La cuestionada Senadora Nacional es otra de las que siente que se le está terminando el hilo del carretel “U”.

Pasó de ser una tímida legisladora provincial de tan solo 21 años, a una carrera maratónica de la mano del peronismo al que tanto vapuleó en sus mozos años de militancia desde el Partido Renovador de Salta.

Su proceso camaleónico comenzó cuando no tuvo reparos en pasar de una férrea actitud opositora como concejal, a las huestes de Miguel Isa, ya como funcionaria y militante. Su actitud, le permitió ganarse el mote de “traidora”, habilitándola a pegar el salto hacia el Partido Propuesta Salteña. Pero fue de la mano de Andrés Zottos que logró ser la candidata mujer de la alianza gobernada por Urtubey y ganarse —gracias al cupo femenino— la banca de diputada nacional.

Su gestión en el Congreso, como Diputada y Senadora, no se caracterizó por un trabajo distintivo, salvo por dos cuestiones que la tuvieron incluso en el pico de ranking de los legisladores más repudiados. La primera, fue la bochornosa votación en la que reconoció que no estaba de acuerdo, pero votaba a favor de la democratización de la justicia, en una coherencia más con sus actitudes, que con sus pensamientos. La segunda, fue su postura retrógrada  en contra de los derechos de las mujeres oponiéndose a la interrupción voluntaria del embarazo,  poniendo por encima el culto católico y sin privilegiar la salud de las mujeres.

Hoy Fiore ve correr un serio riesgo su carrera política y lo que menos quiere es volverse a su casa. Por eso es que en los últimos tiempos aceita su relación con el controvertido diputado nacional Alfredo Olmedo, quien la mide para que sea su candidata a vicegobernadora para el 2019, aunque ella ya hizo saber que prefiere reeditar la senaduría nacional.

De concretarse el pase sin dudas, Cristina Fiore estaría más cómoda ya que su conducta camaleónica mutaría de albergarse y apoyar al sistema de gobierno populista K, a uno más acorde con sus pensamientos de ultra derecha (inteligentemente disimulados), el de Donald Trump, Jair Bolsonaro, y Alfredo Olmedo.