Daniel Scioli ya adelantó gran parte de su futuro gabinete en caso de ganar la presidencia y juega a las escondidas con el Ministerio de Economía y la Cancillería. En la última sigue sonando Juan Manuel Urtubey, aunque también aspira al cargo el actual gobernador de Mendoza.

En las ediciones de los medios nacionales del día domingo, resaltaron la jugada de Danie Scioli que anuncio quienes serían sus ministros dejando filtrar el nombre de una decena de dirigentes que tendrán lugar en su equipo si llega a la Rosada. En esa nómina se mezclan sciolistas de primera hora con gobernadores, funcionarios kirchneristas y figuras transversales.

Según Página 12, Alberto Pérez que es el dirigente de mayor confianza de Scioli y su jefe de Gabinete en la provincia seguirá cumpliendo ese rol en la Casa Rosada; el actual ministro de Salud bonaerense, Alejandro Collia, también ocuparía el mismo lugar a nivel nacional; Alberto Barbieri, actual rector de la Universidad de Buenos Aires, sería el eventual titular de la cartera de Educación. Lo mismo corre para el actual titular de Anses, Diego Bossio, que en ese escenario será ministro de Infraestructura, una dependencia que se encargará de buena parte de lo que ahora recae en el área de Planificación Federal, específicamente lo referido a las obras viales y de vivienda, dos temas en los que Scioli promete hacer una fuerte inversión.

La otra pata de la estructura que hoy dirige Julio De Vido será jerarquizada como un nuevo Ministerio de Energía, reservado para el gobernador neuquino Jorge Sapag. Otros mandatarios provinciales que tendrán su lugar son el entrerriano Sergio Urribarri (para Interior, con o sin Transporte) y Maurice Closs, gobernador de Misiones, se ocuparía del Ministerio de Turismo y Deporte. Uno de los funcionarios kirchneristas que tendría continuidad en un futuro gabinete sciolista es el secretario de Seguridad, Sergio Berni, a quien se le ofreció encabezar esa dependencia si sigue gobernando el Frente para la Victoria. Por último, también está confirmado que el actual responsable del área de Derechos Humanos en la provincia, Guido “Kibo” Carloto, será el primer ministro de una flamante cartera de Derechos Humanos.

Con respecto al rol que ocuparía el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey, los medios lo destacaron como el eventual ocupante del Ministerio de Relaciones Exteriores aunque nada está definido al respecto. Se destacó que el salteño y el mendocino Pérez aspiran a encabezar el cuerpo diplomático, al igual que el jefe de campaña Jorge Telerman. Pérez y el chaqueño Capitanich podrían ser titulares de la Anses, cargo que también pretende el actual número uno del Banco Provincia, Gustavo Marangoni. El nombre para Economía es el secreto mejor guardado de la campaña sciolista. La idea de partir esa área en tres perdió fuerza.

En los próximos días se irán develando las cartas que faltan y para el cierre de campaña, que será el jueves 22 en el Luna Park, se espera que Scioli presente su gabinete a pleno. En esa foto habría un lugar para el secretario de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, Daniel Filmus, como reemplazante de Lino Barañao en Ciencia y Tecnología. También para el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, con destino en el Ministerio de Industria, y para el legislador santafesino Omar Perotti, a quien le tienen reservada la cartera de Agricultura. Cultura quedaría en manos del vicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto (aunque podría perder el status de ministerio y volver a ser una secretaría dependiente de Presidencia). El actual ministro de Justicia de Buenos Aires, Ricardo Casal, ocuparía idéntico cargo a nivel nacional.

La actual titular de Economía bonaerense, Silvia Batakis, ocupará seguramente la Secretaría de Hacienda en un eventual gabinete sciolista. La hipótesis de una continuidad de Axel Kicillof está prácticamente descartada. Una opción es que el ministerio caiga en manos de un gobernador (podría ser Capitanich), ya que otros asesores cercanos que tiene Scioli en esa materia prefieren evitar un puesto de tanta exposición y ejercer sus funciones desde otros lugares. Es el caso de Miguel Peirano, que encabezará el Banco de Desarrollo que prometió crear Scioli. En tanto que Miguel Bein y Rafael Perelmiter preferirían tener oficina en la Casa de Gobierno y asesorar en forma directa al Presidente, que también apreciaría esa proximidad.

Otros funcionarios que tienen prometido un escritorio en la Casa Rosada son Rafael Follonier, especialista en política internacional que ya ocupó un cargo similar con Néstor Kirchner y Cristina Fernández hasta fines del año pasado, cuando se incorporó a la campaña sciolista; y Mauricio Mazzón, hijo del histórico operador peronista Juan Carlos Mazzón, a quien Scioli le prometió el despacho que durante más de una década ocupó su padre.