Guillermo Durand Cornejo perdió por casi 2.000 votos con su compañero de frente Gustavo Sáenz y con el candidato oficialista Javier David. Desconcertado, denunció un fraude monumental pero lo cierto es que tras los resultados no participará de las generales de mayo. (G.T.) 

“Inexplicable. Así es el fenómeno electoral de este Guillermo Durand Cornejo” decía Cuarto Poder al analizar los resultados electorales de 2013, cuando el dirigente del Partido Conservador y Popular se convertía en diputado nacional con un impactante triunfo sobre el peronismo. Menos de dos años después, Durand Cornejo sigue siendo “inexplicable” pero esta vez porque cuando parecía que no tenía rival para la intendencia capitalina perdió la interna con Gustavo Sáenz.

Apoyado por Mauricio Macri, Guillermo sumó 55.251 votos o el 49,31%. No fue suficiente. Apoyado por Sergio Massa, Gustavo obtuvo 56.793 votos o el 50,68%. La absoluta sorpresa fue tal que el diputado, pasadas las 20 horas del domingo, denunció por Twitter que hubo un “fraude monumental”.

Peor aún, sus números fueron insuficientes también en la competencia contra el oficialista Javier David que sumó más de 57 mil voluntades y peleará contra Sáenz en mayo por la sucesión de Miguel Isa que, contra todo pronóstico, quedó abierta.

Los sorprendentes números de este domingo obligan al repaso de ese fenómeno electoral llamado Durand Cornejo. En 2009, por ejemplo, puso en jaque al aparato peronista y perdió por nada con Sáenz en la disputa por la senaduría provincial; en 2011 revalidó su banca de diputado provincial y fue uno de los pocos que salvó las ropas en el espacio referenciado en la ya alicaída figura de Juan Carlos Romero; y en 2013 se alzó con una impactante victoria para llegar al Congreso de la Nación.

En aquellas elecciones de 2011, en Capital, sacó más de 50 mil votos y casi el 21% de las voluntades y en las de 2013 sumó más de 74 mil votos y superó el 26% del electorado. Desde entonces su crecimiento pareció no detenerse pero ahora se estroló con una verdadera pared y cayó a poco más de 55 mil votos y menos del 50% del electorado.

“Vamos a denunciar fraude fenomenal. Este resultado no era previsto por ninguna encuestadora local, ni nacional” escribió en Twitter el candidato a intendente y se anticipó lo que después ante la prensa planteó Romero “volvió el fraude a Salta” y “volvimos a la década del 30”.

La derrota de Durand Cornejo abre, ahora, un nuevo e imprevisto escenario electoral. ¿A dónde irán sus más de 50 mil votos?, ¿empujarán a Sáenz o se diluirán entre todas las otras opciones electorales?

El domingo en el bunker de campaña romerista la decepción se mezcló con la bronca y, sin posibilidad de dar una explicación razonable al cachetazo electoral, se denunció “fraude electrónico”. El análisis de los resultados electorales queda para las próximas horas. Son incontables los interrogantes que nadie quiso o pudo responder en las filas de Romero y Durand Cornejo. El más interesante ¿por qué nadie pudo predecir que el popular y mediático candidato perdería casi 25 mil votos en menos de dos años?

“Nadie se sorprende ya por la enorme cantidad de votos que obtiene en cada elección. Nadie, tampoco, puede explicar con demasiada precisión por qué es uno de los preferidos de los salteños”, escribía Cuarto Poder en 2013. Ahora puede escribir que todos se sorprenden de la enorme cantidad de votos que se le perdieron entre una elección y otra. Tal vez, la mejor explicación posible sea que Juan Manuel Urtubey es un animal de la política capaz de hacer ganar elecciones a dirigentes como Fernando Yarade, Pablo Kosiner, Rodolfo Urtubey y Javier David que en su última ronda electoral había reunido apenas 27 mil votos.

Otra posibilidad es que de tanto despotricar contra la política e intentar diferenciarse de “los políticos” Durand Cornejo haya sido puesto por los salteños en su lugar: el de un verdadero outsider imposible de entender en análisis políticos.