Empezaron las represalias contra los polis huelguistas. Se conocieron traslados a bicipolicías, personal de criminalística y hasta de la banda de música.

Aunque antes de que se levantara la medida, los funcionarios del gobierno habían jurado que no habría sanciones ni represalias de ningún tipo, ayer empezó la revancha del muy insultado Jefe de Policía y del Ministerio de Seguridad.
Así lo confirma el periodista Antonio Oieni, que ayer entrevistó a los suboficiales retirados Jorge Vidaurre y Rubén Ibáñez (al parecer los que están en actividad temen hablar con la prensa). “El jefe de Policía, Marcelo Lami, garantizó que nadie sería castigado, pero en los últimos días comenzaron a confirmarse traslados que afectan a bicipolicías, personal de criminalística e inclusive a integrantes de la banda de música que acompañaron las marchas pacíficas realizadas entre el 9 y el 12 de diciembre”, dijeron a El Tribuno los suboficiales retirados.
No los echan pero como que les dan un “exilio” a lugares más lejanos: La Poma, Santa Victoria, Anta y los Valles Calchaquíes.
“Con qué motivo, si no para alejarme de mi esposa y mis hijas, me mandan tan lejos”, dijo uno de los cuatro músicos profesionales que el pasado fin de semana fueron notificados de los nuevos destinos en los que deberán presentarse en las primeras horas de 2014. “La jefatura policial faltó al compromiso que asumió públicamente el 13 de diciembre y demostró que no tiene palabra”, manifestó Ibáñez.
Quizá el problema de los policías fue creer que este gobierno podría cumplir una promesa.