Termina la campaña internacional por la libertad de Santos Clemente Vera, condenado por el crimen de las turistas francesas en 2011. La iniciativa disparada por Jean Michel Bouvier, contó con participación de miles de personas. Los aportes llegaron desde periodistas y destacados políticos, hasta una amplia difusión en agencias mundiales de noticias. Manuel Baku

Luego de tres semanas de duración, va cerrando la campaña internacional en pos de la liberación de Santos Clemente Vera, condenado en forma muy polémica, por el asesinato de las turistas francesas en Salta en julio de 2011. El objetivo se logró, afirman los coordinadores de la campaña, concretada en forma virtual. Por una parte, consideran que ha permitido movilizar internacionalmente a personas de todos los medios sociales, pobres, ricos, viejos, jóvenes, políticos, etc., mientras se difunde la situación de Vera y se mantiene candente el caso en la memoria colectiva. Uno de los organizadores, el periodista francés Jean Charles Chatard afirmó, en dialogo con Cuarto Poder que se obtuvo la “satisfacción por el interés que la prensa ha mostrado por esta movilización. Todos los medios de comunicación jugaron el juego. En Salta y Buenos Aires, además de notas de Telam, Perfil, Clarin, Crónica, etc”. A su entender esta amplia difusión permitió que “la información llegara a la Corte Suprema de la Nación”, donde formalmente se encuentra en juego la libertad del segundo condenado por el caso. Paralelamente la campaña contó con el aporte de Proyecto Inocencia, una ONG dedicada al pelear contra la condena penal a personas inocentes en todo el mundo. La movida virtual fue suficiente para sacar de hibernación a una Corte Salteña que ya suma medio año sin trabajar. Por elevación el reclamo internacional también cuestiona la postulación de Horacio Aguilar a integrar el máximo tribunal local, hasta aquí con desprestigio propio, lo que no quita el aporte que puede hacer el letrado a esta institución. Siempre le entra una mancha más al tigre.

Aunque no tuviera grandes titulares en los medios masivos locales, la campaña mediática por la libertad de Santos Clemente Vera, reedita un caso nunca cerrado, pese a los notorios esfuerzos del verdadero poder provincial. La campaña internacional incluso llegó a oídos del Congreso Nacional, donde el tema fue largamente comentado en los pasillos de la cámara baja y sería comidilla de los diputados del NOA, quienes guardan silencio ante el ingreso de sus pares salteños. Pese a que no muchos lo reconocen ante extraños y mucho menos en público, algunos diputados creen que sobre el cruel asesinato uno de los legisladores salteños sabe mucho más de lo que dice.

 

Bouvier insiste
El padre de Cassandre Bouvier, Jean Michel Bouvier, además de apostar fuerte por la campaña en pos de la libertad de Vera, solicitó sin respuesta alguna ser recibido por la administración Macri, entre diciembre de 2015 y diciembre de 2019. El vínculo pasional entre el macrismo y el por entonces gobernador Urtubey, habría operado en contra de las víctimas, y cerrado el camino de Bouvier a la Casa Rosada. Actualmente adelantaron desde París sus allegados que intentará ser recibido por Alberto Fernández, pese a que la pandemia COVID19 tiene todo viaje paralizado. En dos ocasiones este padre del dolor fue recibido por Cristina Kirchner desde el cargo de presidenta. Posteriormente Oscar Parrilli se encargó de colectar documentación e investigaciones sobre el caso a pedido de la expresidenta. En ambas reuniones Jean Michel pidió justicia en el caso de su hija y la inocencia de Vera.  Ahora pide una reunión con las actuales, con el mismo objetivo. Reclamar verdadera justicia y libertad para Vera.

