Este miércoles, la Confederación General del Trabajo (CGT) lleva a cabo su primer paro general contra el gobierno de Javier Milei, en respuesta al DNU y la Ley Ómnibus. Este movimiento marca el retorno de la central obrera a las medidas de fuerza, después de cuatro años de silencio durante la presidencia de Alberto Fernández.

 

El secretario general de la CGT, Héctor Daer, señaló que la convocatoria refleja la decepción y la bronca de la gente, asegurando que esperan una gran participación en la movilización. El paro cuenta con el respaldo de diversos gremios, sindicatos, organizaciones sociales, y también ha sumado el apoyo de sectores políticos como la izquierda y el peronismo.

Daer criticó el protocolo antipiquete propuesto por el Gobierno, considerándolo una «aberración unilateral». Se espera una amplia concurrencia, con estimaciones de hasta 50 mil personas convocadas por la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y otras 40 mil por el Polo Obrero y organizaciones de izquierda.

En este contexto, surge la pregunta sobre el historial de la CGT durante los 40 años de democracia ininterrumpida en Argentina. Destaca el récord de movilizaciones contra el expresidente Raúl Alfonsín, quien enfrentó 13 paros generales durante su mandato de 1983 a 1989, marcado por la hiperinflación.

Le siguen Carlos Menem y Fernando De la Rúa, ambos con 8 paros generales. Menem acumuló esta cifra en 10 años, mientras que De la Rúa lo hizo en tan solo 2 años antes de renunciar. En contraste, Alberto Fernández es el único presidente que no enfrentó paros generales durante su mandato.

El análisis histórico revela la variabilidad en la relación entre la CGT y los distintos presidentes, marcada por la coyuntura económica y social de cada período. La medida de fuerza actual contra el gobierno de Milei agrega un capítulo más a esta compleja relación entre sindicatos y administraciones en Argentina.