Cuarto Poder entrevistó Claudio del Plá que habló de las razones del triunfo del 2013 y los desafíos de su fuerza. Negó que el PO este protagonizando reveses parlamentarios y asegura, con convicción casi religiosa, que ellos pueden superar la experiencia histórica del peronismo con obreros peronistas. (Daniel Avalos)

Claudio del Plá parece un hombre feliz. No sólo por la auspiciosa coyuntura política del PO, sino porque está atravesado por una Fe que, como todas, suele proteger a los humanos de las angustias y de las dudas que aquejan a los ateos que no la tienen. Cuando la entrevista va llegando a su fin se lo expreso, pero él lo niega. Pero uno se aleja de viejo edificio parlamentario de Mitre 550 con esa sensación de que el diputado provincial es un convencido de que la Historia avanza inexorablemente hacia una etapa de redención en donde lo viejo está condenado a morir, mientras lo que él entiende por nuevo está destinado a crecer. Que se trata de algo que puede tardar en llegar o dar sus rodeos, pero que indefectiblemente llegara al destino soñado que es el socialismo. Seamos justos y admitamos que esa certeza que atraviesa a la tradición de izquierda, fue inaugurada por el mismísimo Carlos Marx cuando en el Manifiesto Comunista de 1848 aseguró que el hundimiento del capitalismo y la victoria del proletariado eran igualmente inevitables. Una especie de historia garantizada que podría explicar esa tendencia del militante trotskista a definir con precisión los fines que su partido persigue, pero precisión que va desapareciendo cuando debe explicar sobre cómo harán para conseguirlo.

Como buen marxista, del Pla explica lo que ocurre en la provincia recurriendo siempre al todo nacional que da sentido al fragmento. Por eso cuando balancea el triunfo de hace cinco meses en Salta, enfatiza que lo ocurrido es parte de un giro nacional en donde la izquierda pasó de los casi 600.000 votos del 2011 al casi un millón trescientos mil del 2013. Fenómeno que también atribuye a lo que denomina el fracaso “K” para recuperar al peronismo como un movimiento nacional y popular. Sólo cuando la larga explicación de la situación nacional concluye, se interna en el caso salteño y sus ingredientes. “Hay una experiencia larga de un partido que pudo hacer dos cosas. De un lado establecer todo el tiempo un planteamiento de alternativa en grandes procesos de crisis y grandes sucesos que pudo multiplicarse en su alcance por el lugar que ocupamos en el parlamento. Y de otro lado porque el régimen político tradicional no ha hecho mas que disgregarse. Las formaciones políticas tradicionales están destruidas. La facción gobernante se comió a los viejos partidos y el PO ha quedado como la representación de un amplísimo abanico de reivindicaciones. Eso ha permitido que la votación fuera tan amplia y que nos votaran todas las clases sociales”.

Sin embargo a algunos nos queda la sensación de que el PO sigue siendo una fuerza testimonial porque contando con mayoría en el Concejo Deliberante al menos, no puede generar reformas que cambien la direccionalidad política de la ciudad.       

Es según se mire. En el Concejo Deliberante se han aprobado proyectos nuestros que tienen un carácter de reformas elementales pero de sustancial importancia para la población. Por ejemplo el proyecto que plantea eximir del pago de impuestos a los propietarios de vivienda única con ingresos inferiores a los $5.000. Pero el intendente gobierna con el veto. Entonces no es sólo el problema del trámite parlamentario sino que cada vez que avanza un reivindicación popular concreta, del otro lado hay un régimen que sin ponerse colorado, dice que es partidario de un gran dialogo pero cada vez que aparece un ordenanza que no está en su línea la veta. También se acaba de aprobar una ordenanza nuestra para establecer un sistema de ciclo vías financiada por el Estado y que garantice seguridad a los que usan bicicleta. Nuestros concejales son protagonistas de la lucha por la regularización de los barrios en Villa Floresta y todos los loteos truchos. A partir de la intervención de ellos, además, no es que se sancionaron ordenanzas sino que hay un proceso de organización social para hacer avanzar determinadas causas. Las bancadas del PO no son sólo gestoras parlamentarias, son un factor de organización.

