El próximo 8 de agosto se celebrarán las fiestas patronales de J. V, González, una buena razón para indagar sobre los orígenes de esa ciudad que siendo cabecera del departamento de Anta, antiguamente fue conocida como Laguna Blanca. (Raquel Espinosa)

Es un evento que convoca a los organizadores y participantes  para promocionar la cultura y las tradiciones de Anta así como para reafirmar los objetivos que motivaron el establecimiento de esta ciudad. Indagar sobre sus orígenes y posterior evolución nos permite descubrir datos interesantes sobre nuestra historia regional.

Joaquín Víctor González es la ciudad cabecera del Departamento Anta, en la provincia de Salta, noroeste de Argentina. Se llega a ella desde la capital provincial por la Ruta Nacional 34 y luego por la Ruta Nacional 16.  Se encuentra a 250 kilómetros de la ciudad de Salta, a orillas del río Pasaje o Juramento.

Su nombre actual está ligado a la llegada del ferrocarril y es un homenaje al político, historiador, educador y hombres de letras argentino Joaquín Víctor González. Antiguamente se conocía al lugar como “Laguna Blanca”. Su historia es tan rica como desconocida para muchos aunque cada vez son más los que se interesan por indagar y compartir relatos sobre acontecimientos o sucesos ocurridos en este lugar enclavado en lo que antes se denominaba “La antigua Frontera del Este”.

Los orígenes

El interés por identificar los orígenes de Joaquín V. González surge de un deseo: el deseo de  conocer la propia identidad.

La identidad de un pueblo, tal como sucede con la identidad de las personas, es algo en permanente construcción, es decir, no es algo estático sino sumamente dinámico, que va cambiando con el tiempo, que se va resignificando, modificando, reconstruyéndose. Sin embargo, algunas características esenciales se conservan desde los inicios, a través de la memoria y de las costumbres y devienen así en rasgos inherentes a la persona o al conjunto de personas, o sea, el pueblo o ciudad de la que se trate.

Durante la primera mitad del siglo XIX, y con mayor intensidad en la segunda mitad, el departamento de Anta, antigua Frontera del Este, fue poblándose paulatinamente con los colonos convocados por el gobierno provincial que promovía su llegada para que se afincaran en las tierras consideradas fiscales, (a través de la Ley sobre tierras públicas en la provincia de Salta, con fecha 14 de diciembre de 1836). Los colonos  compraban tierras y luego se instalaban con sus familias.

De manera similar a lo que sucedía en el sur del país, en el norte, la posesión y la explotación de las tierras estaban apoyadas en la familia. La vida familiar era la clave para sobrevivir en un ambiente lleno de privaciones y diversos peligros.

La cartografía documenta lo sucedido en la época y en la zona que nos ocupa. Así, por ejemplo, en el “Mapa de las Provincias de Salta, Jujuy y Puna de Atacama”, realizado por el Ingeniero Feliciano Lavenás en el año 1900 puede observarse, siguiendo el curso del río Juramento, que figuran poblaciones, varias de las cuales son nombradas con apellidos de familias, sin duda numerosas en la zona. Los especialistas encargados de diseñar el documento deben haber considerado ese dato relevante para designar de esa manera las localidades recorridas. Así aparecen topónimos como “Horquera”, “Los Saravia”, “Cuéllares” o “Parados”. Estos lugares figuran en otros trabajos cartográficos como el plano “Provincias de Salta y Jujuy. Propiedad del Instituto Geográfico Argentino de 1889 y el mapa “República Argentina. Mapa del Gran Chaco y de las Provincias adyacentes, realizado por Guillermo Araoz, del año 1885.

Los colonos compraban y anexaban tierras a sus propiedades originales, cambiaban de lugar de residencia e iban asentándose en otros espacios que los aglutinaban. Uno de ellos fue Laguna Blanca que también figura en  los mapas mencionados y que es señalada por historiadores  que se ocuparon del tema como el lugar donde se origina Joaquín V. González.

