El diario La Nación se refirió a Salta y a Gustavo Sáenz. Difunde un audio en donde el presidente de la Cooperadora Asistencial, Eduardo Cattaneo, amenaza con entorpecer la asunción del intendente electo si éste no autoriza nombramientos.

El diario de la familia Mitre se hizo eco de las denuncias del Frente Renovador salteño sobre los aprietes y amenazas de Eduardo Cattaneo, actual presidente de la cooperadora asistencial de la municipalidad de Salta:

“Yo toco el pito y tengo dos mil personas en la municipalidad y no se van más. No asume Gustavo Sáenz», se escucha decir a Cattaneo en un audio al que accedió LA NACION. «No va a asumir Gustavo Sáenz si me toca el culo a mí», agrega el funcionario municipal. Cattaneo quien reclamaría que el intendente electo, que acompañó a Sergio Massa en la fórmula presidencial, revea su pedido a la gestión saliente para que se frenen los nombramientos hasta que él asuma su cargo.

Al enterarse del pedido del intendente electo, los trabajadores de Cooperadora Asistencial, que encabeza Cattaneo, iniciaron el viernes pasado una protesta. Anteayer, hicieron una marcha por el centro de la ciudad de Salta para reclamar el pase a planta permanente de 62 trabajadores y amenazaron iniciar una huelga de hambre. «Comenzamos con la asamblea por 72 horas, a la espera de respuestas de los funcionarios. Queremos que el intendente Isa pelee por nosotros así podemos integrar la planta. Hasta ahora solo recibimos indiferencia», afirmó Carlos Herrera, delegado de ATE.

El conflicto fue interpretado por los redactores del diario La Nación como parte de los conflictos que vienen protagonizando los intendentes que se van con lo intendentes que llegan y son de la oposición: “Primero fue el conurbano bonaerense, donde varios intendentes electos en los comicios del 25 de octubre pasado denunciaron que los jefes comunales salientes iniciaron «un vaciamiento» de los municipios. Poco después, en Concepción de Tucumán, Roberto Sánchez (Cambiemos) se tuvo que atrincherar en su despacho durante varias horas tras cesantear a unas 400 personas que habían sido designadas por su antecesor antes de dejar el cargo. Ahora el conflicto por el festival de nombramientos antes del traspaso de mando se extendió a la provincia de Salta”, reseña La nación en su edición de hoy.