En la legislatura sólo somos una bancada de minoría pero hicimos aprobar el proyecto de los Centros de Estudiantes que ahora está parado en el Senado. Está la otra ley que establece la protección de las viviendas que construye el Estado y establece que las hipotecas de esas viviendas no puedan ser transferidas a la banca privada. Luego nuestra intervención tiene un efecto a veces por la negativa. El oficialismo no se anima a tratar cosa por el hecho que nosotros las impugnamos y no tienen la espalda política para bancarse esa impugnación, o modifican artículos de leyes que nosotros votamos en contra. Es decir que nuestra presencia habría que medirla en muchos planos. Hay que ver si nuestra intervención contribuye a un proceso de organización popular sobre las reivindicaciones que nosotros agitamos bajo la forma de proyectos de ley. Tiene que ser una combinación de una acción parlamentaria con el desarrollo de un movimiento social que sea capaz de superar la combinación de minoría que tenemos en el parlamento y obligar a que se aprueben determinadas conquistas.

Con respecto a la generación de un movimiento social. ¿Por qué una fuerza que llegó a los 80.000 votos no puede conducir las organizaciones sindicales obreras?

No es igual el terreno de una elección general que la elección en un sindicato que ofrece limitaciones en algunos casos insalvables. En la ADP, por ejemplo, son completamente fraudulentas. Nuestros principales dirigentes no pueden siquiera afiliarse…Patricia Poblete, Cristina Foffani y yo tenemos prohibida la afiliación. No podemos ser ni candidatos. De cualquier manera es cierto que no es el mismo razonamiento cuando uno decide elegir una bancada parlamentaria que para dirigir un sindicato. Tiene que haber una predisposición distinta del trabajador en un caso y en el otro. Creemos que esa dicotomía tiende a disolverse. En la huelga docente del 2005 el sólo hecho de imputar a alguien que era del PO bastaba para que los docentes dijeran ´mejor no pongamos a alguien que tiene militancia política como delegado´. Ahora hay notorios dirigentes nuestros que son elegidos delegados por unanimidad como en Orán. El PO ha ganado una autoridad política. Entonces esa dicotomía se está resolviendo cada vez en mayor proporción.

Volvamos a lo parlamentario. Decís que el Poder obstaculiza los avances parlamentarios que pueda producir el PO. Eso está en la agenda del Poder y ustedes lo saben. ¿No encuentran la forma de saltar los obstáculos?  

Es que hay cosas que no se resuelven con combinaciones parlamentarias. Por ejemplo, esta legislatura está funcionando bajo una presión popular sin antecedentes. Los diputados van a los pueblos y son acosados por los docentes cuando, por ejemplo, votan en contra de un proyecto del PO. Ocurrió la semana anterior cuando presentamos un proyecto sobre tablas para que el gobierno reciba a la delegación de la asamblea docente. El oficialismo voto en contra y en algunos departamentos el repudio a los diputados fue total. Este es el punto y el método nuestro. Vamos armando una corriente popular a favor de nuestros proyectos y lo que aparece inviable en términos de la contabilidad del voto parlamentario, se hace viable sobre la base de un gran consenso fuera del parlamento. Las combinaciones puramente parlamentarias pueden resolver algún problema. Si nosotros tenemos un proyecto de cuatro artículos y acá se aprueba uno y eso es un paso adelante…vamos adelante. No tenemos una conducta maximalista. Una reforma que sea una verdadera reforma, o sea que implique una conquista para un sector del pueblo, la hacemos avanzar.

Más allá de que existen fuerzas sociales que se movilizan y pelean. Vos crees que están dadas las condiciones para que se den en el plano que ustedes la piensan.

Esa es nuestra apuesta. El gran desafío es abrir una nueva etapa histórica en la Argentina en donde la izquierda revolucionaria se fusione con el movimiento obrero. Nosotros vamos a hacer un congreso en septiembre de las fuerzas que integran el Frente de Izquierda con todas las organizaciones obreras que involucra a todas estas corrientes antiburocráticas que se está desarrollando. Si nosotros somos capaces de presentarles a los obreros peronistas que es necesario superar la experiencia del peronismo; que el peronismo ya no puede ser reformulado en una variante nacional y popular; y que la izquierda consecuente es la que puede levantar aquellas banderas de una transformación social de fondo y una emancipación efectiva de este país, entonces abriremos una nueva etapa histórica con un movimiento dirigido por la izquierda. Esa es nuestra lucha de toda la vida. Nada es fácil, pero estamos en un giro que plantea esa oportunidad y la planteamos abiertamente. Hoy los obreros se acercan al PO no sólo porque somos un partido que está en la lucha social, sino porque han empezado a ver en nosotros una alternativa política y eso es una novedad.

