Más de la mitad de los comercios no pudo acceder a las líneas de créditos ofrecidas por Nación. Salta capital es además el aglomerado urbano de la Argentina con mayor nivel de informalidad en asalariadxs. (Por Andrea Sztychmasjter)

A una semana de la vuelta a la aparente “normalidad” con la apertura de locales comerciales, a más de 40 días de haber estado con las persianas bajas, la atmosfera que se percibe en Salta tiene a la incertidumbre como protagonista primera no solo por parte de lxs dueñxs de comercios del micro centro sino también por parte de lxs empleadxs del sector.

Bancos que no ayudan

Según un relevamiento de la Cámara de Comercio entre los principales problemas que se presentaron a la hora de acceder a las líneas de créditos de los bancos, en más del 50%  lxs comerciantes de Salta respondieron que no se pudieron contactar con los bancos y no se encuentran en condiciones de asumir créditos a ninguna tasa ni a la tasa propuesta.-

En una nota enviada por la Cámara de Comercio e Industria de la Provincia de Salta al Ministro de Desarrollo Productivo de la Nación Dr. Matías Kulfas, aseguran que hoy “las principales entidades bancarias han bajado las calificaciones crediticias a sus clientes, la mayoría no está atendiendo ni por mail ni por teléfono los pedidos de créditos”. En la misiva además solicitan que los bancos no rechacen los cheques por falta de fondos, puesto que la mayoría de los bancos en Salta no poseen TAS externos para depósito.

Pacto entre Gobierno, UIA y CGT

A principios de este mes el gobierno nacional dio luz verde a las empresas para que éstas puedan aplicar recortes de hasta 25 % en los salarios. Nación publicó la norma que oficializa el acuerdo entre la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Unión Industrial Argentina (UIA) para aplicar quitas de ese porcentaje del salario neto para trabajadores “suspendidxs” a raíz del aislamiento social obligatorio. Según informaron desde el gobierno, gran parte del sector empresarial va a recibir un subsidio de aproximadamente el 50% de la nómina salarial, dejó de pagar contribuciones patronales y pospuso el pago de impuestos nacionales y provinciales. A eso se suma este recorte en porcentaje  del salario normal.

En la práctica la realidad dista mucho de ser afrontada con estas medidas “paliativas”, sumado al nulo acceso de los créditos, medianos y pequeños comerciantes se ven en grandes problemas para afrontar gastos que requieren la mantención de un negocio, en muchos casos con escaso stock de mercadería. “Te soy sincero no sé si abro mañana”, asegura el dueño de un negocio de telefonía móvil del microcentro salteño.

Otro comerciante de la zona de la peatonal describe que la venta online tiene serias restricciones cuando el público destinario representa el sector de mayor edad: “Por ejemplo hay muchas personas que desean medirse las cosas que compra y no confían en la venta online”. Para el caso de indumentaria y  calzado –entre los sectores más golpeados- muchxs consumidores están cancelando pedidos, afirmó el presidente de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), Claudio Drescher.

Ventas electrónicas

Sin embargo la venta online en otros rubros aumentó exponencialmente con el decretado aislamiento. El director institucional de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), Gustavo Sambucetti, afirmó que realizaron días atrás una encuesta entre 50 empresas socias y en las primeras tres semanas de cuarentena, los supermercados tuvieron un crecimiento de la facturación por venta online del 300% y están pudiendo entregar, aunque con algunas demoras. En el caso de las farmacias, la suba fue del 60%, mientras que en productos de computación, del 50 %.

El eslabón más débil

El relevamiento de la Cámara de Comercio de Salta da cuenta además que sólo el 14% del total de comerciantes pagó el sueldo de marzo, mientras que un 45% lo hizo de modo parcial y el 41% no pudo pagar nada. Sobre el mes de abril el informe salteño señala que un 85% de los comercios encuestados solicitará un pedido de “reducción de contribuciones patronales” (para menos de 60 empleados).

El informe también señala que el 98 % de las empresas tiene menos de 60 empleados, el 46 tiene menos de 5 trabajadores a cargo y a los cuales más se les complica pagar sueldos dado que “viven al día”.

En esta nueva coyuntura, según datos del Ministerio de Trabajo el comercio es el sector que más perjudicado se encuentra por la crisis del COVID19.  Los niveles de empleo en el sector servicios, comercio, gastronomía, turismo son los que primeros sufrieron un golpe durísimo, con recortes de personal.

Por otro lado existen sectores en donde la demanda creció, entre ellos están limpieza, sanidad, farmacia, alimentos (producción y logística) y “packaging” son rubros que ya están demandado personal. Cajerxs de supermercado, operarixs, repositores, enfermerxs, también repartidores.

la venta online en otros rubros aumentó exponencialmente con el decretado aislamiento.

Salta la pobre

A esta situación de incertidumbre en el ámbito comercial se le debe agregar la alarmante situación socioeconómica de la principal capital de Salta, el aglomerado urbano de la Argentina con mayor nivel de informalidad en asalariadxs, que además registra un nivel de pobreza de 41,8%. Según un informe del Instituto de Estudios laborales y del desarrollo económico elaborado por Carla Arévalo, Salta es el aglomerado con mayor nivel de asalariadxs informales, y a la vez con el menor ingreso laboral promedio. Lxs asalariadxs informales reciben en promedio $9.5451 y la situación de las mujeres es relativamente más desfavorable con un salario de $7.100.

Del total de trabajadores, 36% son asalariados registrados y 36% asalariados no registrados. En otras palabras, aproximadamente 1 de cada 3 trabajadores es asalariado en el sector formal y 1 de cada 3, asalariado en el sector informal, señala el informe citado.

“La situación de las familias pobres de Salta es notablemente precaria y sus estrategias de supervivencia dependen sustancialmente del trabajo independiente y asalariado en el sector informal; 78% de las jefas y jefes de hogar ocupados son cuentapropistas no profesionales o asalariados no registrados”.

Otros datos del informe reflejan no solo la ausencia estatal en materia de contención social y económica en la ciudad sino también la fragilidad del mercado laboral de Salta que se traduce directamente en vulnerabilidad social: “siendo este aglomerado uno de los cuatro más pobres del país. Según INDEC, poco más de 4 de cada 10 salteños vive en un hogar cuyos ingresos no permiten cubrir las necesidades más básicas. Ese número asciende en la población infantil a 56%, y 1 de cada 10 niñas y niños se encuentran en situación de indigencia”.