Martín Grande prestó juramento en el congreso de la nación. En una sobreactuación de moral cívica y con pose de prócer nacional, el hombre que desde que es político recibió una frecuencia de radio y beneficios impositivos del Estado juró para que en el país no gobiernen los delincuentes.
Ayer prestaron juramento 127 diputados nacionales y entre ellos estaban los tres de Salta, quienes asumieron por separado y con reproches cruzados. El kirchnerista Sergio Leavy pidió la unidad del peronismo y Andrés Zottos, el represente de Urtubey, reclamó federalismo.
Pero la nota desagradable la puso el macrista Martín Grande quien insiste en sentirse parte de los ciudadanos elegidos y autorizados a redimir moralmente a la nación. De allí que al momento de prestar juramento dijera: «Juro porque nunca más los delincuentes vuelvan a gobernar este país».
Lo curioso del caso es que en su corta carrera política el hombre ya está señalado por dos hechos pocos decorosos: recibió del gobierno nacional una frecuencia de AM en la provincia que coincidió con su postulación a diputado nacional por el macrismo; y hace poco debió renunciar a un beneficio de $500.000 que primero aceptó del gobierno provincial pero luego rechazo cuando se desató el escándalo.