Es a partir de la disposición del gobierno provincial para poblar el suelo anteño que este espacio comenzó a ser buscado y deseado por muchos hombres y mujeres frente a otras zonas de terrenos menos fértiles y que demandaban mayores sacrificios. Como testimonio valga la nota elevada por el Jefe Militar del Departamento de Rivadavia al Ministro General de Gobierno de Salta, don Pío José Tedín, con fecha 18 de marzo de 1877 en la que se queja de la reducción de la población de ese departamento y asegura que “todo aquel que ha podido se ha trasladado al departamento de Anta y la emigración continúa”.

La creciente población fue paulatinamente aglutinándose y así surgieron instituciones que constituyeron los cimientos para la fundación de lo que fue la población de Laguna Blanca, posteriormente pueblo de Joaquín V. González, hoy ciudad cabecera de Anta. Entre esas instituciones podemos mencionar la escuela de la que haremos algunas referencias.

Escuela de Laguna Blanca

Encontramos como dato relevante la existencia de una casa-escuela que comienza a funcionar en la zona desde el 1 de abril de 1877, bajo la responsabilidad de un Preceptor de nombre Andrés C. Fuente, nombrado en el cargo por el Jefe del Departamento de Instrucción Pública. La mención de la escuela y del Preceptor encargado de dictar clases y dirigirla (cumplía funciones de maestro y director) se hace en una nota con fecha “Setiembre 26 de 1877” suscripta por vecinos de la Laguna, quienes afirman ser tutores, vecinos y padres de familia que agradecen y dan al preceptor su aprobación y “contentamiento” por la labor cumplida en beneficio de los niños y niñas de la zona. Al mismo tiempo agradecen al Sr. Jefe del Departamento de Instrucción Pública por “sostener” ese centro educativo.  El cierre de la nota se hace con las firmas de vecinos que testimonian dicho apoyo. La nota se publica en el diario salteño La Reforma el sábado 29 de junio de 1878.

Consultada sobre el tema la Profesora Ana María Gallardo, exdocente, exsupervisora, investigadora y autora de varios textos sobre temas educativos, nos señaló que el desaparecido Consejo General de Educación comenzó a funcionar en la provincia con el nombre de Departamento de Instrucción Pública en el año 1872, es decir, cinco años antes de la creación de la escuela de Laguna Blanca. En esa época no se menciona todavía la palabra “maestro/a” porque ese título no existía aún y era el preceptor el encargado de la instrucción de los niños y niñas.

Dijimos que el 1° de abril de 1877 llegó al lugar el primer preceptor de Laguna Blanca  por lo que esta fecha marca un hito en el progreso y afianzamiento de ese núcleo poblacional. Sobre el mencionado preceptor sabemos que falleció al poco tiempo de hacerse cargo. Como dato complementario vale mencionar un aviso publicado en el diario La Reforma el 8 de marzo 1883 que transcribimos a continuación:

“CONSEJO DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA

Estando vacante los cargos de Directora y Auxiliares de la Escuela Primaria de niñas número 1, Preceptores de las Escuelas Mixtas del Aibal y Quesera (Capital), de niñas de Cafayate, mixta de Laguna Blanca (Anta), mixta de Palermo (Cachi), mixta de Tilián (Chicoana), ….-llámase a examen de oposición á las personas que deseen ocupar los referidos cargos.

Los aspirantes deberán presentarse en la oficina del Consejo de Instrucción Pública el jueves 15 del corriente hs. doce. Salta, marzo 5 de 1883” [el subrayado es nuestro].

La relevancia de este texto está en el hecho de que confirma la continuidad de la escuela pública en la localidad; su numerosa población  fue motivo para que el sacerdote Nicanor López escribiera que se trataba de un vecindario al que “le esperaba un gran porvenir y está llamada a ser un pueblo de importancia”. Sin duda este hombre fue un visionario pues hoy ya dejó de ser pueblo y es una pujante ciudad cuyo progreso es cada vez más notorio y cuya historia merece ser conocida por todos los salteños.