La senda por la cual transitar es algo que queda marcado con cada alocución del 1 de abril. Los panes y las piedras que habrá como señal para marcar el camino, tanto a los propios como a la ciudadanía en general. Una instancia sin igual que le tocó administrar a la actual gestión provincial. Mensaje del cual extrajimos algunas pistas, evaluadas a continuación. 

                                                                                                  Por: Federico Pérez

La bitácora en los próximos meses dependerá de la capacidad para decodificar y operacionalizar la línea de acción trazada en estos días, tras el mensaje de apertura de sesiones ordinarias en el Legislativo salteño. En ministros y secretarios de Estado estará puesta la agudeza de visión intentando acertar con el accionar, mientras la oposición está a puro refunfuñar con lo que asimila como “esconder la pelota”. 

En la hermenéutica saenzista caben exhortos a hablar “desde el corazón”, a partir de sentirse “uno” solo en relación a cada salteño en los actuales “momentos de incertidumbre y angustia”; mensajes con líneas generales para el accionar oficial, tales como “replantear permanentemente nuestras decisiones y planes” en función de la pandemia; y el anclaje ecuménico de la creencia en “los triunfos colectivos”, es decir, funcionarios y pueblo. 

En cuanto a los planteos generales o macropropuestas, el mandatario provincial las vinculó a “la eficacia de unir aportes y capacidades de los municipios, la Provincia y la Nación”. En particular, definió un rumbo en el cual hay que tener en cuenta “los errores pasados para no cometerlos”; y destacar “la predisposición permanente del presidente Alberto Fernández y de todo su gabinete” ante los casos de desnutrición. Y que es de aguardar que continúen en el contexto actual. 

En su homilía a diputados y senadores provinciales, como también al resto del pueblo y particularmente a sus funcionarios, Sáenz blanqueó que la maniobrabilidad para desplazamientos es de 80/20. Es decir, como se dijo sobradamente desde estas páginas, 8 de cada 10 pesos que circulan anualmente en Salta provienen de Nación. O más exactamente que “el 80% de nuestros recursos son de origen nacional”, como recordó el titular del Ejecutivo provincial. 

Esto equivale a orientar el ánimo de identificación de su gestión, a partir de una versión cuasi hegeliana o dialéctica en la que una aproximación importante es “lo que no se es”, o definición en base a un opuesto. En tal caso, tener con el almartigón puesto al segmento de las huestes que amagan con desbocarse en reclamos hacia Balcarce 50, lo que además del dato del párrafo anterior está apuntalado por una composición diferente en los diversos grupos que integran la tropa no albertiana. 

La ancha autopista 

La vía que conduce a un lugar diferente al que quiere ir Casa Rosada es la ancha autopista B, pero ésta a su vez tiene diferentes carriles. “La reaparición de Marcos Peña a través de su troll center no obedece sólo a atacar el gobierno nacional”, escribió este jueves una analista política, quien concluyó que “molesta mucho en el Macrismo como Larreta se está convirtiendo en el líder de la oposición”. 

Así describió el panorama en este sector Luciana Salazar, fotomodelo que descuella en Twitter con sus evaluaciones, las que suscitan algún que otro misterio como ocurrió acá con el discurso gubernamental del miércoles pasado: el nombre del escriba. Más allá que ahí donde apunta Luli hay un punto en ebullición. Son los cortocircuitos que en la semana mantuvieron Elisa Carrió, en defensa del Jefe de Gobierno porteño, y la ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en nombre del macrismo más mauricista. 

Entonces, si Carrió objetó esta semana el prácticamente imperceptible –salvo en algunos canales antiperuca- “caceroleo” pidiendo rebajas de sueldo al sector político encuadra con este canto simplón para ver si se adhiere el barrabravismo. Lo que en su intento por erigirse como la médula del larretismo, desde los lilitos advirtieron que «no hay lugar para oportunistas» en esta avenida opositora.  

Luego de coordinar medidas preventivas con el Presidente de la Nación (con índice de popularidad en alza), Horacio Rodríguez Larreta saltó del 45 % al 52 % en aprobación a lo actuado, medido por la consultora D´Alessio-Berensztein. Otros sondeos, en tanto lo pusieron en un 64 % de respaldo entre los porteños. “En este momento, Rodríguez Larreta tiene la titularidad de la oposición y Macri quedó absolutamente desdibujado”, concluyó el consultor Gustavo Córdoba esta semana en entrevista con el portal Letra P. 

