“IMAC padece una campaña maliciosa de desprestigio” titula el centro médico una nota remitida a la redacción de Cuarto Poder en respuesta a una publicación  nuestra. Reproducimos el escrito que ya responderemos con tiempo.

En la nota titulada “SOMOS MACONDO” de la edición del 14 de Mayo de 2016 de Cuarto Poder se ha difundido una noticia inexacta respecto del Instituto Médico de Alta Complejidad (IMAC), entidad que desarrolla correctamente su actividad sanatorial en un edificio que cuenta con la habilitación comercial y edilicia conforme los procedimientos legales y por instrumentos legales de la Municipalidad de la Ciudad de Salta.

El sanatorio más moderno del NOA periódicamente se ve en la obligación de refutar publicaciones periodísticas inducidas por el vecino Felipe Federico Flores, quien sostiene maliciosamente que existe peligro de derrumbe y que es una obligación demoler el edificio. La grosera acusación carece de sustento alguno.

Una inicial diferencia de criterios en relación a los muros medianeros entre IMAC y la propiedad perteneciente a sus hijas María José Flores y María Daniela Flores, se ha transformado en una arbitraria, caprichosa y sistemática oposición al emprendimiento médico.

En todas las instancias abiertas por las denuncias IMAC ha demostrado que la estructura edilicia respeta las normas de construcción vigentes y, también y que existe una campaña de desprestigio del vecino Flores a quien gobierna una extraña obsesión.

La familia Flores ha concentrado sus denuncias en que la obra no respetaba los indicadores urbanísticos. Sin embargo, corresponde informar que por Ordenanzas 14.033 y 14.087 los proyectos de ampliación, modificación y refacción de edificios destinados a prestar servicio de salud son tratados con indicadores urbanísticos diferenciados. La norma buscó fomentar ampliaciones en clínicas por la falta de camas para internación e integra de manera inobjetable el cuerpo normativo que rige las edificaciones.

Se ha demostrado que el edificio de IMAC posee una estructura independiente y que las normas antisísmicas que invoca el denunciante serial no son aplicables a la obra. El 20 de Marzo de 2012 Eduardo Francisco Laconi, en su carácter de Presidente del COPAIPA, mediante nota 42/2012 ha informado que “NO CORRESPONDE” considerar las recomendaciones dadas por las normas sismo-resistentes para mampostería portante para aquellas que no lo son según reglamento INPRES CIRSOC 103, parte III, artículo 7.3. A pesar de ello Flores insiste en lo contrario.

En el juicio “Emprendimiento Adolfo Güemes S.A. vs. Flores, María Daniela; Flores, María José por Sumario”; Expte. N° 276.990/9 todavía no se ha dictado sentencia, aunque vale aclarar que cuando el Juez rechazó los pedidos de paralización de la obra solicitados por Flores sostuvo: “Si la obra fue ejecutada durante 7 años es porque la presunción de legalidad y regularidad dentro de la esfera constitutiva municipal fue cumplida…”.

IMAC ha finalizado el trámite de registración y regularización edilicia según lo dispuesto por las Ordenanzas 14.493 y 14.504 y nada de ilegal puede especularse por ello. El sanatorio no ha pagado ninguna multa por excesos de construcción y los nuevos cuestionamientos constituyen falsedades proferidas por un espíritu que busca el estrépito sin descanso. Esta semana fueron nuevamente rechazados los planteos de la familia Flores que hace padecer a los funcionarios comunales un desgaste administrativo exagerado.

Emprendimiento Adolfo Güemes S.A., durante los años que ha padecido este hostigamiento, ha presentado en su contra denuncias por sabotaje y daños y es víctima de hostilidad que se ejerce de hecho y por vía periodística inducida. También, en el Consejo de Profesionales Agrimensores, Ingenieros y Profesiones Afines puesto que siendo ingeniero electromecánico abunda en sus denuncias como si fuera ingeniero en construcciones o civil, especialidades en las que no resulta idóneo ni experto.

Numerosos vecinos de la manzana recibieron alguna vez la visita de Flores pidiéndoles que denunciaran al sanatorio aún cuando carecía de motivos y hasta lo vieron pegar carteles difamatorios en los postes de alumbrado de la zona. No conforme con ello, en otras oportunidades se instaló en la entrada del sanatorio obstaculizando la entrada de pacientes y visitas con el fin de evitar que contraten servicios de salud con IMAC.

Flores fue visto de manera recurrente con periodistas de distintos medios en confiterías donde los cita para exponer sus planteos. Vehemente en sus posturas les exhibe los más de cien escritos, cartas documentos y denuncias que firmaron él y sus hijas, y que fueron presentados al ex Intendente Miguel Isa y al nuevo alcalde Gustavo Sáenz, al Ministerio de Desarrollo Económico, al Concejo Deliberante, a la asociación RED-SOL y a las Fiscalías Penales.

Textos con tenor amenazante prometieron y prometen denuncias penales para el caso de que no acaten sus designios, a la par que expanden las sospechas a un sinnúmero de funcionarios. Para Flores prestar un eficiente servicio de salud carece de relevancia y, en todo caso, constituye una conspiración en su contra.

Así las cosas, IMAC se ve en la obligación de aclarar lo que no debiera pues está claro que el cronista de Cuarto Poder nunca ha requerido que se le proveyera información para cotejar los dichos del Señor Felipe Federico Flores.

Lo cierto es que nuestro edificio no integra ningún contexto urbanístico irregular ni contribuye a que se califique a la Ciudad de Salta como un “Macondo”. Por el contrario, está claro que padece el acoso de un vecino animado por fines aún desconocidos y que ha inducido en error al cronista.