Un empresario dijo que hay tantos pitufos en las puertas de los negocios, que los clientes no quieren ni entrar.

“Prácticamente hay que correr a los clientes por la presencia policial en la puerta”, dijo Juan Tudela, referente de los trabajadores gastronómicos de Plaza Alvarado.

Las restricciones afectan el caudal de ventas y muchos negocios están en la cuerda floja.
La única esperanza que tienen es que la justicia toma una decisión sobre el amparo que presentaron para que el Comité Operativo de Emergencias (COE), extienda el horario laboral y de paso no mande a la horda de pitufos a la medianoche para hacerlos cerrar. Dijo que ante la presencia policial casi deben echar a la clientela.