En síntesis, se puede ser Larreta o Gerardo Morales. El mandatario jujeño, se sabe, es uno de los partidarios del “que se pudra todo de una vez” y en esta senda del actuar envió al final de esta semana un contingente con 62 extranjeros a la Ciudad de Buenos Aires. 15 días antes, había propuesto cerrar la provincia para que los casos de contagio de COVID-19 no la hicieran –según sus proyecciones- explotar como el Área Metropolitana de Buenos Aires. Cualquiera diría que coquetea con una intervención federal. 

Por acá cómo andamos

En el Gabinete salteño hay algunos partidarios de la opción Morales, es de esperar que sean los menos. Que no haya lugar para planteos del tipo “Si quieren venir que vengan, les presentaremos batalla”, una auténtica bendición del raciocinio. En el Principado del Huayco, embanderado con los colores gris, blanco y celeste, tal parece que la situación se encuentra calma, luego de algunos contingentes nocturnos que tuvieron a maltraer a los vecinos del norte capitalino. 

Igual que en Campo Quijano, donde su jefe comunal, Cali Folloni, ya bajó la guardia por el amague de algunos aterrizajes que al final terminaron desviándose al mini Estado huayqueño. Puede que una misión diplomática del saenzismo logre desenrollar sus buenos oficios a fin de rubricar el armisticio con sus pares de este micro Estado, el que parece mirar con gran afecto hacia el Centro Cívico Municipal y Limache.   

Es otro tanto lo que le aguarda por realizar con otra de las repúblicas asociadas al saenzismo, la de Salud. Allí, la titular del ducado, Josefina Medrano de la Serna, marcó un contrapunto con el principal despacho grandbourgiano al indicar su preferencia por una actitud meramente contemplativa, antes que andarse por ahí, expuesta a la posibilidad de una designación proveniente de la base de datos COVID-19. 

Al comienzo de semana, había teatralizado un carraspeo en una de las transmisiones digitales para la prensa, probablemente con la intención de despejar presencia humana en un radio de dos metros a la redonda. Es que antes que los asuntos comunes apremian los particulares, como el del Hospital Materno Infantil, en el que algunos galenos levantiscos marcan cierto descontento con el adelantado de Medrano de la S, Federico Mangione.  

Una meta indicativa

El sendero de Hansel reseñado en este artículo probablemente sea perecedero, ya sea que haya sido señalizado con guijarros o con migas, aunque el ideal sería que los controles no se relajen. O que no lo haga el nivel de alerta por esta pandemia. Es decir, que no suceda como en la provincia de Chaco, donde la cincha parece que por momentos se tensa y por otros se deja suelta. 

Una conocida profesional de la salud de esta provincia vecina comentó a mitad de semana lo que le pareció “flojita la adherencia a la cuarentena ayer en Resistencia. ¿Poco compromiso con el esfuerzo sostenido? ¿Ignorancia? ¿Triunfalismo berreta? ¿Floja comunicación? La verdad que no sé qué debería pasar para que la sociedad se tome en serio la cosa, a tiempo”, dijo con evidente preocupación en su cuenta en redes sociales. 

Al notar lo de los contornos, la cimarronada saenzista a lo mejor debiera asignarse algún mecanismo para evitar estos altibajos expresados en el libre albedrío chaqueño para decodificar la cuarentena. Y en el “hasta-mientras”, definir alguna vía a plantear ante Nación con el fin de mejorar la eficiencia en la administración de los recursos, dado que como ya se dijo hasta el hartazgo 8 de cada 10 pesos que circulan por Salta provienen del gobierno federal. 

Los actuales son los momentos precisos para reestructuraciones de gran impacto. La receta a la irlandesa –estatizar centros de salud privados- no anduvo, pero las instituciones del sistema financiero siguen representando calamidades en medio de esta emergencia. Y en algunas de ellas, el Estado nacional cuenta con una participación accionaria del 30 %, como seguramente deben saber diputados y senadores nacionales. 

Las encargadas de poner casillas de peajes, puesto que no se le conoce otra función, si bien sobre algunas de ellas se resolvió administrativamente su pase al Estado nacional debería asegurarse que ni un solo dracma vuelva a asignarse a este malgasto que data del menemismo. Esto por dar solo algunos ejemplos a la pasada, y al resto seguramente tendrá en carpeta el saenzismo como aporte al ideario de ahorro de fondos nacionales. Los que tenderán al engorde, beneficiando de paso a la coparticipación que aguardan los salteños.