El todos contra todos del mismo bando. Los que se arriman en la interna policial y los que tienen afilada la lengua pero nadie los sigue. La crisis del comercio y otros datos de una semana que pasó no apta para cardíacos. Por comisario K Galindo  

Nadie pensó que detrás de las hojitas de coca que no eran despalilladas, sino despabiladas, se venía por detrás un quilombo de proporciones, todavía no resuelto, como el que se armó  en la Policía de la Provincia.

Más parecía un problema en la cúpula o la hoguera de las vanidades, que un paro policial, cuyas dimensiones todavía no se llegaron a medir en el poder local. Lo que pasa, dice un alto funcionario, es que se da un fenómeno inédito: como no hay oposición y están todos del mismo lado, hay un solo bando, pero inmenso. Entonces, todos quieren ser todo. No importa qué. Quieren ser.

El gobierno provincial tiene suerte, tal vez porque el año que viene no tenga ni siquiera que optar entre Cambiemos y el Frente de Todos. Ya Duhalde anunció que Alberto está grogui, dicen algunos. Otros, que ninguna de las dos fuerzas mayoritarias nacionales llegará entera a las elecciones por la magnitud de la crisis y la gravedad de la pandemia. En Salta, Gustavo Sáenz no tiene oposición. O sea que el plan ocho años, por ahora, no corre ningún riesgo.

Aparentemente es casi como un plan cuota, en tiempos donde no hay inflación. El problema es la interna de la interna. El todo contra todos, del mismo bando. Porque del otro lado nadie asoma. En ese panorama la interna policial en realidad no es tal, sino uno de los focos de conflicto entre los que quieren ser. Pulleiro y Benjamín Cruz, por dar un caso.

Con una jefa de policía que solamente sirve para maltratar a otras policías mujeres, porque nunca pudo mandar ni gritonear a un oficial (Linda visión de género tiene la jefa). En medio del alboroto se arrimaron, el diputado por Rosario de la Frontera, Gustavo “Picana” Orozco y el abogado Santiago “No me despego del suelo” Pedroza, como mediadores, voceros, arregladores y candidatos. Todo el combo por el mismo precio. Ninguno de los dos tiene realmente peso interno en la policía.

Nadie en la institución sabe porqué los sentaron en la mesa de negociación. Rápidamente las redes se activaron, de tal forma, que a todo el mundo le quedó claro que si los dos “voluntarios a todo” siguen, el quilombo de fogata puede pasar a incendio en dos minutos. Más rápido que inmediatamente.

Los que parecen peligrosos

Hay algo que se empezó a notar, y puede ser que sea el efecto de que todos están parados en una sola parte del bote, y por eso comienza a inclinarse. No hay diálogo político real. Solamente voces aisladas. Una delantera, que no es de selección nacional que la integran: Carlosn Zapata (alías Tombo), Héctor Chiban (alias Riflazo), Gladys “Pichona” Moisés, Ramón el “Rana” Villa y el inefable “ADN” Godoy. Dicen los encuestadores, con media sonrisa, que el porcentaje electoral de la delantera es directamente proporcional a la cantidad de votos que obtendrían todos unidos: un 5%. Es decir, 1% cada uno, con suerte.

O sea que peligrosos no son, tienen afiladita la lengua como tramontina brasilero, eso sí. El hecho es que todos estén parados en una sola parte del bote tiene un problema también, y es que en algún momento empiece inclinarse hasta que la quilla comience a balancearse. Guarda que la quilla puede balancearse sin oleaje, por sobrepeso, dicen algunos que saben zambullirse en el Cabra Corral. Mientras, los muchachos andan de campaña con camionetas ploteadas como el diputado Orozco, haciendo caridad pública con dinero ajeno, pese a que ni la crisis de la salud terminó, y la policial recién empezó.

Y el comercio…

Hay una tercera amenaza en ciernes, que puede ser la más poderosa por los intereses que todavía permanecen en la etapa de gruñidos, como perro con hambre: la crisis del comercio.  Con el escenario actual, todas las cosas que se están viendo son como fósforo a la nafta. Los comerciantes no tienen para pagar sueldo, ni renovar stock, no hay un plan de continencia que ayude a tener un cachito de esperanza sobre el futuro y los más castigados debieron cerrar, pero deben seguir viviendo. ¿Quién les dará crédito? ¿El Señor del Milagro o Monseñor Mario Cargnello? Nadie la tiene clara.

Y para ir cerrando, una última perdida, que se descuelga por ahí. En las clínicas privadas la bronca también va en aumento. Fueron todas a la misma bolsa. Dicen que el IMAC habría abierto una negociación entre sus directivos y el abogado de la familia del periodista Eduardo Chañe. Con el abogado, no con la familia para que se entienda bien, porque no es lo mismo. No se sabe si la familia está enterada, o se está enterando por éstas líneas. Lo que sí hay seguridad, es sobre el inmenso lobby que hicieron para que la investigación no avance. Y parece nomás que no va a avanzar. Pero también hay un rumor bastante fuerte, y es que se podrían llegar a juntar todas las familias de los abandonados por COVID pidiendo justicia. A no olvidar que entre los abandonados, hay varios policías.