Investigadores del INTA sostienen que el incremento de cultivos como la soja produce un acercamiento de la napa freática a la superficie. Ello explicaría por qué las inundaciones son cada vez más recurrentes en nuestro país.

“No estamos de acuerdo en que los excesos hídricos se deban a la falta de obras ni al exceso de lluvias, si no más bien a cuestiones asociadas al proceso de minería que sufre la agricultura y a la agriculturización de las últimas dos décadas principalmente”, afirmó Nicolás Bertram, investigador del INTA de Córdoba, y que desde hace diez años estudia los “excesos hídricos”. Su trabajo académico fue titulado “Ascenso de napas en la región pampeana: ¿Incremento de las precipitaciones o cambios en el uso de la tierra?” Analizaron las lluvias de los últimos cuarenta años y los cambios en el modelo agropecuario (sojización y expulsión de ganadería), entre otras variables.

A partir de ese trabajo, Página 12 publico un informe en el día de hoy donde registra la tesis de Bertram: “La napa estaba a diez metros de profundidad y hoy está a menos de un metro. Los suelos están saturados, no pueden absorber más. Es como si antes teníamos una maceta grande y echábamos un balde de agua. Ahora la maceta es diez veces más chica pero echamos el mismo balde de agua”.

El trabajo señala que buena parte de la región pampeana la napa freática se encuentra a un metro de profundidad y recuerda que diez millones de hectárea pasaron de la actividad ganadera o mixta a la puramente agrícola, con preponderancia de la soja. Aunque el trabajo se focalizo en Marcos Juárez, zona de la Pampa Húmeda y núcleo sojero, su autor asegura que es extrapolable a toda esa región e incluso a zonas extrapampeanas, como San Luis (donde se generaron nuevos ríos), Santiago del Estero, y regiones del norte de Santa Fe y Buenos Aires (zonas que fueron monitoreadas con freatímetros).

En ese marco, Página 12 le puso cifras y casos al problema: un monte nativo absorbe 300 milímetros de agua por hora; una pastura convencional (donde hay ganado) 100 milímetros; y un campo con soja apenas 30 milímetros por hora. Misiones sufrió una gran inundación en 2014. A inicios de 2015 fue el turno de Córdoba y Santiago del Estero. En el segundo semestre sufrieron el Litoral y Buenos Aires. Este año fue el turno de Santa Fe, Entre Ríos, Chaco, Corrientes, Córdoba y noroeste bonaerense.

Bertram cuestiona la propuesta de políticos y empresarios. “Ninguna obra va a solucionar las inundaciones”, afirma. Y llama la atención sobre los “responsables” de los anegamientos. “Muchos medios de comunicación cuestionan siempre a los políticos y en parte no está mal, pero esos medios nunca vinculan la inundación con el poder económico del modelo agropecuario, desde los Grobocopatel a Monsanto, Bayer, Cargill, Dow y una lista larga. Quizá porque esas empresas son los anunciantes de esos medios”.