En el 2005 se podría haber pensado lo mismo. El resultado electoral de ustedes no fue tan bueno como en el 2013 pero lograron varias bancas. Esa posibilidad la perdieron.

Fueron resultados importantes. No fueron tan buenos como ahora, pero entonces había una serie de factores. En el 2005 era el ascenso de los Kirchner y el proceso político fue a abonar en Salta un kirchnerismo tardío con Urtubey. Y ese proceso se chupo los votos del PO. La gente creyó, igual que a nivel nacional, que podía haber un recambio popular en relación al peronismo en contraposición a un neoliberalismo clásico de Romero y compañía. Pero ahora estamos viviendo el agotamiento de esa experiencia. Nosotros creemos que por lo menos por ahora, no parece que la burguesía pueda enfrentar esta crisis con alguna alternativa por izquierda o democrática. Son todas variantes derechistas, recalcitrantes y por lo tanto la fisonomía de la izquierda aparece muy clara para que aquellas banderas que agitó el kirchnerismo puedan ser asumidas por la izquierda.

¿No subestiman la capacidad de reproducción de lo que llamas la burguesía nacional?

Nosotros no somos comentaristas de lo que ocurre. Nosotros intervenimos en base a una caracterización. Primero que ninguna crisis es igual a la anterior. En el 2001 no había una instalación de una alternativa de izquierda, transformadora, revolucionaria como referencia para las masas de este país. El planteo ´que se vayan todos´ se asociaba a la idea de que había un personal político corrupto, pero no había en la oposición una alternativa política. Bueno…ahora creemos que estamos entrando a esta crisis de una manera diferente porque se ha logrado hasta la instalación de nuestros grandes referentes nacionales. Para completarte la idea. Primero que las crisis son diversas. Segundo que cada vez son más graves y ponen a las masas ante desafíos más importantes. Y en tercer lugar se agota el sistema de partido. Acá gobernaron todas las facciones del peronismo, el radicalismo y hoy están atomizadas. Entonces pesan muchos factores objetivos y subjetivos. Hemos logrado instalar una izquierda revolucionaria; vamos a estar en 24 distritos lo cual no tiene antecedentes; en cada distrito tenemos dos o tres dirigentes con una autoridad pública que jamás tuvimos; tenemos decenas de parlamentarios en grandes distritos; tenemos un desarrollo en el movimiento obrero que no teníamos. Que la burguesía va a tratar de armar recambios no hay duda. Que en ese proceso van tener que lidiar con una alternativa más fuerte, instalada desde la clase trabajadora y desde la izquierda, tampoco hay dudas.

El socialismo santafesino que de izquierda no tiene nada puede decir ´nuestras ideas tienen un lugar geográfica y espacialmente localizable en donde ustedes pueden ver qué direccionalidad le damos a las cosas´. No es lo mismo manejar una gobernación que un Concejo Deliberante… ¿pero el PO no pierde la posibilidad de poner en vidriera logros identificables a los que se puede arribar con una fuerza bien instalada?

Creo que los logros no se miden por conquistas parlamentarias. Vos fíjate que han hecho un frente único de todos para evitar que accediéramos a la presidencia del Concejo Deliberante y nosotros expusimos un planteamiento de transformación social integral y no se pudo avanzar simplemente porque hubo un acuerdo general porque con razón, todos los partidos observaron que una presidencia del PO en el Concejo Deliberante iba a ser un factor de desequilibrio en el Poder. Entonces se pusieron de acuerdo para que esto no ocurra. De cualquier manera creo que una parte del pueblo ha terminado de comprender que la alternativa a ese Poder vamos a ser nosotros y eso se va a ver en un conjunto de iniciativas que va perfilando qué clase de organización social nosotros proponemos. La idea de un gobierno de la ciudad dominado por el PO sería la idea no de un gobierno del PO, sino de un gobierno de los que trabajan en esta ciudad. Una organización social que termine con el Estado como instrumento de transferencia de recursos para una camarilla de contratistas que es lo que hace Isa, sino un gobierno de injerencia directa de los vecinos en el manejo de la cosa pública. Todo eso lo estamos trabajando. Todo esto van sentando las bases que sería una referencia política sobre qué sería un gobierno del PO en la ciudad.

Pero decís que las otras fuerzas obstaculizan el proceso. Entonces con quienes harían efectiva las medidas de las que hablas?

