medio, “todavía no nos llamó nadie, cerca de Bettina”.
La consulta a las firmas de este rubro para la concreción de un millar y medio de decesos, conjeturando que se trate de una tarea planificada, requeriría de este primer paso. El motivo es que los cementerios privados, de acuerdo a normas vigentes, deben reservar un 10 % de sus parcelas a estas tumbas cedidas para el uso estatal.
En tanto, la accionista de Parque San Pablo (Güemes), Liliana Mazzone, a quien tampoco se consultó aún, de todas formas estimó que ante una pandemia, los caídos por la enfermedad “van a cementerios parque, bajo tierra, o van cremados (no pueden ir a nichos o a panteones privados”. En el caso particular de esta compañía, si se dieran consultas por parte de las autoridades capitalinas o provinciales, cabría la posibilidad de habilitar un horno más para realizar cremaciones.
En esta discusión la voz que aún no se escuchó fue la del Ejecutivo provincial, donde también es posible que continúen evaluando si la formulación se hizo al pasar o como un planteo serio. El minué largó cuando el director de Cementerios de la ciudad de Salta, Tomás Calderoni, anunció en el final de abril que los cementerios citadinos deberían prepararse con fosas comunes para albergar 1.500 cuerpos de eventuales decesos por el COVID-19.
El funcionario del titirromerismo desechó la posibilidad de efectuar cremaciones, debido a la gran cantidad de fallecimientos en un lapso corto de tiempo que –calculan- se irán produciendo. Calderoni argumentó que ninguna ciudad en el país cuenta con la capacidad de asistir, frente a un salto de esta dimensión en la mortalidad de sus habitantes. Al parecer, la idea que ronda en el Centro Cívico municipal es la de cavar una fosa común, a lo que el funcionario le adicionó un detalle ornamental: “se pensó hacer un mural, algo más conmemorativo, no la fosa común bruta, que se suele usar”, citó el portal de Telefé Salta.
Con más o menos firuletes, esta opción planteada por el lado del titirromerismo no cuajó ni por la cantidad, menos por la posibilidad de generar efectos contaminantes en caso que las muertes lleguen hasta tales números como los planteados por Calderoni. Un especialista en planificación urbana comentó a “Cuarto Poder” su incredulidad, ante lo expectable o no que podrían ser estas 1.500 muertes: “No parece. A nivel nacional, los fallecimientos no llegan a 210”.
Aunque si se lo pensara a contracorriente, dándole crédito a esta hipótesis, a este millar y medio enterrado sin mayores recaudos habría que añadirle el gran foco infeccioso y la contaminación de las napas, como sucede hoy con el Cementerio de la Santa Cruz y sus colaterales que llegan hasta el Parque San Martín.
El último de los consultados, especificó que “si van a tierra, producen la misma contaminación que producen todos residuos orgánicos, también generan líquidos lixiviados; con las lluvias filtra y contamina tierra, napas”. A la vista de las fosas comunes como las cavadas en Ecuador o Nueva York, el experto consultado explicó que “los cajones son normalmente de madera berreta, esos que estamos viendo, debajo de la tierra con el agua, se hacen mierda”.
De estas deposiciones de cuerpos humanos sin vida, describió que “tienen encima no más de 40/50 centímetros de tierra y uno pegado al otro; si pasas por ahí dentro de 15 días el olor será insoportable”. Finalmente, resaltó que “le tiran un poco de tierra y después otra capa de cajones; aparte capaz que le tiran un poco de tierra y después otra capa de cajones”. Así esta crisis, habrá que elegir entre las ideas lanzadas al voleo y el que ésta no se conviertan en realidad.