El senador Santiago Payo presentó un proyecto para expropiar terrenos y crear una reserva natural. Los terrenos pertenecen a la petrolera Pan American Energy, empresa norteamericana de la cual Payo fue y sigue siendo empleado. El negocio detrás de las eco-intenciones declaradas.DOM
Semanas atrás, el senador Santiago Payo (Tartagal PJ) presentó, junto a su par Ángel Martín, un proyecto de Declaración por el cual se solicita al Poder Ejecutivo Provincial que declare Reserva Natural estricta e Intangible a perpetuidad a la cuenca de captación de agua potable denominada El Aguay, que abastece a Vespucio y que podría abastecer incluso a Mosconi y Tartagal. Hubo un primer proyecto por el cual se pedía declarar al lugar, además de Reserva Natural, Área Protegida; pero después se dio marcha atrás con esto último aduciendo cuestiones de implementación.
Payo dijo a un medio gráfico local que la iniciativa surgió por “los riesgos que esas aguas sean contaminadas por algunos emprendimientos privados en esa zona”. Dijo, también, con el tono de convencimiento que sólo pueden tener los fanáticos religiosos o los militantes de greenpeace, que esa reserva natural protegerá a la flora y fauna del área que podría ser desmantelada por extracciones madereras.
Pero acá se desmantela el tono de Capitán Planeta: para establecer esta reserva natural, antes el ejecutivo provincial debería comprar esos terrenos. Payo estimó que sólo serían tres catastros (al menos los más importantes) los que abarcarían las principales vertientes y efluentes (en total, los catastros Nºs 1.702, 4.335 y desde, 4.337 al 4.340). Y esas tierras por las cuales el ejecutivo deberá pagar millones pertenecen -oh casualidad- a Pan American Energy, empresa de la que Payo fue y es empleado. Es más, si el ejecutivo apoya el proyecto que ya fue aprobado en la Cámara Alta, probablemente pongan su foto en alguna pared, con esta frase debajo: “Santiago Payo, empleado del mes de Pan American Energy”.
Sí, Payo
El senador Payo tiene relación de dependencia con Pan American Energy desde 2006 como médico laboral. Representando a la empresa, Payo además ha dado charlas en el marco de uno de esos programas que tienen las empresas para quedar bien con la sociedad de la cual se extrae la riqueza. “Aporte a la Calidad de Vida de la Comunidad del Departamento Gral. San Martín, Pcia. de Salta/ Programa de Promoción de la Salud y Prevención de Enfermedades Infecciosas”, se tituló la iniciativa de la empresa hidrocarburífera.
No fueron mayores los servicios prestados, hasta ahora. Lo mismo se puede decir del coautor del proyecto, el legislador Tito Ángel, a quien Payo conoció en la misma Pan American: Tito Ángel era y es escribano de la empresa y probablemente las escrituras que quieren que el gobierno compre lleve su firma.
¿Cómo terminaron esas tierras tan importantes, tan estratégicas, en manos de una empresa norteamericana? Pues hace unos años hubo un juicio entre FORESTAL SANTA BARBARA SRL y P.A.E. La empresa maderera Forestal Santa Bárbara perdió y un juez norteamericano dictaminó un resarcimiento por 30 millones de dólares a Pan American Energy. Como Santa Barbara tiene entre Salta y Jujuy casi 100 mil hectáreas, pagó con tierras. Con el proyecto de Payo, esas tierras serían expropiadas, pero a la empresa se le debería pagar una indemnización que seguramente superaría lo indicado en el juicio (juicio el cual, dicho sea de paso, como se llevó a cabo en Estados Unidos, la transferencia se concretó sin que se pagara un solo impuesto en la Argentina).
Cipayo
Nadie entendía muy bien el porqué de esta repentina eco-preocupación de los senadores Payo y Ángel. Porque hasta hace dos semanas, estos legisladores juraban no tener ni idea de lo que pasaba en la zona.
Los que sí saben son los vecinos, que padecen la falta de agua en la zona norte de la provincia. Unos vecinos señalaron a El Tribuno, dos meses atrás: “Sabemos que hay una empresa que está deforestando cientos de hectáreas en la zona oeste de Vespucio y que tienen los títulos de la tierra donde se encuentra El Aguay. Estos empresarios están negociando con el Gobierno provincial para que El Aguay sea declarado como reserva de agua privada… Más allá de que la constituciones nacional y provincial establezcan que esta riqueza natural, como es el agua, no puede tener un dueño, ya se sabe de qué manera «se respeta’ la Carta Magna en el país y la provincia”. En esa nota del diario local, trataron de hablar con Payo y Ángel para que informaran sobre la situación. Así describieron la reacción de los senadores: “Ambos legisladores demostraron saber poco y nada del tema y, al ser consultados por El Tribuno, solo respondieron con algunas frases hechas como para salir del paso y nada más”. Un mes después, el deseo de los empresarios se hizo realidad, gracias a sus fieles empleados.