Al mismo tiempo que vamos haciendo estas intervenciones políticas, desarrollamos una fuerza social. Nuestro gobierno sería muy sencillo porque gobernaríamos con lo mejor de la intelectualidad de la universidad que estamos seguros va a colaborar con un gobierno que termine con las camarillas y haga de la ciudad un lugar en donde los derechos básicos estén garantizados. Ya hay toda una corriente de profesionales que están organizados con nosotros y que están contribuyendo con un trabajo técnico. Se está creando nuestra base territorial vecinal. Estamos convencidos que en función de los objetivos que nos proponemos vamos a tener mucha gente dispuesta a colaborar en un gobierno socialista y de los trabajadores en la ciudad.

Pero entonces en el Concejo Deliberante ya debería haber sido otra la historia…

No. El tema es el siguiente. Nosotros creemos lógicamente que hace falta un consenso con las iniciativas concretas que vamos a proponer y que no alcanza con ganar una elección. Lo que potencia nuestra posición política es el consenso sobre lo que proponemos. Así va a ser si llegamos a lugares ejecutivos. Tendríamos el desafío indudable de logar un consenso en función de las cosas que proponemos con la mayoría del pueblo. Pero esto siempre es así. Lenin hizo una revolución por ´Paz, Pan y Tierra´. El pueblo ruso no conocía al capital. Al contrario, era un pueblo que tenía tradiciones culturales y convicciones en muchos casos diametralmente opuestas a las del marxismo.

´Paz, Pan y Tierra´´… consigna más concreta que esa es imposible. Pero acá, cuando la gente escucha la consiga ´que la crisis la paguen los capitalistas”. ¿Te parece que eso baja a tierra las preocupaciones del obrero peronista al que quieren llegar?

La asamblea docente acaba de votar que el gobierno debería establecer una política de impuestos para los que no pagan nada. Por ejemplo los beneficiarios de la devaluación de la moneda. Los sojeros, los grandes grupos exportadores que han tenido una rentabilidad extraordinaria con la devaluación. Entonces una moción de la asamblea docente es que frente al planteo del gobierno de que no hay financiamiento, lo que debe hacerse es gravar a estos grupos.

¿Cuál es la estrategia electoral de cara al 2015?  

Nosotros no tenemos una estrategia particular para las elecciones. No vamos a las elecciones a vender un producto edulcorado. Lo que normalmente la gente vota cuando nosotros vamos a una elección es la continuidad de una política que hacemos cuando no hay elecciones. Eso es un rasgo distintivo con respecto a los otros partidos. Cuando la gente vota al PO ya está votando todo un conjunto de grandes causas que el PO defendió antes de que haya una campaña electoral. En ese sentido no tenemos una política específica para las elecciones. Sí estamos planteándonos el problema de dar un debate sobre qué viene después de este fin de régimen de Urtubey y Cristina. La necesidad de asociar a la izquierda revolucionaria del PO al movimiento obrero y con los trabajadores que vienen en su mayoría de la experiencia del peronismo. Por eso vamos a hacer un congreso. Vamos a convocar desde la izquierda a una deliberación política y vamos a tratar de que esta tendencia de la que hable se haga más profunda. Sobre esa base iremos a plantearle al pueblo que en la elección del año que viene debería fortalecer nuestra alternativa política, incluso conquistando el ejecutivo donde se pueda.

Hay en la izquierda mucha confianza en una especie de astucia de la razón revolucionaria que independientemente de los contratiempos, avanzaría hacia la revolución. Veo acá el afiche del Manifiesto Comunista de Marx y recuerdo el sentido de una de sus frases ´es inevitable que el proletariado sepulte a la burguesía´…

Marx no dice eso y no lo decimos nosotros. Decimos que es socialismo o barbarie. Si el socialismo no supera al capitalismo desde el punto de vista de una transformación social va a ser pura barbarie. Por lo tanto luchamos para que el desenlace sea este. No estamos convencidos que aquí hay un único desenlace.

¿Estás seguro que el Manifiesto no dice lo que digo?     

Lo que es inevitable es la descomposición del capitalismo. El capitalismo no puede ofrecer progreso a la humanidad. Sólo puede ofrecer guerras, sobre explotación, destrucción de capitales, regresión histórica. Eso es inevitable. Que eso pueda ser superado en la perspectiva revolucionaria socialista es una construcción que nos está llevando la vida, pero es lo que vale la pena hacer.