En un puntilloso comunicado, la Coordinación Nacional de Trabajadores de la Industria dependiente de la CTA, mostró su solidaridad con los obreros del SOEASI, quienes vienen denunciando prácticas antisindicales por parte de la empresa Zadar S.A.

 

El comunicado difundido esta semana hace hincapié en el despido verbal de cuatro trabajadores que tenían un contrato vigente y que, según remarcan, fueron desafectados luego de haberse afiliado al Sindicato de Obreros y Empleados del Azucar del Ingenio San Isidro (SOEASI). «Los despedidos conservaban su derecho a la tarea y a los salarios», destaca el texto de la Coordinación Nacional de Trabajadores Industriales (CNTI) que depende de la CTA.

La situación de los azucareros salteños llegó a discutirse en el último encuentro de la CNTI-CTAA, donde también se advirtió que la empresa incumple la medida nacional de aislamiento decretada por el ejecutivo y obliga a sus empleados a realizar tareas no productivas bajo amenaza de sanciones económicas.

En concreto las denuncias contra la empresa son por: impedir la entrada de representantes del sindicato al centro de trabajo en ocasión de inspecciones, o cuando el Sindicato pretende controlar la presencia de trabajadores no registrados; negar la organización obrera; retener cuotas sindicales; incumplir la obligación de negociar de buena fe; no abonar el ítem «equipo»; no entregar ropa de trabajo, camperas de abrigo ni elementos de protección personal y pagar en negro los días domingo.

Los trabajadores del sindicato puntualizan que la persecución se remonta a enero de 2018, cuando la empresa decidió cesar sus actividades con argumentos que apuntaban a reducir la planta de personal y desplazar al SOEASI. Por entonces, la empresa financió todos los trámites de desafiliación y la constitución de un sindicato que responde a sus intereses.

En plena pandemia, el grupo encabezado por el empresario Diego Ruiz, propietario visible de la empresa junto a sus dos hermanos, obliga a sus empleados a concurrir al ingenio a realizar trabajos de mantenimiento, entre otras tareas no productivas; ya que la elaboración de azúcar y biocombustible se realiza en época de zafra que aún no ha comenzado.

El argumento esgrimido por la patronal es que los trabajadores no están alcanzados por la obligatoriedad del aislamiento, dado que integran el rubro «Industrias de alimentación», previsto en el inciso 12 del artículo 6 del decreto 297/2020. Lo que la empresa parece ignorar es que el mencionado artículo establece claramente que los desplazamientos de quienes se encuentran exceptuados de cumplir con la cuarentena «deberán limitarse al estricto cumplimiento de esas actividades y servicios».

El comunicado de la CNTI-CTAA llega en momentos de tensa calma y ya despertó el alerta en otros ingenios del NOA.