La excusa ecológica es inapelable y al mismo tiempo sospechosa. Porque a Payo poco y nada parecía importarle la ecología años atrás, cuando, por ejemplo, se denunció justamente a Pan American Energy por solicitar autorización a la Secretaría de Medio Ambiente para realizar tareas de prospección sísmica dentro de la Reserva Provincial de Flora y Fauna Acambuco, ubicada en el departamento San Martín e íntegramente dentro del área de Yungas.
En ese momento a ni a Payo ni a Martín les preocupó que la empresa para la cual trabajaban decidiera hacer una prospección sísmica, que consiste, básicamente, en realizar detonaciones de profundidad (10 metros bajo tierra) que al explotar envían ondas que informan sobre tamaños y localizaciones de yacimientos.“Las explosiones, así como la perforación de los correspondientes pozos y la apertura de picadas son actividades cuyo impacto sobre la fauna silvestre aún no ha sido estudiado en zonas selváticas y es por esto que creemos necesario presionar para que se actúe con mucha precaución”, criticaron desde Greenpeace, en una nota en la que además se enfatizó que “esta reserva, si bien en la práctica y durante sus 22 años de existencia no ha sido vigilada más que en los papeles, es una zona muy rica en biodiversidad y todavía viven Jaguares, tapires, yacarés, ocelotes y, en general, toda la fauna mayor de las Yungas…”
Tampoco se sabe que ni Payo ni Martín dijeran algo en 2010, cuando vecinos de la zona repudiaron que se tratara de destinar el agua de El Aguay a la petrolera para la cual ellos trabajaran.En esa oportunidad (mayo 2010) tres vecinos de Campamento Vespucio iniciaron una huelga de hambre, cansados de esperar una respuestas sobre el futuro de la planta de agua de El Aguay. Los vecinos creían que el gobierno tenía la intención de inhabilitar la planta que distribuye agua para la zona y destinarla a otros fines. Marta Wierna, una de las huelguistas, dijo que estaban “peleando para no que la inhabiliten” para uso corriente, porque el gobierno quiere destinarla a la petrolera Panamerican que la solicita para su actividad.
Para suplir la planta quieren hacer una obra de bombeo de impulsión desde General Mosconi hasta Campamento Vespucio, pero en ese tramo hay un desnivel de altura de 100 metros aproximadamente, explicó la mujer en diálogo con FM Noticias.
Si bien argumentaron que recibirán el agua del Itiyuro, “todo el mundo sabe que ese dique no tiene volumen de agua por eso Tartagal y General Mosconi tienen problemas de falta de agua”, reclamó. La mujer, asimismo, acusó de “cómplice” al entonces Intendente de Mosconi (Ruarte) porque nunca se arrimó a hablar con los que llevan adelante la lucha. “Nosotros vamos seguir con esto porque no podemos perder una fuente de agua como es el agua de El Aguay que es pura y no está contaminada”.
Antes no eran ecologistas y de repente lo son. La propuesta que hacen, para colmo, es de esas que no se pueden rechazar: el gobierno está casi obligado a proteger esa toma de agua. Y de paso, Pan American Energy hace unos buenos pesos al candidato más indicado para poder comprar unos terrenos sobre los que no se puede trabajar mucho.
Algunos se las arreglan para quedar bien con Dios y con el Diablo.

Probables razones
Esta es sólo una hipótesis sobre por qué Pan American Energy trata de hacer este negocio inmobiliario en este momento. Quizá PAE esté en retirada. Es sólo una hipótesis, porque si bien en su web argentina la empresa arroja números exitosos, la situación parece ser otra.
En la web dice que “aumentó en un 31% su producción de petróleo, pasando de 81 mil a 104 mil barriles diarios, y en un 88% su producción de gas natural, pasando de 11 a 19 millones de m3/día”. También, que “registró un aumento constante en sus reservas probadas, que en 2012 sumaban 1.404 millones de barriles de petróleo equivalente (69% petróleo y 31% gas). Y que “mantuvo una tasa de reposición de reservas producidas del 148%, la más alta de la industria petrolera argentina”.
Sin embargo, hay otros números que muestran a una empresa en retirada. Un exhaustivo informe de Antonio Oieni, en El Tribuno, señala que hubo una caída de la producción de gas y que las perforaciones en los campos hidrocarburíferos de San Martín son más costosas y complejas que en las cuencas menos profundas de Cuyo y la Patagonia.
“El complejo que opera Refinor procesa diariamente 22 millones de metros cúbicos de gas que pocos años atrás eran aportados íntegramente por los cuatro grandes yacimientos que concentran la producción gasífera de Salta y la Cuenca Noroeste: Acambuco (Pan American Energy), Ramos (Pluspetrol), Aguaragüe y San Antonio Sur (Tecpetrol). Según los últimos registros actualizados por el IAPG, estos bloques apenas suman actualmente 9,5 millones de metros cúbicos diarios. Los otros 12,5 millones de metros cúbicos diarios que completan la capacidad de tratamiento de la refinería de Campo Durán provienen de Bolivia”, escribió Oieni.