La provincia eligió el marcado internacional para endeudarse en 250 millones de dólares. Mientras muchos dudan que el dinero se invierta en obras, el Banco Macro haría de agente financiero y colocador de bonos que le garantiza jugosas comisones. G.T.
“No es un problema emitir deuda, el problema en todo caso es para qué se utiliza esa deuda” respondió un economista consultado por Cuarto Poder sobre el viaje del gobernador Juan Manuel Urtubey y del jefe de Gabinete Carlos Parodi a Estados Unidos con el objetivo de colocar títulos (de duda) en el mercado financiero internacional. Esta semana, en efecto, las máximas autoridades de la provincia se mostraron en New York gestionando fondos de inversores internacionales.
No es la primera vez, como ejemplo basta recordar que hace algunas semanas la provincia emitió deuda pública por más de $100 millones y en mayo del año pasado colocó títulos por $250 millones para costear un primer financiamiento del Plan Quinquenal 2015 – 2019 de obras de agua y saneamiento por un total de $650 millones (o su equivalente en dólares) aprobado por la Legislatura junto al Presupuesto 2015. En ambos casos los bonos tuvieron como organizador y colocador al Banco Macro y se negociaron en el Mercado Abierto Electrónico dependiente del Mercado de Valores de Buenos Aires. Esta vez como sucedió años atrás con el Fondo de Reparación Histórica, en cambio, se eligió el mercado internacional y la jurisdicción del juez Thomas Griessa.
Aunque todavía el Ministerio de Hacienda y la Jefatura de Gabinete no entregaron mayores precisiones, puede asegurarse que la operatoria de la nueva deuda no escapará a la práctica habitual del sistema financiero: con autorización del gobierno nacional, la provincia emitirá títulos que un agente bancario ofrecerá a inversores en el mercado internacional a cambio de dólares constantes y sonantes. En la operación intervendrán la provincia a través de su agente financiero oficial, el Banco Macro, y un agente colocador que puede ser el propio Macro mediante su sociedad bursátil Macro Securities SA o cualquier otra anotada en la Bolsa de Valores de New York que ofrecerán los bonos en el mercado o, directamente, convocarán a clientes específicos.
“Hecho eso, algo simple que no puede demorar más de un par de semanas, y con sólo apretar un ‘enter’ la plata estará depositada en las cuentas bancarias que la provincia haya indicado para su libre utilización” explicó un economista con mucha experiencia en el mercado financiero que, no obstante, planteó un par de interrogantes: cuánto será la tasa de interés y el plazo de devolución y, sobre todo, por qué la provincia eligió el mercado internacional y no el nacional. “Por el monto requerido, 250 millones de dólares, no parece necesario ir a Estados Unidos” advirtió y consideró “chico” el monto de la deuda y contó que la Mesa de Dinero del Banco Central, por ejemplo, puede mover unos $1.000 millones por día y entre $50 mil millones y $60 mil millones por semana.
En efecto, los 250 millones de dólares o sus equivalentes 3.500 millones de pesos al cambio de esta semana: 1 dólar por unos 14 pesos, representan algo más del 10% del Presupuesto 2016 superior a los $31 mil millones. La explicación parece ser entonces más política que económica y constituye un paso más en la carrera de posicionamiento nacional de Urtubey. Y, tal vez, un buen negocio para el o los bancos que intervengan en la gestión comercial.
Diversos analistas consultados coincidieron en que tras la salida del default el financiamiento para el país, para las provincias, y también para las empresas argentinas será mucho más barato que en el pasado reciente. Y que, en efecto, las tasas de interés “irán a la baja en el corto y mediano plazo” por lo que indicaron que tal vez la provincia se apuró en salir a buscar financiamiento apenas una semana después del pago a los “fondos buitres”. En cualquier caso, el interés de la nueva deuda salteña, garantizada por fondos coparticipables y bajo legislación neoyorkina, será inferior a la de los años anteriores. “La idea es colocar deuda a 10 años, mínimo 7 años, con un interés 7,5% u 8%” indicaron desde la Jefatura de Gabinete y estimaron que antes de fin de mayo puede estar concluida la operación.
“Me preocupa el destino de la deuda, esta vez tenemos que ser muy eficientes” reconoció el diputado Miguel Nanni y acusó que “el gobierno de la provincia ya nos endeudó en más de una oportunidad, con el Fondo de Reparación Histórica y también con la deuda del año pasado, pero no se ven las obras que tenían que hacerse con esos recursos”. Nanni y otros dirigentes de la oposición creen que la nueva deuda no se utilizará, en efecto, para la realización de obras sino para cubrir gastos corrientes y déficit operativo. “El propio Parodi reconoció en una reunión con senadores que tendrán que cubrir gastos corrientes ya que tiene un agujero de más de $1.500 millones en el Presupuesto y el déficit, que ahora se pretende cubrir con una nueva gran hipoteca, es producto de la política de eliminación de retenciones a las exportaciones que Urtubey apoyó con entusiasmo” enfatizó el diputado Pablo López. Y advirtió el gobierno “salió de apuro a buscar dólares a tasas que van a ser casi tan altas con antes del pago a los fondos buitres”.
En el mismo sentido, el economista Lucas Dapena consideró que “el problema no es esta deuda, es el Presupuesto” y puntualizó que la proyección realizada el año pasado por el Ministerio de Economía y aprobada por la Legislatura estuvo mal hecha. “Ya se sabía, independientemente de quien fuera elegido presidente, que iban a haber cambios en la variables macroeconómicas” explicó y advirtió que por las modificaciones establecidas al Impuesto a las Ganancias y a los Derechos de Exportación, ambos coparticipables, “faltan como mínimo unos $1.800 millones en la provincia”.
Y aunque prefirió no decirlo, como muchos dirigentes de la oposición, teme que la nueva deuda sea utilizada para cubrir ese faltante y afrontar gastos corrientes (pago a empleados públicos y a proveedores estatales) o para cancelar deudas anteriores y no para costear las obras anunciadas. “Y eso es un gran error: nunca pero nunca se toma deuda a mediano o largo plazo para cubrir gastos corrientes” enfatizó.
Ya de regreso en la provincia, la próxima semana Urtubey y Parodi darán detalles de su gira y repetirán que “Salta tiene experiencia en la colocación de bonos en el mercado internacional de capitales a partir de las emisiones realizadas en 2002 y en 2012”. También destacarán que tras el pago a los holdouts “en el extranjero hay una mirada diferente del país” y explicarán que “hay que aprovechar esa ventana de oportunidad para obtener financiamiento barato”. Ojalá que así sea y que, esta vez, el nuevo endeudamiento se aproveche para concretar obras de infraestructura necesarias y siempre postergadas. Por lo pronto, comisión mediante, Jorge Brito y algunos banqueros y operadores financieros ya empiezan a celebrar una nueva emisión de deuda de la provincia.