Cambiemos buscará arañar votos que hasta anoche no tenía o negociar ausencias para expulsar a Julio De Vido de la Cámara de Diputados. La maratónica sesión comenzará a las 11, con final abierto.
A 18 días de las PASO, y luego de divagar durante varios meses sobre el asunto, Cambiemos buscará arañar votos que hasta anoche no tenía o negociar ausencias hoy en el recinto para dar luz verde a la expulsión de Julio De Vido de la Cámara de Diputados, en una maratónica sesión que comenzará desde las 11 y con final abierto.
La propuesta de Cambiemos es sencilla: eyectar a De Vido y despojarlo de su banca por «indignidad». Causas y procesamientos sobran contra el exministro de Planificación Federal de la era K.
Curioso: Cristina de Kirchner no emitió sonido, ni declaración ni discurso en redes sociales con respecto a su «pingüino». El Frente para la Victoria apeló a la «presunción de inocencia», incluso en expedientes como el de la tragedia ferroviaria de Once, donde ya condenaron a otros exfuncionarios.
El sendero para tratar este tema en el recinto, en una sesión maratónica que comenzará a las 11 y que terminará avanzada la noche o incluso la madrugada de mañana -los más optimistas deslizaron ayer una discusión de entre ocho y 12 horas como mínimo-, se inició la semana pasada en la Comisión de Asuntos Constitucionales, que tras cuarto intermedio pudo firmar ayer los dictámenes. De Vido fue invitado de manera formal a exponer sobre la situación aunque, al igual que la semana pasada, se ausentó.
Cambiemos avanzó ayer en un despacho de mayoría con la ayuda del PJ, pese a que en el bloque de 17 legisladores aún persisten dudas. El serpenteante Frente Renovador que comanda Sergio Massa aprovechó la ocasión para morder protagonismo: firmó un dictamen de minoría para echar a De Vido, pero también para que la Cámara apruebe el desafuero del bloque. No obstante, diputados que responden al tigrense dejaron claro a Ámbito Financiero que acompañarán la iniciativa del oficialismo.
A la hora de votar, quienes estén a favor de la exclusión de De Vido deberán juntar en el recinto la voluntad de dos tercios de los presentes. Las ausencias que pueda lograr el oficialismo vía Casa Rosada y su negociación con algunos gobernadores y también con el dubitativo PJ, tal como adelantó la semana pasada este diario, inclinarían la balanza. Ya confirmaron su apoyo los progresistas.
En tanto, el kirchnerismo mantiene la calma ya que su calculadora marcaba hasta anoche el acompañamiento del Movimiento Evita -que hoy es randazzista-, de los santiagueños que responden al matrimonio Zamora y de misioneros silvestres ex-K. La izquierda se inmolará y no votará a favor: aprovechará para discutir en el recinto con Cambiemos por las abstenciones que el oficialismo intentará desactivar a la hora de definir el futuro legislativo de De Vido.
Quien apareció en la trifulca fue el propio Mauricio Macri (ver página 11), quien comenzó a pincelar el plan B de Casa Rosada en caso de derrota: la victoria moral, la separación del bien y del mal, despojar las máscaras de quienes están a favor y en contra de defender presuntos corruptos.
El oficialismo fue más allá y el diputado del PRO Eduardo Amadeo lanzó un dardo direccionado a la expresidente. «Le pediría a mis compañeros senadores que pidan su expulsión», sostuvo el legislador sobre la posibilidad real -que marcan todas las encuestas- de un aterrizaje de la exjefa de Estado en el Congreso. Algo parecido comentó días atrás la líder del GEN y media naranja política de Massa para las elecciones, Margarita Stolbizer.
Fuente: Ámbito