 

Tres años, que son siete

La organización Innocence Project -creada en Estados Unidos y cuyo fin es revertir condenas de personas inocentes- patrocina a Santos Clemente Vera desde 2017. Gracias a esta organización Vera logró tramitar un recurso de queja ante la Corte Suprema de Justicia, lo que suele demandar importantes recursos económicos y muy pocas chances de éxito. “El recurso de queja fue remitido al Procurador General de la Nación, Eduardo Casal, en diciembre de 2018, y Casal todavía no se pronunció”, explicó el abogado Manuel Garrido, presidente y director de Innocence Project Argentina.
En este sentido, explicó que “mientras el procurador no opine, la Corte tiene el caso parado, y Clemente lleva detenido más de siete años y ocho meses”, lo que para muchos es una incalificable injusticia, solo basada en brindarle impunidad a los verdaderos culpables. «Que Clemente esté preso significa que los culpables están impunes”, subrayó Garrido. Este pensamiento emanado desde el sentido común, es compartido por miles de salteños, quienes no solo participaron de la campaña, sino que además descreen profundamente de la una justicia local amanerada en formas clasistas y sospechada de condenar a un inocente pobre, por el solo hecho de proteger a sanguinarios culpables con carnet de oligarquía.

«Que Clemente esté preso significa que los culpables están impunes”, subrayó Garrido.

 

 

Historia oficial

Los cuerpos de las jóvenes Cassandre Bouvier y Houria Moumni fueron hallados el 29 de julio de 2011, por un grupo de turistas chaqueños, en la zona de El Mirador, en la Quebrada de San Lorenzo, a 15 kilómetros del centro de Salta.
Por este hecho, el 2 de junio de 2014, la Sala II del Tribunal del Juicio de Salta condenó por unanimidad a Gustavo Lasi a la pena de 30 años de prisión como autor del «robo calificado por el uso de arma, abuso sexual con acceso carnal agravado, y doble homicidio calificado criminis causa». Ese mismo día, el tribunal absolvió por el beneficio de la duda a Daniel Vilte Laxi y a Santos Clemente Vera, quienes habían cargado hasta ese momento con tres años de prisión preventiva, ordenada por el entonces Juez de Primera Instancia Martín Pérez, con el aval del abogado querellante, Horacio Aguilar. Posteriormente Pérez ascendió a Camarista y hoy Aguilar tiene medio cuerpo dentro de la Corte salteña.

La suerte de Vera y Vilte en 2014 fue recibida con aplausos por los salteños presentes en la sala, quienes entendieron que no se puede condenar a dos hombres marginales sin pruebas y mucho menos por el hecho de cerrar un caso doloroso para el poder político de Salta.
Sin embargo, el 3 de febrero de 2016, todo volvió a la normalidad, y por la apelación del fiscal de la causa, la Sala III del Tribunal de Impugnación se revocó la sentencia absolutoria dictada a Vera. Sin mediar ninguna nueva prueba, y sin que los (dos) jueces le tomaran siquiera declaración, lo condenaron a la pena de prisión perpetua, por considerarlo coautor de los mismos delitos que Lasi.  Con este polémico fallo de dos jueces en la soledad de una habitación se condenó a un jardinero a la pena máxima del Código Penal argentino. No solamente contradijeron a tres camaristas, 36 jornadas de juicio oral y más de 200 testigos, sino que además oscurecieron queriendo aclarar a un Poder Judicial cada día más cuestionado. La estocada final llegó cuando la Corte de Justicia, presidida por Guillermo Catalano, decidió por unanimidad rechazar la apelación de Vera ante el bochornoso fallo de Impugnación. Faltaba más, uno de los dos jueces de esa habitación oscura fue durante una década el secretario de Catalano, hasta hoy presidente.  

Los años pasan y Santos Clemente Vera continua preso, sin el mínimo de pruebas firmes. Sin él preso el caso no cierra por ningún lado. El crimen no podría concretarlo Gustavo Lasi en soledad. Y encima debería averiguarse el nombre de los dos ADNs masculinos jamás identificados y colectados de una de las víctimas. Lo mismo con el último mensaje de texto enviado por las víctimas. “Me gustaría mucho, antes de morir, esperar a que salga de la cárcel para abrazarlo”, dijo Bouvier sobre Santos Clemente Vera. El padre de una de las victimas es el único familiar que leyó completo el expediente original. Ese libro surrealista de Perez/Aguilar. El francés sabe muy bien que ni siquiera la data de muerte está clara, y que el jardinero es tan solo un perejil.