Miguel Nanni y Alfredo Olmedo luchan por una banca ante la probabilidad de que el oficialismo se quede con tres de las cuatro bancas en juego. Precisan para ello contener los votos de sus contrincantes en las PASO (Bettina Romero y José Ibarra) que parecen más dispuestos a hacer la plancha. (Gonzalo Teruel)

El resultado de las primarias del domingo pasado confirmó en Salta lo que ya se anticipaba en las semanas previas: un sólido triunfo de Daniel Scioli por sobre Mauricio Macri y Sergio Massa que, empujado por Gustavo Sáenz, hizo una muy buena elección. Confirmó también que, de repetirse en octubre, los votos del Frente para la Victoria serán suficientes para quedarse con 2 de las 4 bancas que la provincia renueva en la Cámara de Diputados de la Nación y que los otros 2 escaños se repartirán entre “Cambiemos” y “UNA”, las distintas fuerzas de oposición. Sin autocrítica el Partido Obrero está al margen de toda discusión y no podrá repetir el histórico triunfo que en 2013 logró Pablo López.

Con buenas razones los oficialistas Javier David y Pablo Kosiner ya se sienten diputados mientras que los opositores Miguel Nanni y Alfredo Olmedo creen también en sus posibilidades. Pero, esta semana Juan Manuel Urtubey pateó el hormiguero y puso nerviosos a estos últimos.

“Me gustaría meter los 4” dijo entusiasmado el gobernador al ser consultado por las expectativas para las elecciones generales de octubre y casi soltó la ya mítica frase kirchnerista “vamos por todo”. “Terminó la interna y tenemos que trabajar todos para las generales” dijo Urtubey que es, sin lugar a dudas, el gran elector de la provincia. Si su mensaje se concreta y él empuja a la lista del Frente para la Victoria no será extraño que los votos le alcancen para robustecer la candidatura de Scioli y colocar 3 diputados suyos en el Congreso. En idéntico sentido se expresó el jefe de la Comisión de Acción Política del PJ, Manuel Santiago Godoy, y anticipó un crecimiento de los votos del oficialismo en octubre.

Así las cosas, Nanni y Olmedo comenzaron a transpirar. El cafayateño ya trabaja para consolidarse como la figura del macrismo en la provincia y, además, para contener el siempre volátil voto radical. Olmedo, en tanto, busca quedarse con las no pocas voluntades que estuvieron junto a José Ibarra en la interna del massismo pero no le será fácil.

En las elecciones del domingo, con más de 82 mil votos Nanni terminó segundo de David que juntó 170 mil y por delante de Olmedo que reunió 78 mil. Pero si se computan los frentes electorales, con más de 132 mil votos “Cambiemos” quedó tercera por detrás de los casi 140 mil de “UNA” y de los 250 mil del Frente para la Victoria.

Ahora entonces, el trabajo del titular de la UCR está dirigido a contener los 50 mil votos que estuvieron con Bettinita Romero y lograr que la candidatura de Macri le arrastre votos. De igual manera, el sojero intenta captar los votos de José Ibarra y sueña con que el aparato de Sáenz lo ayude más allá de la suerte que pueda correr la candidatura de Massa.

Incorregibles

Incorregibles, algunos radicales no esperaron ni una semana y ya comenzaron a atacar a la conducción partidaria. Rubén Correa y Francisco Laiseca y, en menor medida, José María Farizano cuestionaron a Nanni por encabezar una lista “conservadora y de derecha” y advirtieron que el voto radical no acompañará a Macri sino a Margarita Stolbizer. Algunos primeros sondeos indican, no obstante, que en la provincia esa diáspora no será tal y que la UCR podrá volver al Congreso después de 20 años y con un candidato propio.

“El radicalismo aportó al Frente Cambiemos el primer candidato a diputado que soy yo, un radical” dijo Nanni y lamentó las constantes críticas de sus correligionarios que, según consideró, “ya deberían rendirse ante la evidencia del crecimiento que está teniendo el partido en la provincia”.

Su argumento es inapelable: así cómo en las últimas elecciones provinciales recuperó presencia en varios Concejos Deliberantes y en la Legislatura, ahora la UCR puede volver al Congreso con un diputado salteño. Para lograrlo el candidato Nanni, apoyado por sus circunstanciales aliados del PRO, tendrá que recorrer una vez más la provincia buscando el voto de los independientes y de sus indómitos partidarios.