Publicaciones especializadas aseguran que se profundiza la grieta de rentabilidad del agro entre el NEA-NOA y la pampa húmeda. La situación vuelve vigente la discusión del 2008, cuando la Casa Rosada pretendía segmentar retenciones para que pagaran más los segundos que los primeros.

Según el artículo publicado en el portal Región Norte Grande, en varias provincias del NEA-NOA caería a la mitad la superficie sojera a raíz de políticas abiertamente macroeconómicas: baja en el precio de la soja, atraso en el tipo de cambio, inflación en dólares y aumento en el costo de los bienes y servicios.

El portal cuya líneas editorial suele estar de lado de los productores del campo y en contra de las políticas nacionales, asegura que el sector se debate ante la peor crisis de la última década y que “la soja comienza a profundizar la grieta entre la pampa húmeda y la producción de las antiguamente llamadas `zonas marginales` y que ante ello la expansión de la frontera agrícola que “produjo uno de los cambios más espectaculares en la economía agrícola de nuestro país se ha visto frenada por la brusca caída de la rentabilidad de los cultivos a pesar de los rendimientos récords obtenidos en la actual campaña”.

Se detalla ahí que el cultivo de soja solo tiene un margen de rentabilidad medianamente aceptable en aquellos campos ubicados en un radio de 400 kilómetros de los puertos y con rendimientos por hectárea en el rango de los máximos y ubica a Salta como la punta del iceberg porque en principio los productores salteños se debaten entre el cierre de sus campos, la quiebra de sus empresas y la emigración a la ciudad de todo el capital humando involucrado en el proceso productivo. No solamente la soja, sino también el maíz, el poroto y otros cultivos de la región han dejado de ser rentables.

“Si las variables económicas no se modifican, para la nueva cosecha en Salta se proyecta una caída de la superficie de soja del 50%, unas 350 mil hectáreas. Solo en las últimas tres cosechas, los productores de Salta aportaron al país 2.100 millones en concepto de ingreso de divisas y 740 millones en concepto de retenciones a las exportaciones. La provincia ya viene de una fuerte crisis consecuencia de la sequía ocurrida en la campaña 2012/13, lo que provoco una pérdida de rentabilidad”, enfatiza la nota.

En esa campaña los productores aportaron al gobierno nacional 206 millones de dólares por ingresos de divisas y 72 millones por retenciones; mientras se perdían tranqueras adentro 120 millones de dólares. La situación mejoró durante la cosecha 2013/14 con un aporte de 1.170 millones de dólares de divisas y 410 millones por retenciones. Sin embargo la fuerte baja ocurrida en el precio de la soja en la cosecha actual, sumado al atraso cambiario y aumento de los costos de producción y fletes al puerto, está generando fuertes pérdidas en el sector productor a pesar de los buenos rendimientos cosechados. Mientras los productores salteños, este año, aportaran al gobierno nacional 740 millones de dólares de ingreso y 260 millones de retenciones, tranqueras adentro deberán asumir una pérdida real de 165 millones de dólares. El NEA, y también el NOA no resisten un nivel de retenciones del 35% y el nivel actual de los costos del flete al puerto.

Aun llevando a cero las retenciones a la soja, el productor de Salta requiere de una política específica de apoyo financiero que se puede implementar con un fideicomiso o un bono a largo plazo.